Turismo
Burgos y su turismo se abren al mundo sin barreras
Capital y provincia avanzan en la eliminación de barreras físicas y sensoriales para ofrecer a sus visitantes una experiencia turística realmente inclusiva
El turismo es una experiencia pensada para todos, y por ello, es importante que no existan excepciones ni limitaciones a la hora de visitar y conocer de primera mano las calles de una ciudad o sus monumentos más emblemáticos. Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Turismo el próximo 27 de septiembre, Burgos refuerza su compromiso con un modelo inclusivo que garantice a las personas con discapacidad física, sensorial y cognitiva el acceso a su patrimonio.
Desde hace varios años, las instituciones trabajan por lograr que la accesibilidad sea una prioridad en su estrategia turística, adaptando sus instalaciones y proporcionando a los visitantes todo tipo de facilidades. Iniciativas que no solo pueden verse en la ciudad de Burgos, sino también en su provincia.
El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Burgos, Carlos Niño, destaca la apuesta del Consistorio en esta materia y explica algunas de las medidas llevadas a cabo en los últimos años. Así, pone en valor la web visitaburgosciudad.es, diseñada específicamente para que los usuarios, sin importar sus capacidades, puedan acceder a sus contenidos y servicios.
Para ello, la web tiene incorporada la herramienta EqualWeb que, a través de un puntero, permite ajustar diferentes parámetros como el tamaño de letra, invertir los colores o activar la navegación simplificada. Esto posibilita ajustar la experiencia de navegación de acuerdo a sus necesidades específicas.
En nuevos proyectos como la musealización del Castillo, el Ayuntamiento estudia la posibilidad de incorporar visitas adaptadas para personas con discapacidad cognitiva, impartidas por empresas del tercer sector, en colaboración con entidades especializadas.
A corto plazo, el próximo 26 de septiembre, y coincidiendo con esta celebración, el Ayuntamiento de Burgos llevará a cabo una colaboración con la Fundación Aspanias, con el fin de promover un turismo enfocado a la accesibilidad cognitiva. Ese día, dos personas de la fundación ofrecerán una visita guiada y colaborarán en la Oficina de Turismo, donde ejercerán de punto de información de accesibilidad cognitiva.
Accesibilidad en la provincia
La capital no es la única que trabaja por un turismo para todos. A finales de 2024, Sodebur puso en marcha un Plan de Turismo Accesible en la provincia, del que forman parte 17 localidades de Burgos, y que busca seguir mejorando la oferta turística de la provincia, haciéndola accesible para todos los viajeros.
Localidades como Atapuerca, Belorado, Briviesca, Caleruega, Castrojeriz, Covarrubias, Frías, Lerma, Oña, Orbaneja del Castillo, Peñaranda de Duero, Poza de la Sal, Puentedey, Salas de los Infantes, Santo Domingo de Silos, Sasamón y Tardajos forman parte de esta iniciativa. Entornos muy visitados en la provincia burgalesa por la belleza de sus calles y su patrimonio, pero además concienciados con la importancia de acercar sus entornos a personas con diferentes capacidades.
La alcaldesa de Oña, Belén Paramio, explica que este municipio lleva años mejorando su accesibilidad. Rampas de acceso, mostradores adaptados a dos niveles, bucles magnéticos para personas con discapacidad auditiva y códigos QR son algunas de las medidas que pueden verse en este pueblo. Una de las más valoradas es precisamente el bucle magnético, que tal y como apunta su alcaldesa, es una de las últimas incorporaciones de la Oficina de Turismo y sirve de gran ayuda a las personas con discapacidad auditiva.
De cara al futuro, Oña invertirá en señalización “totalmente accesible”, aunque también les gustaría poder actuar en la entrada de acceso a la iglesia del pueblo. Tal y como explica Paramio, disponen de una rampa de acceso, pero justo al final hay cuatro pequeñas escaleras y les gustaría que la rampa llegase hasta la entrada del templo para que el acceso sea aún más cómodo.
Otra localidad burgalesa muy concienciada con la accesibilidad es Frías que, tal y como indica su alcaldesa Silvia Quintana, la problemática añadida que tiene este pueblo es su propia ubicación, ya que está construido encima del Cerro de La Muela, por lo que gran parte de su casco histórico se encuentra en cuesta.
“Estamos mejorando la accesibilidad. Por ejemplo, en el Castillo la rampa tiene bastante pendiente y tenemos una móvil que se puede quitar y poner. Ahora estamos diseñando una con menos pendiente para poder acceder más fácilmente”, explica la edil. También disponen de información a través de códigos QR, información en braille y paneles con información escrita para que las personas con discapacidad auditiva puedan seguir el itinerario y la información que se ofrece sobre la historia del pueblo. Ambos pueblos pertenecen a la Mancomunidad de Raíces de Castilla, que trabaja desde hace tiempo pro la integración y la accesibilidad de estos tres destinos.
Buena nota para Burgos pero faltan detalles
Sin embargo, a la hora de la verdad... ¿Cuál es la opinión de los usuarios y de las asociaciones que atienden a personas con discapacidad? María Muriel, socia de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe), afirma que Burgos es una ciudad “muy accesible” si la comparas con otras ciudades de España. “Es verdad que todavía quedan cosas por mejorar, pero, a nivel ciudad, es bastante accesible”, dice convencida. Muriel ha viajado por todo el país, y en su opinión, esta es de las “ciudades más accesibles” de España. La zona centro de la ciudad, entornos como el Paseo del Espolón o el Paseo Sierra de Atapuerca, donde se ubica el Museo de la Evolución Humana, considera que son “bastante accesibles”, aunque también explica que hay otros lugares turísticos más difíciles de visitar como el Castillo o determinadas zonas de la Catedral.
Al respecto, los técnicos de ocio y tiempo libre y accesibilidad de Cocemfe respectivamente, Javier Martínez y Raquel Zubiaga coinciden en los pasos que se han ido dando a lo largo de los años por mejorar la accesibilidad en la ciudad y en sus entornos turísticos, aunque reconocen que todavía queda mucho por hacer.
“Burgos es una ciudad que lleva muchos años trabajando la accesibilidad. Además, es una ciudad muy fácil porque es muy llana”, afirma Zubiaga que señala que aunque hay aspectos positivos, también hay otros en los que se debería hacer más hincapié, como es la accesibilidad a la restauración, especialmente de aquellos lugares que se encuentran en el casco histórico. Las barras de los bares o zonas de atención al público no siempre están adaptadas para personas con discapacidad física.
Martínez, por su parte, explica que cada vez que planean una excursión con la asociación, tienen que hacer un estudio previo sobre el lugar que van a visitar para informarse acerca de las medidas de accesibilidad de las que disponen. “Intentamos que todas las salidas sean adaptadas para todos”, añade.
Aunque todavía quedan retos por superar, es un compromiso compartido entre instituciones y asociaciones por lograr ofrecer una respuesta positiva a sus visitantes con discapacidad, avanzando así hacia un modelo turístico más justo, inclusivo y humano.