La Junta reivindica el Patrimonio Histórico como motor de desarrollo

El director general de Patrimonio Cultural de Castilla y León, Juan Carlos Prieto, ha presentado el proyecto de Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León y el Plan Estratégico del Patrimonio Cultural 2023-2026, texto legal que está actualmente en fase de tramitación parlamentaria, durante la reunión del Consejo del Patrimonio Histórico, que se ha celebrado en Bilbao.

El proyecto profundiza en una gestión integral basada en la participación de todos los agentes implicados: los propietarios, los agentes sociales y las administraciones públicas, capaces, en su conjunto, de identificar, impulsar y desarrollar sistemas patrimoniales, entendidos éstos como conjuntos de bienes vinculados al territorio y a nuestra historia, que comparten objetivos comunes para su conservación y puesta en valor.

La necesidad de aprobar una nueva regulación, según sostiene la Junta, está motivada por la nueva concepción del patrimonio cultural, “que deja de tener el carácter exclusivo de legado del pasado, para pasar a considerarse como un recurso imprescindible para el futuro, dado su incuestionable valor educativo y social, su considerable potencial económico, así como su importante dimensión en la cooperación internacional”.

La nueva regulación contempla un concepto más amplio y complejo del patrimonio, que recoge los bienes con valores tangibles e intangibles, en relación directa con las sociedades que los crean y los conservan en su territorio.

En la misma línea, la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte ha elaborado el Plan Estratégico del Patrimonio Cultural para el período 2023-2026 para acometer un cambio en el modelo de gestión del patrimonio cultural de Castilla y León. Se considera de gran importancia el establecer e identificar los objetivos, pero también el medir los resultados de manera continua.

Se trata de un sector, el del patrimonio cultural, habituado al modelo de negocio tradicional que debe adaptarse a los cambios exigidos por el mercado, y para ello es fundamental planificar la estrategia de la organización para afrontar la nueva orientación que trae la digitalización en el sector.

"Es un documento innovador, pues no se limita a favorecer la participación social en la conservación del patrimonio, sino que promueve y lidera la creación de un ecosistema de entidades que gestionen el patrimonio, con herramientas digitales y que potencien su posicionamiento como recurso económico y social medible y transmisible a la sociedad”, destacan desde el departamento que dirige Gonzalo Santonja.

Además, para contribuir a la profesionalización de estas entidades, se ha puesto en marcha junto a la Universidad de Valladolid un Máster de Habilidades para la Gestión del Patrimonio.