Cargando...

Tradiciones

Golpes de calor y una parada cardiorespiratoria en la romería más popular del Lunes de Pentecostés en España

Miles de zamoranos acompañan a la Virgen de la Concha en su peregrinación hasta La Hiniesta, una tradición que cumple 735 años

Miles de zamoranos participan en la tradicional romería de la Virgen de la Concha entre Zamora y La Hiniesta Miriam ChacónIcal

Un año más, como cada Lunes de Pentecostés, los zamoranos celebran con entusiasmo una de las tradiciones más queridas y arraigadas en la capital y de la localidad de La Hiniesta: la peregrinación de la Virgen de la Concha desde Zamora hasta este municipio vecino, en una romería con más de setecientos años de historia, concretamente 735, según documentos que se conservan.

Una fiesta que ha tenido este año al calor como protagonista, con el sol luciendo en todo lo alto, lo que ha propiciado que miles de personas hayan querido participar de la misma para rememorar el camino en el que acompañó a la Virgen de La Hiniesta desde su refugio temporal en la iglesia de San Antolín, donde habita la primera, hasta su nuevo hogar en este templo.

De hecho, estas altas temperaturas, de hasta 34 grados centígrados, han provocado cuatro atenciones sanitarias durante la mañana, tres de ellas por golpes de calor y una cuarta que obligó a un hombre a ser trasladado de urgencia en ambulancia al Hospital Virgen de la Concha de Zamora tras sufrir una parada cardiorrespiratoria.

La romería asienta sus orígenes en un documento de finales del siglo XIII que habla de la aparición de una imagen de la virgen al rey Sancho IV, que tras ello ordenó fundar la localidad de La Hiniesta y erigir su iglesia de Santa María la Real.

En señal de hermanamiento, cada Lunes de Pentecostés se celebra esta peregrinación en la que la Virgen de la Concha acude a ver a su "hermana" , la Virgen de la Hiniesta.

Los cofrades de la Concha se daban cita puntuales a las ocho de la mañana en la iglesia de San Antolín de la capital zamorana, para dar comienzo a esta tradición con una procesión que se prolongaba hasta el mediodía, con diversas paradas establecidas en el recorrido.

En una de ellas a las afueras del casco urbano de Zamora, junto a la cruz del Rey Don Sancho, según fija la tradición, el niño Jesús que acompaña a la Virgen ha "desaparecido" para no ser reintegrado junto a la imagen llevada en andas de la madre de Jesús hasta llegar a la última parada antes de juntarse con los vecinos de La Hiniesta.

Poco antes de llegar al pueblo, con la presencia de los pendones de ambas cofradías, que se entrelazaron como si fuera un abrazo, en un baile muy aclamado y esperado, los alcaldes de ambos ayuntamientos, Francisco Guarido, de Zamora, Ricardo Casas, de La Hiniesta, se intercambiaron los bastones de mando en señal de hermanamiento, recibiendo cada uno el suyo, después de que el Día de San Marcos, en abril, se los cambiaran por primera vez.

Además, las niñas de primera comunión y las quintas de La Hiniesta recitaban poesías a la virgen antes de que, entre música tradicional de flauta, gaita y tamboril, la procesión haya continuado hasta la iglesia de Santa María la Real, dotando a la romería de un halo más que especial.

A lo largo de todo el recorrido se ha entonado una melodía identificativa de esta romería acompañada de una cuenta del uno al ocho que concluye con un prolongado grito de 'Coooncha', que da paso de nuevo a la entonación de la música típica de la celebración.

Al mediodía, la iglesia de Santa María la Real acogía la tradicional misa y tras ella, los romeros han podido fotografiarse junto a la patrona de Zamora antes de que a las cinco de la tarde estuviese previsto su regreso a Zamora.

Iglesia de leyenda

La leyenda relata, tal y como desgrana la Cofradía, que a finales del siglo XIII, el rey Sancho salió de caza, y cuando perseguía una perdiz que se había refugiado en un arbusto de retama halló la imagen de una virgen a la que prometió erigir un santuario en su nombre. Para ello liberó de cargas y pechos a doce colonos, que fueron los encargados de levantar el edificio, que es el resultado de una serie de etapas constructivas que abarcan desde el siglo XIII hasta el XVII.

Al sur del tramo central de la nave se abre una portada gótica, escondida bajo un amplio pórtico con bóveda de crucería. En los laterales de esta portada se hallan dos galerías de arcos ciegos. Los inferiores se apoyan sobre un banco corrido y los superiores, cobijados por doseletes, contienen esculturas de santos y personajes bíblicos entre las que estarían la Virgen de La Hiniesta, un ángel anunciador y otra virgen en estado de buena esperanza que se trasladaron al interior del templo. Lo más destacado de la portada es el tímpano, dividido en dos registros: en el interior se representa la despedida de los Reyes Magos de Herodes hasta su llegada a Belén; en el superior, Cristo Juez entre San Juan y la Virgen.

En la década de 1720 se levantó la torre espadaña. Fue declarado Monumento Histórico por decreto de 2 de marzo de 1944.

"La romería es un acto tradicional que demuestra el arraigo que la cofradía de la Virgen de la Concha tiene en Zamora", destacaba Francisco Guarido en declaraciones recogidas por Efe. El máximo responsable municipal de La Hiniesta, por su parte, aseguraba que el de hoy es el día más grande de todo el año para este municipio en el que viven apenas trescientas personas que con esta celebración, "renovamos lo que somos, quienes somos y por qué estamos aquí", apuntaba.