Medio ambiente
El fuego da una tregua este año a Castilla y León
En lo que va de año se han quemado 450 hectáreas de superficie arbolada en 796 incendios forestales, la mayoría conatos, aunque el consejero Suárez-Quiñones pide prudencia porque queda mucho verano aún
Tras un 2022 catastrófico en Castilla y León en lo que a incendios forestales se refiere, sobre todo en la provincia de Zamora, donde dos grandes fuegos en la Sierra de la Culebra se llevaron por delante más de 55.000 hectáreas y la vida de cuatro personas, lo cierto es que este 2023, por el contrario, y especialmente este verano, está siendo muy benévolo con la Comunidad, gracias sobre todo a las inclemencias meteorológicas que no han sido tan extremas como el pasado año -donde hubo vientos de 70-80 kilómetros por hora y la sequedad de materia leñosa, mucho más rápida en su propagación-, a pesar del calor y de las cinco alertas establecidas, pero también al buen hacer y rapidez de los miembros del servicio de extinción de incendios. Un operativo reforzado” este año tras el acuerdo surgido del Diálogo Social, con una inversión de 143 millones de euros.
Y es que hasta el momento, y toquemos madera, "sólo" se han quemado solo 450 hectáreas de superficie arbolada en lo que va de año en Castilla y León, un 92 por ciento menos que la media del último decenio, que alcanza las 5.679 hectáreas, según ha informado este lunes el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, tras el Consejo de Gobierno celebrado hoy, el primero tras casi un mes, en lo que ha sido el regreso del Gobierno autonómico de manera oficial al día a día de su acción de Gobierno.
Si bien, el consejero matizaba que si se tiene en cuenta todo tipo de superficie forestal, tanto arbolada como no arbolada, a día de hoy se anotan 2.693 hectáreas, cuando la media es de 15.482, es decir, un 83 por ciento menos.
“Estamos avanzando, pero hay que mantener la prudencia, sin triunfalismo, porque todo puede cambiar en cualquier momento, y en Castilla y León lo sabemos bien”, decía Suárez-Quiñones, en declaraciones recogidas por Ical, mientras revelaba que desde el 1 de enero se han contabilizado 796 incendios forestales (en torno a un 25 por ciento por debajo de la media de los últimos diez años), a los que se suman otras 393 intervenciones en superficie agrícola y periurbana.
La mayoría de estos incendios (82 por ciento), además, han sido conatos, o lo que es lo mismo, aquellos que han afectado a una hectárea o menos, que mide el rendimiento del operativo, y que se ha situado 15 puntos por encima de la media de los diez años.
El consejero desvelaba también que aparte de en Castilla y León, el operativo regional de extinción de incendios ha intervenido en 21 ocasiones fuera de la Comunidad: ocho en Cantabria, cuatro en Extremadura, dos en Galicia, una en Castilla-La Mancha y Madrid, en cada caso, y cinco en Portugal, especialmente en el de Argozelo, en la frontera con Aliste (Zamora), que se controló a un kilómetro de la raya zamorana. Además, señaló que en este 2023 se han declarado cinco alertas de Infocal, con numerosos avisos internos.
Suárez-Quiñones, que mostró su solidaridad con Tenerife por el incendio que arrasa la isla estos días, para el que deseó su “pronta estabilización, inmediato control y que acabe sin daños personales.
Alerta por riesgo extremo
Por otro lado, este lunes el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) ha publicado la situación de alerta hasta el miércoles, a raíz de las previsiones de Aemet por altas temperaturas, tanto diurnas como nocturnas, que eleva el riesgo de “fuegos de carácter convectivo, que podrían convertirse en grandes incendios”.
Así se declara situación de alerta por riesgo meteorológico de incendios forestales para hoy lunes, el martes y el miércoles en la Comunidad por altas temperaturas. En este sentido, se suspenden todas las autorizaciones para el uso del fuego que se hayan otorgado, debido a las elevadas temperaturas.
La Junta prohíbe encender fuego en el monte en todo tipo de espacios abiertos, así como en zonas recreativas y de acampada, incluso en las zonas habilitadas para ello; el uso de barbacoas en espacios abiertos, incluyendo aquellas autorizadas; la suspensión de todas las autorizaciones para el uso del fuego que se hayan otorgado; la prohibición de la introducción y uso de material pirotécnico y suspensión de las autorizaciones para el lanzamiento de cohetes o artefactos de cualquier clase que contengan fuego; la utilización de maquinaria en el monte y la franja de 400 metros que lo circunda, cuyo funcionamiento habitual genere fuego, deflagración, chispas o descargas eléctricas, tales como sopletes, soldadores o radiales.
Además, el módulo de parada de las cuadrillas de tratamientos selvícolas preventivos se incrementará a nivel D (8 horas) y el de las unidades de brigada y autobomba (UBA) se incrementará a nivel E (10 horas).
Se exceptúa de estas prohibiciones el uso de esa maquinaria en actuaciones de emergencia e interés general, destinadas a la reparación urgente de infraestructuras públicas, servicios de energía eléctrica, gas natural, telecomunicaciones, etc. siempre y cuando éstas hayan sido comunicadas a los Servicios Territoriales de Medio Ambiente previamente y se realicen conforme a las medidas establecidas por éstos.
Las empresas extremarán la precaución, contando con los medios necesarios para abordar la extinción de cualquier conato de incendio que se pudiera producir a consecuencia de su actividad.
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