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Medio Ambiente

¿Qué son esas barreras anticenizas que se quieren colocar para paliar los efectos de los incendios?

De esta forma se busca reducir la contaminación de los suelos y las zonas de agua

Humo y ceniza en el Lago de Sanabria /Mariam A. MontesinosEFE

Los incendios forestales están arrasando España este verano. El verde de los parajes naturales de nuestro país se están tornando en negro, y aunque parece que la climatología va a empezar a dar un respiro, aún son muchos los puntos que preocupan. Los fuegos además de acabar con bosques y naturaleza, también afecta a los vecinos que tienen que respirar ese incómodo humo. Pero también hay otro problema, como es el denominado, el "chapapote del monte" en forma de ceniza, que puede castigar mucho a los territorios.

Por este motivo se están intentando impulsar medidas que puedan paliar esos efectos. Uno de las herramientas más exitosas y que cada vez se pueden observar más son las barreras anticenizas, que sobre todos los vecinos de las provincias de Zamora y León, dos de los territorios más castigados por los fuegos y con muchas "joyas naturales" que cuidar, como son el Lago de Sanabria o Las Médulas, cada vez están más familiarizados con ellas.

¿Pero qué son esas barreras anti cenizas? Son sistemas de filtración y contención diseñados para atrapar y retener las cenizas y otros residuos generados por incendios, evitando su dispersión en el ambiente y la contaminación de cuerpos de agua y suelos.

Las barreras anticenizas se han convertido en una herramienta esencial para combatir la contaminación medioambiental, especialmente tras incendios forestales. Están diseñadas para evitar la dispersión de cenizas y otros contaminantes, que pueden afectar gravemente el agua, el aire y los suelos. Su uso es clave en la protección de áreas sensibles, como cuerpos de agua y terrenos agrícolas, ayudando a minimizar los daños tras un incendio.

Actúan como filtros que bloquean el avance de las partículas, evitando que se propaguen a áreas sensibles, como cuerpos de agua y suelos. Generalmente están hechas de materiales resistentes y filtrantes, capaces de retener contaminantes mientras permiten el flujo de aire o agua. Su uso es especialmente relevante en la protección de ecosistemas acuáticos y la prevención de la contaminación de suelos, según recuerda IntecoAstur, una de las empresas referentes en el control de la contaminación.

Tras un incendio, las cenizas y partículas en suspensión pueden generar graves problemas, afectando tanto a los ecosistemas como a las comunidades cercanas. A continuación, se detalla cómo estas barreras contribuyen a la prevención de la contaminación en diferentes aspectos.

Uno de los efectos más peligrosos de los incendios es la dispersión de cenizas en ríos, lagos y mares. Las barreras anticenizas actúan como una barrera física que evita que las cenizas y sedimentos contaminantes lleguen a los cuerpos de agua, protegiendo la vida acuática y manteniendo la calidad del agua.

Además de las cenizas, estas barreras pueden filtrar otras partículas contaminantes que se encuentran en suspensión en el aire o el agua. Al hacerlo, contribuyen a la salud pública, ya que se evita que contaminantes lleguen a zonas habitadas, y a la preservación de ecosistemas vulnerables.

Esta capacidad de filtrado es especialmente útil en áreas cercanas a zonas urbanas o rurales que podrían verse directamente afectadas por la contaminación atmosférica. Las partículas finas en suspensión son conocidas por su capacidad de causar problemas respiratorios y otros efectos adversos en la salud humana, por lo que las barreras anticenizas representan una herramienta clave en la prevención de estas complicaciones.

Además, al prevenir la dispersión de cenizas por el viento, las barreras también ayudan a proteger la flora y fauna locales. Las cenizas en suspensión pueden dañar los sistemas respiratorios de los animales y cubrir las hojas de las plantas, impidiendo la fotosíntesis, lo que afecta gravemente la regeneración del ecosistema afectado.

Las cenizas pueden dañar gravemente la fertilidad del suelo al depositarse en grandes cantidades. Las barreras anticenizas ayudan a evitar que los sedimentos se acumulen en el suelo, protegiendo su calidad y permitiendo que las áreas afectadas puedan recuperarse más rápidamente.

Las herramientas son útiles para la contención de residuos peligrosos, permitiendo un manejo más eficiente de estos en áreas quemadas. Esto facilita la recolección y disposición adecuada de los contaminantes, reduciendo aún más el impacto ambiental. Todas las herramientas y ayudas son necesarias para acabar con esa lacra de los incendios forestales que este verano se está cebando con los espacios naturales españoles, y que todo el mundo espera que se acabe pronto, para comenzar con su regeneración.