Cultura
Las iglesias más impresionantes de España en pueblos que no superan los 100 habitantes
Se trata de templos de todos los estilos arquitectónicos, pero entre los que destaca el Románico
España cuenta con un vasto patrimonio arquitectónico religioso. Son muchos los municipios en todos los rincones de nuestro país que reúne "joyas" que aún están por descubrir por el gran público. Por este motivo, la prestigiosa web de viajes ArteViajero, una de las más seguidas en nuestro país, ha elaborado una lista con las iglesias más impresionates en pueblos, que en muchos casos no superan los 100 habitantes.
Y es que sucedía más de lo que la gente cree en España, ya que en todos los periodos las pequeñas localidades se hacían fuerte con el objetivo de defender su patrimonio, y en estas zonas se construían verdaderas joyas arquitectónicas que han llegado a nuestros días, y que se han convertido en referentes turísticos. La peculiaridad de este viaje al pasado por parte de "ArteViajero" es que estos templos son de todos los estilos arquitectónicos posibles, aunque el que sobresale por encima de todos es el Románico.
Bisjueces
@ArteViajero_com inicia su viaje en Bisjueces, de 33 habitantes, es un pintoresco pueblo de Las Merindades (Burgos), que cuenta con una monumental iglesia en donde se puede destacar su espectacular pórtico renacentista, atribuido a los célebres Juan de Vallejo y Simón de Colonia.
Según la tradición, la localidad de Bisjueces era el lugar donde los Jueces de Castilla Laín Calvo y Nuño Rasura impartían justicia. Por este motivo, a ambos lados de la puerta de la iglesia se disponen las estatuas sus sedentes en unas hornacinas. Dos columnas estriadas enmarcan el arco de medio punto de la entrada, cuyas enjutas se decoran con unos pegasos convertidos en grutescos, angelotes y dos medallones con el busto de un hombre con concha de peregrino y una mujer.
Sobre el entablamento aparecen representados San Pedro, San Pablo y San Juan dentro de hornacinas y, sobre ellos, como remate, un tondo con la figura de Dios Padre bendiciendo. En los pies de la iglesia se dispone una torre cuadrangular de tres pisos con un cuerpo campanario superior en la que encontramos uno de los ejemplos de gárgolas existentes en esta Merindad.
El interior del templo lo forma una sola nave de tres tramos cubiertos con bóvedas de terceletes y crucería que desemboca en una cabecera con dos capillas a ambos lados. En la sacristía se conservan pinturas medievales que representan la Epifanía.
El retablo rococó es de finales de siglo XVIII, obra de Bernardo de San Miguel y Juan Rojo. En el lado del Evangelio se encuentra una magnifica talla de la Virgen con el Niño y San Juanito. Es notable también el púlpito renacentista de piedra.
El templo fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1991. El pueblo conserva además varias casas blasonadas y buenas muestras de arquitectura popular.
Villamorón
La siguiente parada es en Villamorón, también en la provincia burgalesa, un pueblo de un solo habitante que recibe al visitante con una espectacular iglesia, construida a mediados del siglo XIII. Es un edificio de carácter protogótico, fechable a mediados del siglo XIII, en el que aún se observan algunas formas constructivas y decorativas heredadas del románico. Fue levantado en sillería caliza, y consta de una cabecera cuadrada y tres naves de cuatro tramos con tres portadas, una al sur y dos cegadas, al oeste y al norte.
En el exterior de la iglesia se aprecia la existencia de múltiples vanos, a modo de pequeños óculos lobulados abiertos en la nave central. Un gran rosetón preside la fachada occidental. En la nave norte, los ventanales son ciegos. El único acceso es la puerta meridional que se organiza en seis arquivoltas apuntadas lisas.
Un amplio y casi amurallado atrio protege esta fachada. Las otras dos se encuentran cegadas. En el lateral de la portada sur hay una inscripción en la que se indica la fecha del fallecimiento de una mujer en 1261, probablemente una de las personas que financiaron la obra.
En el interior destaca la altura de la nave central, que contrasta con las reducidas dimensiones de las laterales, todas ellas cubiertas por bóvedas de crucería. Los muros se hallan revocados, y tanto en los capiteles como en las bóvedas se hallan pinturas barrocas realizadas a finales del siglo XVIII por la familia de los Carazo. La capilla mayor se eleva en altura dando lugar a una torre que se divide en cuatro cuerpos desiguales. El segundo se remata en una cornisa recorrida por arquillos ciegos apuntados.
Berlanga de Duero
Esta localidad soriana cuenta con más de 850 habitantes, que cuenta con la Colegiata de Santa María del Mercado, un templo de estilo gótico-renacentista que sorprende por sus dimensiones y porque fue construida en tan solo cuatro años.
Los motivos de la construcción de este edificio respondían a una clara intención propagandística y de exaltación del linaje promotor de las obras —buen ejemplo de esta intención lo encontramos sobre la puerta de entrada a la Colegiata, donde se encuentra el escudo de armas de los Tovar y de los Velasco—, estrechamente vinculado al cambio de mentalidad y de modos de vida que la nobleza estaba experimentando a comienzos de la Edad Moderna.
Tras el derribo de las diez iglesias románicas que había en la villa, los señores de Berlanga dieron comienzo a la construcción de la colegiata en 1526, una obra que formaba parte de un proyecto arquitectónico más amplio que incluía la construcción de otros edificios (el palacio y la fortaleza artillera) y que tenía como finalidad la transformación urbana de la villa de Berlanga en una auténtica villa renacentista y de representación ducal.
Se trata de una iglesia de tres naves de altura similar, con una cabecera centralizada y tres tramos de capillas más bajas entre contrafuertes. En general, las formas son sobrias, de traza renacentista, sin embargo las bóvedas de crucería corresponden al gótico, con un diseño de cuatrifolios. Por tanto, se podría enmarcar en un momento de transición del estilo tardogótico al renacentista.
Lo primero que se ve nada más entrar en el edificio, colgado de la pared, es el espectacular caimán negro que Fray Tomás trajo de las Islas Galápagos en su regreso a Berlanga, conocido popularmente en la villa como “el lagarto”. Este animal, tan exótico y raro en tierras castellanas, debió impresionar profundamente a los berlangueses, por eso, cuando murió, decidieron disecarlo y colgarlo de una de las paredes de la colegiata, como prueba irrefutable de la existencia de un animal tan peculiar.
Cubriendo todo el espacio del ábside de la Capilla mayor, se encuentra el monumental retablo barroco de estilo churrigueresco realizado en 1714. Elaborado en madera desnuda sin ningún cubrimiento y compuesto por cuatro columnas salomónicas de gran tamaño (cada una labrada en un solo tronco), con una decoración vegetal de racimos de uvas.
Situada a la izquierda de la Capilla Mayor, consta de un sepulcro doble y un gran retablo gótico. La capilla fue fundada en 1516 y aquí se encuentra enterrado Juan Ortega Bravo de Laguna, obispo de Ciudad Rodrigo, Covadonga y Coria, junto a su hermano gemelo, Gonzalo Bravo de Laguna, alcalde de Atienza.
Villalcázar de Sirga
En la pequeña localidad palentina de Villalcázar de Sirga, de 174 habitantes, se encuentra una de las iglesias más espectaculares de la arquitectura gótica en España. En ella merece una atención especial su maravilloso pórtico.
El templo de Santa María la Blanca se emplaza en pleno corazón de la localidad de Villalcázar de Sirga. Sorprende por la majestuosidad de sus dimensiones catedralicias, destacando sobre la localidad nada más adentrarse en el entorno de la iglesia. Recibe al visitante un laureado pórtico con doble friso en su lado meridional, todo él de gran valor artístico con interesantes recursos escultóricos, labrados en el siglo XIII.
Fue Villalcázar plaza templaria, dejan su impronta en el templo, siendo considerada en 1307 una de las 28 encomiendas de la orden del Temple en la corona de Castilla, más tarde pasa a ser propiedad de la Orden de Santiago. Se inicia su construcción en los años finales del siglo XII, en épocas de transición románico góticas. Alfonso X compuso las cantigas de Santa María inspirándose en la imagen de su Virgen.
El templo se construye en tres naves separadas por pilares cruciformes y bóvedas de crucería, crucero y tres ábsides en el lado de naciente. En la nave del Evangelio se conservan excelentes retablos repletos de esculturas, relieves, pinturas y otros ornamentos de primer orden. En unos de los retablos fechados en los siglos XVI y XVII, se encuentra una escultura de la Virgen del Rosario además de diversas pinturas sobre tabla.
El retablo mayor es de fábrica sobresaliente, luce relieves deManuel Álvarez. Destacan pinturas del primer cuarto de siglo XVI así como obras del Maestro de Villasirga, podemos ver una excelente escultura de la Virgen con el Niño datada en el siglo XIII y un Calvario del siglo XIV.
Bolea
La Colegiata de Bolea (Huesca), de 491 habitantes, fue construida en un estilo gótico-renacentista. Además de sus dimensiones, es conocida por conservar un magnífico retablo que está considerado como una obra maestra del primer renacimiento español.
Santa María del Campo
La localidad burgalesa de Santa María del Campo es un pueblo de 509 habitantes que sorprende por su espectacular iglesia. Construida entre los siglos XIII y XVIII, la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Santa María del Campo, es una de las más ricas y de mayores dimensiones de la provincia de Burgos.
Destaca su torre renacentista, joya del Renacimiento español, obra de Diego de Siloé y Juan de Salas. La torre cuenta con tres cuerpos: el inferior que resguarda bajo un pórtico a modo de arco del triunfo la portada principal del templo; el segundo cuerpo, en el que se abre un ventanal con arco de medio punto partido por maineles; y el tercero, obra de Juan de Salas (discípulo de Siloé) con dos pisos con elegantes ventanas, rematado por una cornisa con balaustres y pináculos en las esquinas. Toda la torre está decorada con decoración escultórica de estilo renacentista y plateresco. La linterna que remataba la torre fue derribada por el gran terremoto de Lisboa. La que puede verse hoy es obra del maestro Ondategui (del siglo XVIII).
En el exterior, además de su torre, resalata su portada lateral gótico flamígera del siglo XVI, obra de Simón de Colonia o de su escuela.
En el interior llama la atención su importante colección de obras de arte que incluye varias tablas de Pedro Berruguete v Juan Sánchez situadas en el trascoro, unas importantes custodia y cruz procesional góticas, tapices flamencos del siglo XVI, un púlpito gótico mudéjar del siglo XVI, una sillería del coro gótica flamígera de la escuela del Coro de los Padres de la Cartuja de Miraflores del siglo XV, varios retablos, la cajonería de la sacristía del siglo XVI, varios sepulcros y una escalinata del altar platerescos. Además cuenta con un claustro del siglo XV.
As Ermidas
El Santuario de As Ermidas (Orense) de 55 habitantes, ofrece una de las fachadas más impresionantes de la arquitectura de estilo barroco en Galicia. Sus obras fueron iniciadas en el año 1624 por el obispo de Astorga.
Sasamón
La Iglesia de Santa María la Real del municipio burgalés de Sasamón, de 934 habitantes, es un templo que sorprende por sus dimensiones catedralicias. Además puede considerarse como una de las obras capitales del #arte gótico en Castilla y León.
Fue sede eventual del obispado en la época alto-medieval. Se compone de dos partes: una cabecera de grandes dimensiones, con un crucero de brazos muy largos, y cinco capillas en él (tipo abacial cisterciense); y un cuerpo de 3 naves y 5 tramos, de pequeño tamaño.
El crucero tiene dos naves de igual altura, cosa extraña. En los elementos, la identidad con los de la Catedral burgalesa salta a la vista, sobre todo con la Puerta del Sarmental. El tímpano y el dintel reiteran la iconografía de Cristo Majestad con el Tetramorfos , más el apostolado. Otra de las puertas es la de San Miguel, de estilo florido y compuesta de dos cuerpos con varias archivoltas separadas por finos juncos con exuberantes adornos vegetales y animales.
En el interior, la capilla de San Bartolomé, de bóveda de crucería, posee una pila bautismal de fina labor ojival florida y la capilla de Santiago tiene un bello retablo plateresco. El claustro, obra de Juan de Colonia, posee unos bellos arcos, a pesar de las consecuencias del fuego; y ha sido restaurado recientemente.
Villanueva de la Jara
La Basílica de Nuestra Señora de la Asunción en Villanueva de la Jara, 2.292 habitantes, es una de las muestras más notables de arquitectura gótica tardía en la provincia de Cuenca. Fue construida a principios del siglo XVI sobre un castillo propiedad del Marqués de Villena.
Gumiel de Izán
La provincia de Burgos se puede considerar como un auténtico museo al aire libre. Prueba de ello es también la Iglesia de Gumiel de Izán, de 594 habitantes. En ella destaca su espectacular fachada, una maravilla del Barroco diseñada por el arquitecto Pedro Díez Palacios.
Es el monumento más importante de Gumiel de Izán y está dedicado a la Asunción de la Virgen de Santa María. Fue construida entre los siglos XIV y XVII sobre una iglesia románica anterior, del siglo XIII, de la que se conserva la torre y la fachada norte. El interior es gótico, de tres naves y cuatro tramos, con distintas alturas pero misma longitud.
La bóveda es de crucería y en algunos de sus nudos se pueden contemplar los escudos de algunos de sus mecenas. Cuenta con varias capillas, entre las que destacan la del Rosario, la del Cristo de la Paciencia o la capilla de San Miguel, en la que pueden verse los escudos de la familia del Marqués de Santillana, que aunque fue señor de Gumiel durante tan solo seis años, dejó su huella en la construcción de la iglesia. La fachada y las escalinatas exteriores son barrocas.
En el interior destaca, sin duda alguna, el retablo del altar mayor, tardogótico, de principios del XVI, que narra en grupos escultóricos distintas escenas de la vida de Jesús, así como de la Virgen María. Las tallas dedicadas a la Virgen ocupan la calle central del retablo: nacimiento, ascensión y coronación. Se remata el retablo con un calvario. Otros personajes, como el rey David con el arpa desenfundada, completan el conjunto, cuyas piezas han viajado a la exposición Las Edades del Hombre en distintas ocasiones. En la exposición que tuvo lugar en Bruselas (1996), Gumiel de Izán participó con una pieza excepcional: una virgen románica sedente del siglo XII.
Cuenta además con otros altares interesantes como el de San Pedro (renacentista), el de la Virgen del Rosario (barroco) y el Cristo de la Paciencia (siglo XIII). En la capilla de la Virgen de Rosario se expone además una pila bautismal, proveniente de la ermita de Santa Marina de Revilla, ya desaparecida, y de una colección de capiteles románicos provenientes del desaparecido también convento cisterciense de San Pedro. Un Cristo yacente articulado, de la escuela castellana, es otra pieza que conviene destacar.
La antigua capilla se ha reconvertido en un pequeño museo que cuenta con importantes piezas como la Virgen de Tremello (imagen románica del siglo XII) o la talla gótica del Cristo de Reveche.
Támara de Campos
El viaje finaliza en la iglesia San Hipólito el Real en la localidad palentina de Támara de Campos, con 74 habitantes. Esta joya gótica es el templo de mayores dimensiones de la provincia de Palencia después de la Catedral.
La iglesia de San Hipólito el Real es un magnánimo templo ubicado en la parte alta de la localidad de Támara de Campo. Sus impresionantes dimensiones destacan en la lejanía, ensalzando la hermosura de la inmensa planicie de la Tierra de Campos.
En el centro de la localidad, nos encontramos ante una edificación de fábrica del último tercio del siglo XIV, aunque se advierten restos de una construcción anterior, tal vez del siglo XIII. Su construcción se dilató más de cien años, concluyendo la obra en los primeros albores del siglo XVI. El templo estila en la transición gótico-renacentista.
Luce una estilada torre enmarcada en la escuela de Juan de Herrera, la construcción se dilató 8 años, entre el 1606 y 1614, tras el desplome de la anterior en 1568. El frontal de poniente luce el escudo de los Reyes Católicos escoltado por dos aguerridos personajes, además de una escultura ecuestre del patrón San Hipólito, obra de Juan de la Lastra. Por la impresionante torre, el templo es conocido como “La Moza de Campos”
La edificación se configura en tres naves, se cubre en su totalidad con bóveda de crucería. El interior alberga incontables puntos de interés y gran valor patrimonial. El coro es de época de los Reyes Católicos, construido por Simón de Colonia. No se puede perder de vista el Retablo Mayor, del 1691, de estilo barroco, tallado por Fernando de la Peña. Varios retablos se ubican entre las paredes de la iglesia, mención especial requiere el órgano, instrumento musical que se alza sobre una columna de madera, que simula a la perfección el estilo marmolado. El órgano data de 1733 y fue construido por el maestro organero Pedro Merino de la Rosa. En definitiva… de admirar son la pila bautismal gótica, los retablos, sus relieves, las rejerías, sillerías, coro, órgano, etc., bienes muebles que convierten a este templo de Támara de Campos en visita imprescindible donde empaparse de cultura, tradición e intensa historia.
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