Economía

Castilla y León espera llegar a cinco mil coches eléctricos en un año

La Cámara de Comercio de Burgos debate sobre las ventajas de este vehículo para el tejido empresarial

La Cámara de Comercio de Burgos organiza una jornada sobre las ventajas del vehículo eléctrico para el tejido empresarial
La Cámara de Comercio de Burgos organiza una jornada sobre las ventajas del vehículo eléctrico para el tejido empresarialRicardo OrdoñezAgencia ICAL

A inicios de este año, la implantación del coche eléctrico en Castilla y León era de 2.565 vehículos, peor la previsión es llegar a los 5.000 a finales de 2023.

Así se desprende de la Estrategia Regional de Vehículos de Energías Alternativas 2020-2023 que se ha debatido en una jornada en la Cámara de Comercio de Burgos sobre las ventajas del vehículo eléctrico para el tejido empresarial, donde se analizabatambién la hoja de ruta que marca dicho documento así como las ventajas del uso del vehículo eléctrico, como el ahorro económico y la ausencia de emisiones.

También se han puesto encima de la mesa las posturas de los operadores de las infraestructuras de recarga y de los fabricantes de vehículos eléctricos en Castilla y Leó, entre las que se encuentran informar de las medidas adoptadas por la Consejería en materia de promoción industrial e impulsar la reindustrialización de los sectores productivos y el fortalecimiento de un sector estratégico clave en la economía y el empleo de la Comunidad.

Finalmente, se desgranaron las subvenciones públicas incluidas en los denominados Programas de incentivos ligados a la movilidad eléctrica (MOVES III), destinadas a fomentar la movilidad eficiente y sostenible en Castilla y León. Estas subvenciones tienen por objeto contribuir a la “descarbonización” del sector transporte mediante el fomento de la electrificación de la movilidad, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea-Next Generation EU.

Esta jornada contaba con la participación del presidente de la Cámara, Antonio Méndez Pozo, con el delegado territorial de la Junta en Burgos, Roberto Saiz, así como con el coordinador de Servicios de la Dirección General de industria, Carlos Riñones Mena. Participaron igualmente operadores de las infraestructuras de recarga que operan en la Comunidad y fabricantes de vehículos eléctricos.

Saiz recordó que la Junta aprobó el 19 de noviembre de 2020 la Estrategia Regional de Vehículos de Energías Alternativas 2020-2023, con el objetivo de “acceder y que se extienda con las debidas garantías en la Comunidad”. Asimismo, precisó que actúa sobre tres ejes fundamentales, que son “la industrialización en cuanto a que se incorpore la fabricación del coche eléctrico”. En segundo lugar, dijo, “facilitar la adquisición” y como tercer eje “que permita el uso de ese coche”, informa Ical.

La Estrategia contempla una batería de medidas que van a permitir el “fortalecimiento” de un sector clave en la economía de Castilla y León, contribuyendo, paralelamente, a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Desde el punto de vista industrial y tecnológico, la Estrategia contribuirá a que la industria de la automoción “se posicione como un referente tecnológico, manteniendo una posición muy destacada en la producción de vehículos”. Además, añadieron que permitirá incrementar la actividad, ya que se integrarán en las cadenas de producción nuevos componentes y módulos para vehículos, infraestructuras de recarga y sistemas inteligentes de transporte.