Cargando...

Historia

Hallan en Zamora el esqueleto más completo de Europa de un cocodrilo terrestre del Eoceno

La campaña liderada por el Departamento de Geología de la USAL y el Grupo de Biología Evolutiva de la UNED localiza un nuevo punto fosilífero que permite avanzar en el estudio de los antiguos ecosistemas de la península ibérica

Fósiles del cocodrilo encontrado Univ. Salamanca

La cuenca del Duero, situada en el noroeste de la península ibérica, presenta una amplia variedad de formaciones sedimentarias que conservan restos fósiles de flora, fauna y microfósiles. Registros que han permitido a la comunidad científica identificar cambios en la biodiversidad, distribución de los ecosistemas y las condiciones climáticas predominantes durante el Eoceno. Un periodo geológico que abarca aproximadamente entre hace 56 y 34 millones de años y que fue testigo de importantes transformaciones climáticas y ecológicas a escala global.

En este contexto, científicos del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca, en colaboración con investigadores del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED, acaban de hallar en Zamora el esqueleto más completo de Europa de un cocodrilo terrestre del Eoceno, el Iberosuchus. Un “primitivo depredador terrestre que habitó la península ibérica hace más de 40 millones de años y que tenía sus parientes más cercanos en ecosistemas del hemisferio sur”, informan.

Investigadores trabajando en el yacimientoUniv. Salamanca

El excepcional hallazgo es fruto de la actividad de investigación de la primera campaña paleontológica realizada en más de 30 años en los yacimientos de vertebrados del Eoceno de la cuenca del Duero y supone la reactivación de las investigaciones asociadas a la ‘Sala de las Tortugas de la Universidad de Salamanca’, que tuvieron su periodo de mayor actividad a principios de la década de 1990.

Como fruto de las recientes prospecciones efectuadas, los investigadores de la USAL y la UNED han localizado ahora un nuevo punto fosilífero en la provincia de Zamora, donde se ha recuperado el esqueleto más completo conocido a nivel europeo de este reptil, entre otros registros fósiles de interés.

El nuevo yacimiento zamorano aporta información anatómica nueva sobre la armadura dérmica (osteodermos) y el esqueleto apendicular (huesos largos y elementos del pie) de Iberosuchus. Según Francisco Ortega, investigador de la UNED, los hallazgos resultan inesperados porque “el ejemplar excavado es el esqueleto postcraneal más completo del registro fósil de un cocodrilo de estas características, que son muy escasos en Europa”.

En el mismo yacimiento se han recuperado también fósiles de otros vertebrados que permiten reconstruir la asociación faunística. Adán Pérez García, investigador de la UNED especialista en tortugas fósiles, considera que los restos fósiles de tortugas presentes en el yacimiento “son relevantes para comparar la diversidad representada con la de otros conjuntos fosilíferos clásicos del Eoceno de Castilla y León”.

Reactivación de los trabajos paleontológicos

En cuanto a la reactivación de los trabajos paleontológicos en la cuenca del Duero, Santiago Martín de Jesús, comisario científico de la actual exposición de la ‘Sala de las Tortugas’ y participante en las excavaciones, indica que “es una satisfacción retomar las actuaciones paleontológicas que permitirán recuperar un patrimonio científico que merece que le prestemos más atención”.

Por su parte, José Manuel Gasca, del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca y responsable académico de la ‘Sala de las Tortugas’, subraya que, en la actualidad, “existe un grupo de trabajo emergente en torno a los paleoambientes y antiguos ecosistemas de la cuenca del Duero, con carácter multidisciplinar y con vocación de poner en valor y ampliar la colección científica de la Sala de las Tortugas”.

De hecho, investigaciones pasadas han revelado la presencia de ciertos grupos fósiles, como mamíferos primitivos, reptiles, insectos, polen y restos vegetales, que ha permitido reconstruir ambientes de tipo tropical o subtropical, con una vegetación densa y húmeda que contrastaba con paisajes más áridos en otros momentos del Eoceno.

Las nuevas campañas, que continuarán en los próximos meses, están parcialmente financiadas por distintos proyectos nacionales (Ministerio de Ciencia e Innovación) gestionados desde varias universidades (USAL, UNED, Universidad de Zaragoza y Universidad del País Vasco).

Cabe destacar que la investigación desarrollada en los yacimientos del Duero contribuye al entendimiento de la conexión entre las faunas ibéricas y las del resto de Europa. Al situarse en una posición geográfica estratégica, la cuenca del Duero funcionó como un corredor biogeográfico por el que pudieron difundirse distintas especies, lo que facilita el estudio de las migraciones, extinciones y adaptaciones evolutivas.