
Micología
¿Vas a recoger setas? Pagan una fortuna por estos hongos y los tenemos en nuestros bosques
Algunas especies alcanzan precios altísimos tanto en restaurantes como en los mercados

Con la llegada del otoño, los bosques se convierten en los grandes protagonistas. Más allá de los tonos dorados y rojizos que tiñen el paisaje, son muchos los que se adentran entre los árboles en busca de uno de los tesoros más codiciados de la temporada: las setas.
Para muchos, el bosque no es más que un lugar de paseo o para hacerse fotos pero para otros, se convierte en toda una caza del tesoro. Y no es para menos: algunas especies alcanzan precios altísimos tanto en restaurantes como en los mercados.
Aun así, los aficionados más pacientes y conocedores saben que aún es posible recolectarlas gratis en plena naturaleza, siempre que se respeten las normas y se tomen las precauciones necesarias. Si estás pensando en salir al monte con tu cesta de mimbre, aquí te contamos qué hongos son los más buscados y cómo identificarlos.
Boletus de Burdeos
Reconocible por su sombrero marrón, carne blanca y tallo robusto, el boletus de Burdeos (Boletus edulis) es una de las joyas más valoradas por los amantes de la micología. Su aroma a nuez y su textura firme lo convierten en un imprescindible de la cocina otoñal.
Ideal para saltear con mantequilla y ajo, también brilla en risottos, tortillas o guisos de carne.
Crece bajo robles, hayas o castaños. Se pueden encontrar en varias zonas de España, incluyendo los bosques de robles y castaños de la Sierra de Gata (Cáceres), los pinares de Burgos y Soria, los montes de la serranía de Cuenca, Montes Universales y Albarracín. Otras regiones propicias son los Pirineos, la comarca de Berguedá, el Montseny en Cataluña, el Parque Natural de Gorbea en el País Vasco, y los valles de Ultzama y La Valdorba en Navarra.

Es muy importante no confundirlo con el Boletus satanás, cuya parte inferior del sombrero es de un característico color rojo.
Trompeta de la muerte
A pesar de su nombre poco alentador, la trompeta de la muerte (Craterellus cornucopioides) es una auténtica delicia gastronómica. Su forma de embudo y su color negro grisáceo la hacen inconfundible, y al cocinarla desprende aromas intensos y sofisticados.

Se puede disfrutar en tortillas, salsas de vino o platos de caza, aportando un sabor profundo y ligeramente ahumado.
Se pueden encontrar en toda España en bosques de hoja caduca, especialmente en zonas con robles y hayas, donde la humedad es alta. Se asocian con zonas de musgo, líquenes y hojarasca, y a menudo se encuentran en grupos en otoño, aunque pueden aparecer a finales de verano o principios de invierno si las condiciones son favorables.
No tiene dobles tóxicos graves, pero conviene consumirla siempre fresca y bien conservada, ya que un mal almacenamiento puede volverla indigesta.
Rebozuelo
El rebozuelo (Cantharellus cibarius) es uno de los hongos más codiciados por su color amarillo brillante y su aroma afrutado. De hecho, se conoce como el "oro" de los hongos. Su textura crujiente y su sabor suave lo convierten en un ingrediente perfecto para salteados, tortillas o guisos otoñales.

Suele crecer en bosques de coníferas o caducifolios, en suelos húmedos y ácidos, formando colonias que aparecen entre finales de verano y otoño. Se puede encontrar en España principalmente en el norte, aunque también aparece en el este de la península. Las zonas de Galicia, País Vasco, Asturias, León, Navarra y Soria son zonas destacadas, y su temporada va desde finales de verano hasta bien entrado el otoño.
Hay que tener especial cuidado por riesgo de confusión con el Clitocybe amarillo, muy similar en aspecto, pero con láminas bajo el sombrero en lugar de pliegues. Este último es tóxico.
Morilla
Con su inconfundible sombrero alveolado y su sabor entre amaderado y ahumado, la morilla (Morchella esculenta) es una de las setas más apreciadas por los chefs. Su textura tierna y su capacidad para absorber sabores la convierten en la estrella de salsas cremosas, platos de caza o aves.
Crece en suelos ricos en humus, bordes de bosques y zonas que han sufrido incendios el año anterior. También puede encontrarse en huertos abandonados, cerca de fresnos y olmos.

En España, puedes recolectar morillas en áreas boscosas con claros, especialmente cerca de chopos, olmos, fresnos y álamos, y en terrenos perturbados como bordes de caminos o pastizales con mucha materia orgánica. Las zonas de Navarra, como el Parque Natural de Gorbea, son conocidas por ser productoras de setas.
No hay que confundir con la gyromitra (o falsa morilla) que también es tóxica aunque su sombrero es más lobulado y retorcido.
Consejos y precauciones para la recolección
Salir al bosque en busca de setas es una actividad relajante y gratificante, pero requiere precaución y conocimiento. Algunos consejos clave:
- Recolecta solo especies que conozcas con total seguridad.
- En caso de duda, consulta en una farmacia o asociación micológica.
- Usa una cesta ventilada para transportar las setas (nunca bolsas de plástico).
- Corta el hongo sin arrancar el micelio, para permitir su regeneración.
- Respeta los límites de recolección y el entorno natural.
- Un tesoro natural (y gastronómico) al alcance de todos
El otoño nos regala algunos de los productos más exquisitos del bosque, y las setas son sin duda una de sus joyas más preciadas. Tanto si las buscas por su sabor como por la experiencia, la clave está en hacerlo con respeto, conocimiento y prudencia.
Porque, al final, pocas cosas saben mejor que un buen plato de setas… recogidas por uno mismo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar


