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Sociedad

"España llegó reconciliada a la Transición"

Jesús García-Conde del Castillo, economista, activista y exprocurador de Vox, colabora con varias fotos en el libro de Carlos Romero "Valle de los Caídos: El espejo de un Régimen" que se presenta hoy en Valladolid

El activista, fotógrafo ocasional y economista, Jesús García-Conde del Castillo, durante una de sus numerosas visitas al Valle de los Caídos Cortesía de Jesús García CondeLa Razón

El Auditorio-Aula Magna del Estudio Agustiniano de Valladolid, situado en el céntrico Paseo de Filipinos, acogerá esta tarde a las ocho la presentación del libro "Valle de los Caídos: El espejo de un Régimen", escrito por el médico jubilado Carlos Romero.

Una interesante publicación con una visión muy completa sobre la historia de este emblemático lugar situado en el término municipal de San Lorenzo de El Escorial, en Madrid, y que es el principal monumento del Régimen de Franco construido entre 1940 y 1958, que el General concibió para favorecer la reconciliación de los españoles y no para conmemorar su victoria militar en la guerra civil española (1936-1939), como dice la propaganda del Gobierno de Sánchez, el presidente que exhumó los restos del dictador el 24 de octubre de hace seis años y que también ha cambiado el nombre del Valle de los Caídos por el Valle de Cuelgamuros, en cumplimiento de su mal llamada ley de memoria democrática, además de haber entrado en su última fase para resignificar dicho lugar y convertirlo en un espacio de "memoria y reconciliación" y como herramienta de "reflexión crítica sobre la guerra y la dictadura", según el Gobierno, que prevé también la construcción de un Centro de Interpretación o museo en la explanada de acceso a la Basílica que se extenderá hasta el interior de la misma.

Un libro en el que ha colaborado aportando varias fotos a algunos capítulos el vallisoletano Jesús García-Conde del Castillo, quien fuera procurador de Vox en las Cortes de Castilla y León entre 2019 y 2021, además de economista y activista en defensa del Valle de los Caídos ante los "ataques" que sufre por parte de Sánchez y su Gobierno, ahora con su proyecto de resignificación, quien habla con LA RAZÓN sobre esta nueva obra literaria que acerca un poco más "y desde la verdad" este lugar en el que se encuentran enterrados casi 35.000 combatientes de ambos bandos, que está formado por una Basílica católica, además de una Abadía y un Conjunto Monumental.

Cartas por el valle

García-Conde conoce bien el Valle de los Caídos, al que ha ido muchas veces con sus padres los domingos, sobre todo desde aquellas fechas entre 2010 y 2011 que, con la excusa de las obras en la Piedad, se restringió la posibilidad de ir a misa a la Basílica y se celebraban las eucaristías en la explanada con mucho frío. "Siempre me he sentido siempre muy concernido ante las amenazas que este lugar ha sufrido desde entonces hasta ahora", señala el también colaborador de La Gaceta de la Iberoesfera y La Iberia. Tal es así que desde diciembre del año pasado inició una campaña bajo el lema "Cartas por el Valle", para que todo el mundo pudiera escribir una carta al Papa para concienciar sobre las amenazas que sufre el Valle de Cuelgamuros.

Una iniciativa, que buscaba hacer llegar al sucesor de Pedro -en aquél entonces al Papa Francisco- miles de cartas de fieles expresando su deseo de que la Santa Sede proteja el Valle de los Caídos, símbolo de reconciliación y fe, y que impidiera la expulsión de los monjes benedictinos que lo custodian, y que ha tenido gran acogida.

De hecho, cuenta que han recibido misivas de muchos sitios y que él mismo envió cientos de ellas que la gente le fue firmando en la calle. "Nos hemos movilizado bastante, hasta el punto de que en marzo, con motivo del inicio del proyecto de resignificación, convocamos varias misas masivas a las que acudió bastante gente y mucha de Valladolid", apunta.

En cuanto al libro, considera que Carlos Romero ha escrito una obra extraordinaria sobre el Valle de los Caídos, sobre todo, dice, porque ofrece una visión completa sobre toda la historia del valle, desde el mismo planteamiento y sus orígenes hasta hoy que está amenazado. Pero, especialmente, por lo que escribe sobre el Centro de Estudios Sociales, algo que considera una novedad ya que hay pocos libros que hablen de este espacio que surgió como una plasmación práctica de la idea de reconciliación y de superación de la guerra, que funcionó desde 1958 hasta 1982 de la mano de la Fundación de la Santa Cruz, en la que se dejaba claro que uno de los fines del Valle de los Caídos era el estudio de la doctrina social de la iglesia como garante de la paz y de la justicia social en España "para evitar que se repitieran los conflictos que se habían creado de 1936 al 39".

Por sus aulas pasaron en los primeros años buen número de sacerdotes, seminaristas y universitarios que en cursos cíclicos de verano recibieron una vasta iniciación en las ciencias y en la moral sociales, según apuntan en la web de la Abadía de la Santa Cruz, donde explican que la dirección del Centro corría a cargo de la Comunidad Benedictina con la colaboración de una Secretaría General que tuvo su sede en las dependencias del Patrimonio Nacional y de una Junta Rectora a la que incumbía la aprobación de las actividades y de los presupuestos anuales.

Una publicación de alrededor de 500 páginas que, según García-Conde, "refuta la mentira" de que el Valle de los Caídos fue un monumento al Régimen de Franco así como "concienciar" a la sociedad acerca del acoso que sufre este lugar a partir de las leyes de memoria histórica y democrática de los Gobiernos socialistas de Zapatero y Sánchez, respectivamente.

El economista vallisoletano insiste en que Franco no concibió el Valle como un monumento de recuerdo el bando nacional, y señala que solo la cúpula que está encima del altar recuerda al bando vencedor.

Signo de la cruz

Además, apunta que detrás de los tapices que rodean la nave de acceso a la Basílica había originalmente unos bajorrelieves que sí tenían recuerdos a la Guerra Civil pero que fue el mismo jefe del Estado, el General Francisco Franco, el que hizo tapar dichos bajorrelieves "porque, según decía, el Valle de los Caídos no estaba para eso, sino como monumento de reconciliación bajo el signo de la cruz".

"No se trataba de hacer resaltar a un bando sobre el otro", continúa García-Conde, quien señala al respecto que las ocho esculturas que hay encima de los bancos de la Basílica recuerdan a las facciones de la contienda.

Por todo ello, asegura que defender al Valle de los Caídos "es defender la memoria de unos españoles entregaron su vida por una España mejor". Y haciendo suya la frase del escritor y filósofo británico G.K. Chesterton, cuando dijo que "la tradición es la democracia de los muertos", en alusión a que debemos dar voz a nuestros antepasados al tomar decisiones importantes, como el voto, ya que su legado contiene la sabiduría acumulada de generaciones pasadas, el activista considera que de ser así, la urna "más digna" es del Valle de los Caídos porque allí están depositados los actos de voluntad de 35.000 españoles (30.000 de un bando y cinco mil de otro), que sacrificaron sus vidas por una España mejor.

"Fue el bando ganador el que acogió al perdedor hasta el punto de que hay 114 enterrados en el valle que murieron perdonando a sus enemigos y por eso son Beatos y Siervos de Dios", insiste el ex parlamentario, mientras recuerda que todo esto se hizo bajo el signo de perdón de la cruz.

El economista también echa en cara a la jerarquía de la Iglesia que no se haya manifestado con claridad y contundencia en favor de la integridad del Valle de los Caídos, que es lo que asegura que los fieles reclaman. "Lo que no se conoce no se puede proteger, y ahí está el peligro", advierte. Por ello insiste en la importancia de movilizarse para que se conozca la verdad del Valle de los Caídos. "Si el Vaticano y muchos obispos conocieran este lugar de verdad a buen seguro que se sumarían a la defensa de los fieles por este lugar", afirma.

Además, y respecto al cambio de nombre por el de Cuelgamuros, señala que ya el decreto de 1957 llama al valle físico como tal, y recuerda al Gobierno que este nombre viene de cuelga moros, por lo que, con cierta sorna, señala que igual Sánchez no quiere mantener ese nombre.

Profundo significado teológico

García-Conde destaca también que este libro llega en un momento "oportuno", aunque conocer la historia lo es siempre, dice, y hace hincapié en que uno de logros de Franco fue el de la reconciliación de los españoles. "España llegó reconciliada a la Transición", afirma, y que si esto pudo hacerse es porque antes se habían creado las circunstancias idóneas para que unos y otros pudieran convivir perfectamente.

Finalmente, asegura que la reconciliación de los españoles tiene además un significado teológico profundo: "Si los hombres nos reconciliamos con Dios por su sacrificio en la cruz, de alguna manera los hombres nos reconciliamos también a ejemplo de ese símbolo de la cruz. "Y esto es lo que se quiso hacer en el Valle de los caídos", concluye.