Cultura

Las imponentes ruinas de un monasterio en un entorno natural segoviano que no hay que perderse

Los primeros registros de esta construcción datan del año 1227

Ruinas Monasterio de Santa María de Sierra
Ruinas Monasterio de Santa María de Sierra Turismo Segovia

La provincia de Segovia posee numerosos encantos naturales, pero también patrimoniales. Y si se juntan las dos cosas, estamos ante una visita imprescindible. Un claro ejemplo es la iglesia abandonada de San Frutos, cerca de Sepúlveda y en pleno paraje de las Hoces del Río Duratón. Pero existen más lugares, algunos desconocidos para el gran público.

Uno de estos lugares por descubrir es el Monasterio de Santa María de la Sierra, un cenobio del municipio de Collado Hermoso, a escasos 20 kilómetros de la capital segoviana. Se trata de una de las joyas arquitectónicas más importantes del románico castellano. Los primeros registros de este lugar nos retroceden hasta el año 1127 cuando el rey Alfonso VII da una donación al abad Rodrigo y a los monjes de la Abadía de Sotos Albos. Una construcción que comenzó en el año 1142 y se prolongó durante varios siglos.

Ruinas Monasterio de Santa María de Sierra
Ruinas Monasterio de Santa María de Sierra Turismo Segovia

Se trata de una de las construcciones más emblemáticas de la Región, por su impresionante arquitectura y su hermosa ubicación en un paraje natural protegido. Su decadencia empieza en el año 1505 cuando deja de ser monasterio para ser un priorato de Nuestra Señora de la Sierra, perdiendo monjes desde entonces y convirtiéndose posteriormente en una granja, hasta su desamortización.

Declarado monumento histórico-artístico en el año 1931, actualmente se conservan las ruinas de la iglesia cisterciense. La nave central es la más alta y se encuentra cubierta por una cúpula octogonal, mientras que las naves laterales se encuentran cubiertas por bóvedas de cañón. La fachada principal impresiona y amabos lados de la puerta principal, de estilo románico, destacan las esculturas de San Bernardo y San Diego de Alcalá.

Los capitales son de origen animal y vegetal y la escultura románica de la Virgen de la Sierra se conserva en la actualidad en la parroquia de Sotosalbos.

Pero lo que también impresiona, además del monumento, es su ubicación en lo alto de una colina, con vistas al valle del Eresma y al pueblo de Collado Hermoso, y existe una ruta turística muy recomendable ` para conocer la historia de la zona y para conocer más sobre estos bellos rincones que merecen una visita.