
Cultura
El impresionante castillo medieval español en el que inspiró el logo de Disney
Además esta fortaleza del siglo XII tiene un parecido muy razonable con la de la Reina Grimhild de la película "Blancanieves y los 7 enanitos"

No es raro que una de las marcas más conocidas en el mundo, como lo es Disney,se fijara en un castillo español como su máxima enseña, su logo. Y es que si nuestro país es reconocido, junto a su rica gastronomía, es por su patrimonio monumental, gracias a los numerosos pueblos que se instalaron en la Península Ibérica y el gran poder que tuvo, sobre todo en la Edad Media, circunstancia que le obligó a crear construcciones defensivas de una gran magnítud y de una impresionante espectacularidad. Esta circunstancia hizo que predominaran los castillos en el paisaje en los altos de las colinas de nuestro país.
Muchas son las fortalezas que existen en España, pero hay un territorio, Castilla y León, esconden pedazos de historia en los rincones más inesperados. Más allá de sus capitales más conocidas, plantan cara a la despoblación rural numerosos pueblos que, pese a su tamaño, acogen monumentos tan imponentes como castillos y fortalezas, testigos silenciosos del paso del tiempo. Un total de 497 monumentos de estas características existen en la Comunidad.
Pues en uno ellos, que da la casualidad que está considerado por la Inteligencia Artificial como el más bonito de España, y es uno de los monumentos más visitados de nuestro país, fue el elegido por Walt Disney, en uno de sus innumerables viajes al territorio español, para que representara su famoso logo.
Fundada por Walt Disney y Roy O. Disney el 16 de octubre de 1923, el estudio empezaría a competir en 1928 contra Fleischer Studios con los cortometrajes de Mickey Mouse y Silly Symphonies; y en 1930 empezaría la producción de Snow White and the Seven Dwarfs (Blanca Nieves y los siete enanos / Blancanieves y los siete enanitos), que sería estrenada en 1937, la cual tuvo éxito al poco tiempo de fundarse la compañía, con un valor de producción de 1 250 000 dólares. Este largometraje haría que la compañía empezara a tener reconocimiento, hasta el día de hoy, según asegura Wikipedia. Pues esta impresionante fortaleza española de la que te estamos hablando también fue la elegida como modelo para esta gran película “Blancanieves y los siete enanitos”, versión más conocida el cuento de 1812 recopilado por los Hermanos Grimm.
Fue la primera princesa de Disney Company, además de ser el primer personaje femenino ficticio con una estrella en el Paseo de la fama de Hollywood. Con el título de "La más bella de todas", ha seguido inspirando rasgos similares en futuras heroínas de Disney, como cantar para expresar sus emociones y comunicarse con animalitos silvestres. También tuvo cameos en las películas ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Mickey's Magical Christmas, y Mickey's House of Villains, y tiene un papel secundario en la película Ralph Breaks the Internet.
Pues el espectácular monumento en el que está inspirado su majestuoso Castillo, no es otro que el Alcázar de Segovia, que tiene un parecido razonable con el de la Reina Grimhilde. Pero ahí no queda la cosa, ya que esta misma localización tiene ciertas similitudes con el palacio de otra de las películas más clásicas de Disney "La Cenicienta", en la fachada de ladrillo, las torres y su ubicación.
Además la fortaleza segoviana ha dado la vuelta al mundo: un singular castillo con apariencia de palacio de cuento de hadas, que aglutina gustos arquitectónicos de distintos monarcas y relata historias palaciegas a todos aquellos que se acercan a conocerlo.
Austero, como lo eran los reyes castellanos, elevado sobre la roca en la confluencia de los valles del Eresma y el Clamores, parece guardar la ciudad de Segovia. Su bella Torre del Homenaje, a menudo comparada con la proa de un barco navegando entre los ríos, es de una belleza impresionante. Los turistas comprueban admirados que la fortaleza forma una parte viva de esta ciudad castellana, elegida como un lugar de residencia por muchos de los monarcas de la dinastía Trastámara.
El Alcázar de Segovia, que data de principios del siglo XII, es uno de los castillos medievales más famosos del mundo y uno de los monumentos más visitados de España. Por sus estancias han pasado 22 reyes, además de algunos de los personajes más destacados de la historia. Su imponente perfil se levanta, majestuoso, sobre el valle del Eresma y es símbolo de la Ciudad vieja de Segovia, declarada Patrimonio Mundial de la Unesco en 1985.
Palacio y fortaleza de los Reyes de Castilla, su traza refleja el esplendor de la Corte durante el medievo, y sus muros han sido testigos de batallas, intrigas palaciegas, bodas reales y sucesos asombrosos. En su ya milenaria existencia, el Alcázar ha sido castro romano, fortaleza medieval, palacio real, custodio del tesoro real, prisión de estado, Real Colegio de Artillería y Archivo General Militar.
La fortificación tiene fundamentos romanos, probablemente restos de un antiguo castro, aunque la verdadera historia del Alcázar -que de árabe sólo tiene el nombre- comienza con la Reconquista, cuya evolución coincide con la del castillo, si bien con importantes remodelaciones posteriores, como la techumbre de pizarra que mandó hacer Felipe II y que convierte al Alcázar de Segovia en el castillo “más europeo” de la península, siendo uno de los ejemplos más notables de fortaleza militar y un caso único en la historia de la arquitectura española y europea, castillo y palacio real, cual su apelativo indica: "alcáçar", con el que ya se le conoce en 1135, reinando Alfonso VII el emperador.
Orson Welles lo utilizó en Campanadas a medianoche. El coronel de Artillería Eduardo de Oliver-Copóns dejó escrito en 1916 que el Alcázar es "el modelo perfecto de los fantásticos castillos descritos en sus romances de viajes por los ingeniosos trovadores que errantes cruzaban todas las comarcas en busca de la dama digna, por sus perfecciones, de ocupar su pensamiento y enamorar su corazón, para a los pies del amurallado recinto donde se encerraba, cantar sus trovas y tañer sus cítaras".
Un incendio casi acaba con él
Pero este monumento estuvo a punto de desaparecer pasto de las llamas. Y es que el fuego casi acaba con esta fortaleza. Corría el 6 de marzo de 1862, cuando en el palacio segoviano se originaba un gran incendio, quedando totalmente destruido. El Alcázar albergaba el Real Colegio de Artillería desde el 16 de mayo de 1764, y tras el incendio, los alumnos se trasladaron al Convento de San Francisco, en Segovia, donde se ubicaría definitivamente la Academia de Artillería.
El origen del incendio, al parecer, fue una estufa de la Sala del Cordón, sala que en aquel entonces era el despacho del Jefe de Estudios de la Academia y debido al viento el fuego se extendió con rapidez por los artesonados de madera. El fuego duró tres días; fue muy virulento y los restos de cenizas y fuego caían sobre las casas del barrio de San Marcos, situado a los pies del Alcázar.
Los cadetes pudieron salvar del incendio algunos libros de la gran biblioteca que había en el Alcázar, arrojándolos por las ventanas: todos los volúmenes salvados se encuentran actualmente en la Biblioteca de la Academia de Artillería y algunos de ellos todavía se encuentran ennegrecidos del humo del incendio.
La reconstrucción del Alcázar de Segovia no se inició hasta 20 años después y duró 14 años. Para rememorar lo acontecido aquel funesto día, desde hace más de 20 años el Patronato del Alcázar realiza un simulacro de incendio con la inestimable colaboración del Cuerpo de Bomberos de Segovia».
Monumento más visitado
Actualmente, el Alcázar de Segovia es considerado uno de los castillos más espectaculares del mundo. Su arquitectura única, su ubicación estratégica y su rica historia lo hacen verdaderamente inolvidable, para el que lo visita. Su gestión es un ejemplo único en materia de difusión y conservación del patrimonio histórico y artístico, con la ventaja de que las visitas generan los ingresos suficientes como para garantizar el mantenimiento, la seguridad y la salvaguarda de un legado histórico que impresiona.
El Alcázar de Segovia consta de un gran perímetro de 728 metros que se adapta perfectamente a la compleja orografía del peñasco rocoso sobre el que se asienta. Se accede salvando el foso de 26 metros de altura a través de un puente de piedra realizado en época de Felipe II y que sustituiría al antiguo puente levadizo de madera.
La fortaleza segoviana se sitúa alrededor de dos patios: el Patio de Armas y el Patio del Reloj. En los extremos del complejo se hallan dos torres: la Torre de Juan II, en la zona de acceso, y la Torre del Homenaje, en la zona más exterior del promontorio. La Torre de Juan II se encuentra junto al foso y la entrada. Fue construida entre 1440 y 1465 y es considerada un gran ejemplo de la arquitectura gótico-civil española. Se asienta sobre una torre anterior del siglo XIII de la que se conserva un ventanal mudéjar de influencia almohade. Consta de 80 metros de altura y se divide en tres pisos gracias a tres líneas de impostas. La torre está decorada exteriormente con motivos circulares esgrafiados.
El Patio de Armas del Alcázar de Segovia también se construyó en el siglo XIII, aunque el patio actual corresponde al siglo XVI, de estilo herreriano. Consta de una planta irregular y porticada en tres de sus cuatro lados. El primer piso del patio está sustentado por arcadas y el segundo es adintelado. Desde una de las puertas de este patio se accede a la Sala de Ajimeces o antigua Sala del Palacio Viejo. Esta sala fue un encargo del rey Alfonso VIII, y fue denominada “de los Ajimeces” por los antiguos ventanales románicos geminados que se conservan. La siguiente estancia es la Sala de la Chimenea, denominada así por ser la chimenea el elemento principal de la sala.
A través de un arco profusamente decorado accedemos al Salón del Trono, que recrea el aspecto que debía tener en época de los Reyes Católicos. La sala se cubre con una cúpula octogonal mudéjar del siglo XV, muy parecida a la que se perdió en el incendio del siglo XIX, pues ambas fueron realizadas por el mismo artista, Xadel Alcalde.
Tras una puerta de arco gótico aparece la Sala de la Galera o de los Embajadores, cubierta con un artesonado en forma de barco invertido. Fue mandada construir por la madre de Juan II: Catalina de Lancaster. Anexa a la habitación anterior se encuentra la Sala de las Piñas, denominada así por las piñas que aparecen representadas en el artesonado. Destaca el friso inferior realizado en yeso dentro del estilo gótico-mudéjar. Seguidamente se accede a la Alcoba del Rey, sala donde se simula la habitación real, compuesta por una cama de madera de nogal bajo un dosel rojo.
Una de las dependencias más interesantes de esta zona es la Sala de los Reyes, iniciada en tiempos de Alfonso X y finalizada en 1596. A continuación la Sala del Cordón, cuyo nombre se debe al cordón franciscano que Alfonso X mandó colocar. Al lado aparece el Tocador de la Reina, una pequeña sala cubierta con un artesonado renacentista.
El Patio del Reloj recibe este nombre por el reloj de sol que puede verse en una de sus paredes. Este patio da acceso a la Torre del Homenaje que se encuentra en la zona más occidental. Se inició en el siglo XIII y fue remodelada posteriormente por Felipe II. En su interior, una de las salas de esta torre se ha destinado a Sala de Armas o Armería, donde se muestran armas y armaduras de diferentes épocas. A los pies de la torre se sitúa el Patio del Pozo. El Museo de Historia del Real Colegio de Artillería se encuentra en uno de los lados del Patio de Armas, extendiéndose por la zona sur. Muestra de los años en los que el Alcázar sirvió como Colegio de Artillería.
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