Agricultura
El campo afronta la peor cosecha de cereal de los últimos 40 años y habla de ruina
Los precios, además, se desploman más de un 25% pese a la ausencia de producción por la sequía y los agricultores preparan movilizaciones este verano
Malos tiempos para el campo y los agricultores cerealistas, que están sufriendo este año la tormenta perfecta debido a una sequía que ha afectado sobremanera a las cosechas. Y es que se espera que la campaña de recogida del cereal de este año sea de los peores que se recuerdan en décadas, a lo que hay que sumar el descenso por encima del 25 por ciento del precio del cereal tras la sementera “más cara de la historia”.
La Junta prevé una cosecha de trigo que estará en el 80 por ciento de la media de los últimos 30 años, y de cebada en el 77 por ciento, porcentajes que solo fueron peores en 2017 en los últimos diez ejercicios, cuando se situaron en el 72 y 62 por ciento, respectivamente. Ese año, 2017, se recogieron algo más de 2,5 millones de toneladas de cereal, cuando una cosecha media supera los seis millones en la Comunidad. Esta predicción se produce cuando los agricultores tuvieron que gastar el doble este año cuando prepararon sus terrenos y sembraron, con un costes por hectárea de más de 1.000 euros, cuando se venían invirtiendo 500.
El observatorio de precios de los productos agrícolas de Castilla y León señala que en trigo blando la tonelada se abonó en mayo (últimos datos disponibles) a una media de 265,4 euros, un 26,3 por ciento menos que en el mismo mes de 2022, cuando alcanzó un máximo anual de 360,5 euros. Asimismo, la cebada estaba en mayo de 2022 a 343,3 euros la tonelada frente a los 251,8 euros de 2023, es decir, ha caído un 26,6 por ciento.
Lo mismo ocurre con la avena y el centeno, que se pagaron a 335 y 323,7 euros en octubre de 2022, y en abril de este año habían bajado a 254 y 245,3 euros, con rebajas del 24,1 y 24,2 por ciento, en cada caso. El maíz, también ha sufrido abaratamiento, ya que se abonaba a 343,8 euros la tonelada en octubre de 2022, frente a los 28,33 de marzo de 2023, un descenso del 17,6 por ciento.
El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, explica que en el resto del mundo “hay buena cosecha” y que está entrando cereal a los puertos y las fábricas de piensos mientras en la industria alimentaria no pagan más el grano que hay en España. “España no tiene puestos aranceles y con la bajada de precios del petróleo el transporte en barco se ha abaratado bastante, lo que hace que esté entrando todo el cereal que se consume de fuera a precios baratos", advierte, en declaraciones recogidas por Ical.
Dujo asegura que el precio lo marcan los puertos no la situación que hay de rentabilidad y denuncia que esta situación no se está trasladando al sector ganadero, "que paga los piensos caros a precios de los cereales cuando estaban caros”.
“La ruina está asegurada", lamenta el líder agrario, mientras recuerda que están gastando en la sementera lo que no cogieron el año pasado por ser un año malo. "Y ahora cogemos poco y barato,", dice, a la vez que augura que el campo perderá este año 2.000 millones de euros.
La Junta de Castilla y León anunció, en el Consejo Regional Agrario, un paquete de ayudas para el campo de unos 100 millones de euros para hacer frente a la sequía, que comprende 42 para ampliar la cobertura de los seguros agrarios y entre 45 y 60 millones para bonificar los intereses de préstamos con un periodo de amortización de cinco años. Sin embargo, las organizaciones agrarias consideraron las medidas “claramente insuficiente” puesto que sus peticiones partían de un mínimo de ayudas directas de 200 millones, que llegaban incluso hasta los 1.000.
Aunque esta cantidad para las organizaciones agrarias es insuficiente. De hecho, Dujo reclama ayudas de al menos 1.000 millones entre la Junta, el Gobierno de España y la UE.
Tractorada a Madrid
El coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, incide en que la situación en el campo autonómico es de “auténtico desastre” porque junto a las “catastróficas” producciones se unen unos costes de producción el doble que el año pasado y unos “precios a la baja, porque está entrando mucho cereal ucraniano, y los puertos están llenos”. “Es la peor campaña de los últimos 40 años”, advierte, mientras avanza que su organización ya está preparando una tractorada hasta Madrid este verano, para exigir un nivel de apoyos suficiente para salvar al sector.
Desde la Alianza UPA-Coag arremeten principalmente contra la especulación. Así, su coordinador, Aurelio González, denuncia que los precios de los cereales responden ya a la especulación de los mercados. “Antes se especulaba con el ladrillo y ahora con la alimentación”, se queja, mientras critica que el mercado interno no marca las pautas y ante un escasez de cosecha tan grave "no es justificable el descenso de los precios”.
"Con 1.000 euros de coste por hectárea, se necesitan 3.000 kilos de rendimientos a 300 euros la tonelada para salvar gastos”, apunta González, quien advierte del riesgo que se corre la próxima campaña del cierre de muchas explotaciones o de que se recorte al mínimo el gasto en las labores, y no hacer las cosas bien, con campos sin abonar, por ejemplo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar