El plan de Castilla y León para rejuvenecer y feminizar el campo

Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, Castilla y León prosigue con su objetivo de rejuvenecer y feminizar el campo y la actividad agraria.

Aunque el primer año de la actual legislatura no ha sido lo bueno que se esperaba en la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural que dirige Gerardo Dueñas, ya que «sólo» se han incorporado 609 jóvenes, una cifra por debajo del 25 por ciento, lo cierto es que las sensaciones son esperanzadoras y se tiene mucha fe en el desarrollo del Plan de Sucesión de Explotaciones impulsado por el Ejecutivo que preside Fernández Mañueco, llamado a llevar a cabo ese necesario relevo generacional que necesita el sector primario castellano y leonés

Un Plan, que se ha marcado como objetivo de legislatura conseguir que al menos 2.500 explotaciones agrícolas y ganaderas estén gestionadas por jóvenes que se hayan incorporado a la actividad agraria.

Una cifra importante a la que habrá que sumar otros 1.120 expedientes de primera instalación aprobados en la anterior legislatura, pero cuyo pago de las ayudas se ha ingresado en este primer año de Gobierno de coalición entre el Partido Popular y Vox.

Asimismo, desde la Consejería agraria destacan que de la mano del nuevo marco del Plan Estratégico de la PAC de España (PEPAC), Castilla y León está en condiciones de aportar un mayor apoyo económico a esas primeras instalaciones. Lo avanzaba hace no mucho el consejero Gerardo Dueñas durante los desayunos de Ical, cuando aseguraba que para el periodo 2023-2027 la inversión de la Junta prevista para facilitar la incorporación de jóvenes se irá a los 100 millones de euros. Ayudas que, según apuntaba, pueden llegar a subir hasta los 100.000 euros por titular frente al máximo de 80.000 euros existente hasta ahora.

El Plan de Sucesión contará en su primer año con una inversión total de 5,7 millones de euros, que llegará a los 10,5 millones, para permitir que los agricultores que estén jubilados o a punto de hacerlo, suscriban un convenio a cinco años con una persona joven que se instale o vaya a instalar en la explotación, con el fin de fomentar el relevo generacional en el campo de la Comunidad

Desde la Junta consideran que, de esta manera, mientras el agricultor jubilado va cediendo progresivamente el manejo de su explotación al joven, de paso, le enseña los entresijos del oficio y su experiencia de toda una vida de trabajo en el campo.

Con este convenio de un lustro de duración, la persona cedente, en este caso el agricultor jubilado, podrá llegar a recibir, en cinco años, una ayuda superior a 80.000 euros. «Es una de las líneas más potentes que tenemos en la Consejería», destacaba Dueñas, quien apela a la importancia cada vez mayor en el campo de que el agricultor o el ganadero esté cada vez más preparado y sea más profesional debido al dimensionamiento de las explotaciones, que tiende a ser cada vez mayor con más superficie y menos personas.

Finalmente, cabe señalar el impulso que se quiere dar también a la incorporación de la mujer al campo a través de estos programas. En este sentido, el consejero es también positivo y pone como ejemplo que un tercio de los 609 jóvenes que se han sumado a la actividad agraria durante el último año son mujeres.