Naturaleza
El rey de las setas que confunde a los novatos en el monte
Con la llegada de las lluvias y el frío nocturno, la temporada de recogida de este otoño, que se ha dejado de desear más de la cuenta, parece que empieza a animarse en Castilla y León
Con la llegada de las lluvias y el frío nocturno, la temporada de setas de este otoño, que se ha dejado de desear más de la cuenta, parece que se ha animado en Castilla y León.
De hecho este pasado fin de semana, que coincidió con Halloween y festividad de Todos Los Santos, se ha visto a mucha gente por los montes de la comunidad a la caza del preciado tesoro que da la tierra en esta época del año.
Sobre todo una, la seta de cardo, que según apuntan los expertos es la primera que se está pudiendo recoger ya en abundancia Un hongo comestible de color pardo y pie grueso y corto, y que crece principalmente en prados secos y campos soleados, sobre las raíces de cardos y otras plantas umbelíferas muertas.
Se trata de una seta muy apreciada por los restauradores por su excelente calidad, su sabor dulce y carnosa textura, que se llama así porque crece en las raíces muertas del cardo corredor, una planta silvestre de la que se alimenta.
Pero lo primero y más importante antes de salir al momnte a por setas es saber a qué se va, para conocer también donde hay que ir. El buen recolectar tiene siempre en mente varias cosas: la prudencia y la observación, pero también la humildad, la curiosidad y el mimo a la naturaleza así como ser una persona fuerte en lo mental e inasequible al desaliento. También conoce al dedillo lo que tiene que llevar que le pueda ser útil en su misión, especialmente una buena cesta y un cuchillo, fundamentales para que el recolector no haga un destrozo a la naturaleza.
La navaja debe estar diseñada para hacer más fácil el corte y, sobre todo, no hacer daño al hongo. Las hay de varios tipos, desde un cuchillo con cepillo hasta una navaja tranchete para recoger níscalos o setas de cardo principalmente. Mientras que la cesta es vital ya que no solo sirve para almacenar las setas sino que ayuda también a esparcir esporas mientras se recorre el monte y que las setas vuelvan a crecer en la próxima temporada. También permite airear el producto evitando que los hongos se descompongan rápido. Las más típicas y tradicionales son las de mimbre, aunque también se usan las de malla, tela de rejilla o nylon que también cumplen esta esencial función de "inseminar" el campo.
La ropa y el calzado es también parte importante, y hay que buscar productos que sean cómodos y prácticos, como camisetas elásticas, chalecos sin mangas, pantalones impermeables y con muchos bolsillos, y que sean resistentes al agua. En el caso delo calzado, se recomienda que al menos llegue a la altura del talón. Y ya puestos, los equipos de orientación como brújulas, relojes digitales, silbatos o GPS tampoco están de más ya que evitan más de un susto.
Confusiones
Tampoco viee mal incluir en el equipaje micológico una guía de setas, sobre todo quienes estén empezando en este mundo, parapoder conocer cuales son las setas tóxicas y venenosas que puedes encontrarte en el monte y saber diferenciarlas.
Como suele decirse en este mundo, una cosecha variada y colorida suele delatar al que empieza en estas lides así como al que no cuenta con conocimientos micológicos.
Y hay una seta, las más popular en España, en general, y en Castilla y León, en particular, que puede confundirse con otras especies tóxicas, por lo que hay que estar ojo avizor y tenerlo muy claro a la hora de recogerlas. Se trata del níscalo (Lactarius deliciosus), también llamado robellón, sobre todo en la comunidad autónoma de Cataluña, y que crece principalmente bajo pinos y en pinares mixtos.
Un hongo conocido popularmente como el de los novatos, ya que es más bien fácil de identificar que las demás setas, sobre todo por su sombrero de color anaranjado a veces con círculos concéntricos más oscuros y su carne firme. Además, al cortarlo exuda un látex naranja que tiende a volverse de color verde después de un tiempo expuesto al aire. Pero no todas las setas anaranjadas son níscalos comestibles. De hecho hay varias que se parecen bastante al níscalo y pueden ser indigestas, como el "falso níscalo" o la "falsa lengua de vaca" (Lactarius torminosus), ya que su aspecto es casi el mismo,pero se diferencian por el látex que desprenden, que en este caso es de color blanco y no verdoso como el del níscalo comestible.
El "níscalo de leche amarilla" (Lactarius chrysorrheus), más pálido que el verdadero y que exhuda al cortarse un látex blanco que se torna amarillo con la exposición al aire; "el níscalo de roble" (Lactarius quietus), de tono más rojizo y olor a humedad; o el "níscalo de sangre' (Lactarius sanguifluus) por sus tonos color vino, látex rojizo fuerte sabor.