Iglesia

El papa nombra al obispo de Ávila coadjutor de la archidiócesis de Granada

El prelado, que asumirá esta responsabilidad a partir del próximo 1 de octubre, agradece la confianza del pontífice y recuerda sus casi cuatro años al frente de la Iglesia abulense como de “decisivos” y “muy especiales”

Monseñor José María Gil Tamayo con el Papa Francisco en una imagen de archivo
Monseñor José María Gil Tamayo con el Papa Francisco en una imagen de archivoConferencia Episcopal Española

El papa Francisco ha nombrado al obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, arzobispo coadjutor de la archidiócesis de Granada, responsabilidad que asumirá a partir del próximo 1 de octubre. Hasta entonces, quien fuera secretario general de la Conferencia Espiscopal, seguirá siendo administrador apostólico de la diócesis de Ávila, cuyo obispado ostenta desde noviembre de 2018.

Pondrá así fin Gil Tamayo a casi cuatro años “decisivos” en su vida que, aseguró, “no olvidaré nunca”. “Han sido años muy especiales”, dijo el prelado durante esta rueda de prensa en la que el Obispado anunció la designación de Gil Tamayo como arzobispo coadjutor de la archidiócesis de Granada, donde ayudará al obispo Javier Martínez hasta que éste finalice su pontificado, momento en el que “de manera automática” pasará a “regir la diócesis de Granada”.

Recordó Gil Tamayo que fue el pasado 27 de junio, estando en Roma, cuando el nuncio del Papa en España le comunicó la decisión del papa, a quien agradeció este “gesto de confianza hacía mí” al encomendarle esta “nueva tarea”. Aprovechó también para manifestar al pontífice no solo su agradecimiento sino también su “comunión, cariño y cercanía a su persona y a su ministerio de sucesor de los apóstoles”.

Agradeció también en esta rueda de prensa con cierto sabor a despedida el trato recibido en Ávila donde, aseguró, haberse sentido “muy cercano” a los fieles, a quienes pidió “oraciones para este nuevo ministerio que la Iglesia me encarga”.

En el capítulo de agradecimientos también incluyó Gil Tamayo la “acogida” del arzobispo de Granada, al cual ayudará a partir de octubre al frente de esta archidiócesis y a cuyos fieles también ha dirigido ya un saludo en el que expresa su “disposición de servir”, recordando el lema de su ministerio episcopal: “No ser servido sino servir”.

Pero sin duda el agradecimientos más especial lo tuvo Gil Tamayo este sábado para la diócesis de Ávila y “para los colaboradores, sacerdotes y el consejo episcopal, y a todos los que en la curia me han ayudado a ser obispo”. “Gracias de verdad por este magisterio de la ayuda y la colaboración, me he sentido y os he sentido como mi familia”, aseguró al hablar de sus años al frente de la diócesis de Ávila. Unos años, dijo, “muy especiales, y muy difíciles y muy duros”, marcados por la pandemia de covid que él mismo sufrió, y  de forma “grave”, y “salí adelante gracias a la oración y los cuidados de la gente de Ávila”. Es más, aprovechó para mostrar su “cercanía” con las personas que han sufrido y siguen sufriendo esta enfermedad y también su “agradecimiento al personal sanitario”.

De la diócesis de Ávila destacó Gil Tamayo que es “una Iglesia viva”, apuntando además que es una tierra “con mucho futuro”. “Me siento orgulloso de su gente”, aseguró quien hasta el próximo 1 de octubre seguirá al frente del Obispado de  Ávila.

Biografía

José María Gil Tamayo nació el 5 de junio de 1957 en Zalamea de la Serena (Badajoz), recibió la ordenación sacerdotal el 7 de septiembre de 1980 y pertenece al clero de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz. Es licenciado en Estudios Eclesiásticos en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y en Ciencias de la Información por la misma Universidad de Navarra.

Desarrolló su labor pastoral durante nueve años en pueblos de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz y en 1992 se hizo cargo de la dirección de la delegación de Medios de Comunicación y de la Oficina de Información de su diócesis y fue nombrado canónigo de la Catedral Metropolitana de Badajoz.

Durante 13 años (1998-2011) fue director del Secretariado de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y dirigió el Servicio de Información de la Iglesia católica en España (SIC). En este ámbito ha sido profesor del postgrado Experto en Comunicación Social de la Universidad Pontificia de Salamanca y de la Diplomatura en Comunicación Social, promovida en las diócesis cubanas por el Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales y la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

En la Curia Romana ha sido consultor del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales (2006-2016) y en febrero y marzo de 2013 fue adjunto para lengua española del portavoz de la Santa Sede durante el periodo de renuncia de Benedicto XVI, Sede Vacante, Cónclave y elección del Papa Francisco.

En la Conferencia Episcopal fue secretario general en el quinquenio 2013-2018, mientras que el 6 de noviembre de 2018 se hizo público su nombramiento como obispo de Ávila y recibió la ordenación episcopal el 15 de diciembre del mismo año.

Fue miembro de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social desde abril de 2019. Es miembro de la Comisión Ejecutiva de la CEE desde marzo de 2020 y la Asamblea Plenaria de abril de 2022 lo nombró presidente del Consejo de Estudios y Proyectos de la CEE.