Ganadería

Coag teme que la enfermedad hemorrágica epizoótica afecte a más del 60% de la cabaña ganadera de Castilla y León

Lorenzo Rivera exige a las administraciones un protocolo “claro” e insinúa que “quizá” el Ministerio “ha pecado de ingenuidad” respecto a la importancia de la misma

Ganado vacuno en la Comunidad
Ganado vacuno en la ComunidadIcal

El coordinador de Coag Castilla y León, Lorenzo Rivera, apuntó este sábado su temor ante la posibilidad de que la enfermedad hemorrágica epizoótica acabe afectando a más del 60 por ciento de la cabaña ganadera en extensivo de la Comunidad. Aunque aún se desconoce el dato exacto de afección en todas las provincias, Rivera recordó que en Zamora la semana comenzó con ocho explotaciones y hoy hay más de un centenar en vigilancia, con “entre 20 y 28 muertes” registradas. “Probablemente, en la próxima semana esto se dispare a muchas más”, advirtió en declaraciones recogidas por Ical.

Los órganos de dirección de la organización profesional agraria se reunieron hoy en la Sala de la Lonja del Recinto Ferial de la Diputación, durante la celebración de Salamaq, para celebrar un Comité Extraordinario con el fin de “analizar el año agrícola que termina y estudiar las debilidades del sector para afrontar la futura campaña con garantías”. Entre otras cuestiones, se abordó la proliferación de la enfermedad hemorrágica epizoótica y la creciente preocupación entre los profesionales ganaderos.

“La mortalidad que estaba calculada en esta enfermedad, entre el uno y el dos por ciento, suponemos que se va a superar con creces”, advirtió el coordinador autonómico de Coag, matizando que “pueden a ayudar mucho estas lluvias, si es que al final caen, y la bajada de las temperaturas”. Pero, aun así, según abundó, “las explotaciones que tienen ya esa enfermedad introducida han tenido abortos, bajas de muerte, y, sobre todo, los animales más débiles y los de más edad son los que más están sufriendo”.

La enfermedad comenzó en noviembre de 2022, y el primer caso se dio en Italia. Las bajas temperaturas ayudaron a paralizar su transmisión, que se produce a través de la picadura de un mosquito. “Ni se transmite entre animales, ni hay posibilidad de zoonosis a las personas, y toda la carne y la leche no tiene ningún problema para el consumo humano, pero sí que hace un daño grave a la cabaña ganadera”, explicó Rivera.

En este sentido, señaló a los responsables institucionales por falta de previsión. “Siempre se pensó que quizás no iba a avanzar tan rápido y de una manera tan extensa en toda la Península Ibérica, incluido Portugal. Entonces quizás el Ministerio ha pecado de ingenuidad. Nos ha pillado todos en verano, en agosto, que es cuando más ha avanzado la enfermedad y no se han se han tenido esas reuniones de coordinación con las comunidades autónomas”, como la anunciada ayer en Salamaq por el propia ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.

“Empezó en Andalucía, siguió en Extremadura, Castilla la Mancha, y nos ha pillado en julio y en agosto, sin celebrar esas reuniones de coordinación con las comunidades autónomas. Con las altas temperaturas avanza con más rapidez. Los gastos veterinarios y de medicamentos se disparan y, salvo insecticidas, no podemos luchar de otra manera. Difícilmente vamos a matar mosquitos a cañonazos, es imposible”, insistió.

Vacuna y ayudas

Por esta razón, de cara a la reunión con el Ministerio, Rivera apuntó a la necesidad de que exista una “coordinación”, precisamente para tener cierto control de la enfermedad. Por otro lado, que se luche para el desarrollo de una vacuna y que sea efectiva el año que viene. “En el laboratorio, si no hay casos denunciados, si no hay suficiente cabaña ganadera que necesita esa vacuna, no se va a investigar y no se va a sacar una vacuna”, añadió. Por lo tanto, pidió que todos los casos que haya se denuncien. “Así el año que viene tendremos más posibilidades de que esta vacuna esté y podamos afrontarla como se está afrontando la lengua azul”, agregó.

Y en tercer lugar, el coordinador autonómico de Coag reclamó ayudas directas para los ganaderos que están afectados. “Bastante tienen consigo con los altos costes que están teniendo este año, la sequía y, además, una enfermedad como esta que es nueva, que era de otras latitudes, es verdad, pero a través de los vientos, por el norte de África, ya se pasó el año pasado a aquí. Y ha venido para quedarse, desgraciadamente”, advirtió.

Por su parte, el coordinador provincial de Coag Salamanca, Juan Manuel Cortés pidió un protocolo “claro” por parte del Ministerio y de la Junta. “Hasta ahora no se han recogido los casos. Es la queja mayoritaria de los ganaderos que llamaban a las unidades veterinarias. La respuesta era ‘vale, ahora sabemos que está habiendo, que estáis en zonas de prevalencia con animales infectados de la picadura del mosquito’”, concluyó.