El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, participa este lunes en el Comité Ejecutivo Nacional del PP que se celebra en la sede del partido en la calle Génova de Madrid, donde se está debatiendo, entre otras cosas, la posibilidad de que se pueda celebrar en julio el Congreso Nacional de los populares para reimpulsar a la formación ante la actualidad que vive el Gobierno de España asediado por los escándalos de corrupción, algunos de los cuales salpican a su familia, y por el deterioro de los servicios públicos como se ha visto recientmente con el gran apagón, con el caos ferroviario que se vive día tras día o la situación del aeropuerto de Barajas, con cada vez más indigentes viviendo allí además de la plaga de chinches existente sin que se haya dado respuesta.

Al respecto, Mañueco aseguraba a su llegada a la reunión del partido que Feijóo hará una reflexión sobre este asunto y acertará, y señalaba que en el Partido Popular estarán todos con él. "Hay que escucharle y seguro que hará lo mejor para España y para el PP teniendo en cuenta las actuales circunstancias", decía el líder popular castellano y leonés.

Hipócritas

Por otro lado, Mañueco hacía referencia también a la última polémica que salpica a Sánchez en forma de whatsapp, desvelados por El Mundo, entre él y su entonces ministro de Transportes y número dos del PSOE, José Luis Ábalos, en los que ataca a algunos de los barones socialistas que han sido críticos con su gestión, como Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha, Fernández Vara, en Extremadura o Javier Lambán, en Aragón, a quienes calificaba de “petardos”, “impresentables” o “lamentables” en algunos de sus mensajes.

"Es curioso que los dirigentes del PSOE, que hoy se rasgan las vestiduras en un acto de hipocresía, hace unos años en otras conversaciones políticas de otros dirigentes las jaleaban y aplaudían", decía el presidente del PP de Castilla y León, para quien lo importante de que se hayan desvelado estas conversaciones por whatsapp es analizar el contenido de las mismas así como la forma que tiene Pedro Sánchez de ejercer el liderazgo y de dirigir un partido así como de ostentar el poder "intentando amenazar, amedrentar y eliminar al disidente y la discrepancia".

"Yo no coincido ni comparto esa forma de hacer política", finalizaba Mañueco.