Carlos Pollán destaca la utilidad de la cultura para ‘hacer barrio’ durante la entrega de premios Galería Urbana

El presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, ha destacado la utilidad de la cultura para ‘hacer barrio’ durante la entrega de premios de la decimocuarta edición del certamen Galería Urbana, impulsado por la asociación ZOES junto a la Fundación de Castilla y León y el Ayuntamiento de Salamanca a través de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes.

El evento, que ha consolidado el barrio del Oeste de la capital charra como un enclave de referencia del arte urbano en España, pretende fomentar la participación e implicación de los jóvenes en la vida ciudadana, la cultura y el arte, así como dinamizar la zona y tender lazos intergeneracionales entre los vecinos.

Carlos Pollán, en su intervención, ha puesto como ejemplo de cultura popular, de cultura a pie de calle, el certamen celebrado hoy en Salamanca y ha destacado que este tipo de iniciativas hacen que los vecinos sientan los barrios más propios.

La decimocuarta edición de Galería Urbana se ha celebrado desde el viernes en distintos puntos del distrito salmantino. Un total de 14 creadores han pintado, sobre puertas de garaje, sendos murales seleccionados de entre las treinta y cinco propuestas recibidas. Este año, la artista invitada ha sido Elisa Capdevila, una de las figuras con más proyección internacional en el ámbito del arte urbano.

El jurado ha concedido el primer premio al mural ‘¿Dónde se ha metido?’ (calle Juan de Juni, 11), una propuesta colorista y onírica que firma José Carlos González, mientras que Valeria Chairez se ha alzado con el segundo galardón, por su visión de la convivencia y la cotidianidad charra en Mañanas en Salamanca (calle Juan de Vera, 1).

Además, los miembros del jurado han decidido reconocer con un premio especial al mural realizado ex profeso para esta edición por el grafitero y tatuador salmantino Nego, ganador de cuatro certámenes de Galería Urbana, que se llevó a cabo en el marco de un concurso de pintadas por la paz de 1987 y que ha podido ser ‘restaurado’ gracias a imágenes de archivo (calle Juan Picornell, 32).

Como novedad, cada obra ha incluido un código QR con información sobre su desarrollo y sus autores, además de un boceto de los murales para que los espectadores pudiesen ver, durante su realización, cómo sería el resultado final. Sesiones de micrófono abierto, rutas por las distintas obras del barrio, conciertos, teatro de calle, un concurso de fotografía y charlas han completado la programación del evento.