Agricultura
Castilla y León participa en un proyecto para mejorar la predicción de riego en el viñedo
Se trata de una iniciativa en la que participa el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León
La Junta de Castilla y León participa en el Grupo Operativo PRERIVID, proyecto que mejorará la predicción de las necesidades de riego del viñedo para un uso sostenible del agua, que cuenta con un presupuesto de 589.371 euros, y una subvención de 583.385, cofinanciada al 80 % por fondos FEADER y al 20 % por el Ministerio de Agricultura.
La iniciativa, en la que participa el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, desarrollará una herramienta de riego de precisión que permitirá calcular las necesidades de agua a siete días, emitirá recomendaciones de riego y evaluará la calidad del mosto obtenido en función de las prácticas agrícolas realizadas, ha informado la Junta en nota de prensa.
El grupo operativo dispondrá de cuatro años para aportar soluciones innovadoras al sector vitivinícola mediante el desarrollo de una herramienta de riego de precisión que integre datos “a pie de parcela”, a fin de hacer frente a las alteraciones que sufre el cultivo derivadas del cambio climático y el creciente nivel de desertificación del terreno..
El desplazamiento de las estaciones del año, los fenómenos extremos, el aumento de las temperaturas y la disminución de precipitaciones ponen en riesgo la producción de la vid: dañan los cultivos, alteran la fecha de maduración de la uva y, sobre todo, limitan la disponibilidad del agua.
Actualmente, dos tercios de la superficie española se encuentra en riesgo de desertificación, y existen tierras cultivadas que ya presentan problemas, mientras que algunos estudios estiman una reducción del 20 % de precipitaciones anuales totales actuales para 2100, ha recordado la Junta.
Ante esta situación, el reto de gestionar de forma eficiente unos recursos hídricos cada vez más escasos exige estimar las necesidades de agua del viñedo con precisión, y las herramientas actuales para la programación el riego tienen limitaciones.
Ahorros del 20 %
El proyecto PRERIVI implica a viticultores, tecnólogos e investigadores y busca desarrollar una herramienta que integre datos medidos a “pie de parcela” —relacionados con la planta, el suelo y la meteorología— junto con la climatología global y las necesidades de riego a lo largo del año, así como datos sobre prácticas agrarias con un impacto en el consumo del agua.
La iniciativa prevé un ahorro de entre el 15 y el 20% de los recursos hídricos, y como se desarrollará en comunidades autónomas con diferentes climas —Castilla y León, Galicia y Comunidad Valenciana—, sus resultados serán extensibles a todo el sector viticultor e incluso a otros tipos de cultivo.
Varias etapas
El proyecto de innovación se desarrollará en diferentes fases, siendo la primera la instalación del equipamiento para la medida de datos meteorológicos y de humedad de suelo.
Esta información, junto con la predicción meteorológica obtenida para la ubicación de la parcela experimental, permitirá estimar las necesidades de agua a 7 días de cada parcela en función de la localización, la variedad de uva, la configuración del viñedo, el tipo de suelo, el sistema de riego y el momento del año.
En una segunda etapa, se evaluará el uso de prácticas agrícolas que contribuyen a reducir el consumo de agua en el viñedo, como son la aplicación de caolín y el uso de cubiertas vegetales.
Posteriormente, se analizará el efecto de los tratamientos de riego y las prácticas agrícolas en la calidad del mosto obtenido, y se estudiarán parámetros fisicoquímicos y compuestos claves para determinar la calidad de la uva y el vino.
Finalmente, se evaluará el impacto económico de la herramienta de gestión del riego en el viñedo, incluyendo el gasto en materias primas, personal y energía.
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