Salamanca se engalana y se vuelca con la Policía Nacional

Los salmantinos se volcaron con la Policía Nacional al ser elegida la capital para acoger los actos centrales del Día de este cuerpo de Seguridad, siendo la Plaza Mayor el punto neurálgico. Un acto que contó con la presencia del ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska; el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez; el director general de la Policía, Francisco Pardo; la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, así como el alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo.

La ceremonia se inició con la imposición de condecoraciones al mérito policial a integrantes de la Policía Nacional y a personas que han destacado en su contribución a la mejora de su imagen. Además, las preseas distinguieron a integrantes de otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y siete perros que prestan servicio en la Unidad de Guías Caninos de la Policía Nacional recibieron menciones honoríficas.

A continuación se celebró la ceremonia de homenaje «in memoriam» a los agentes fallecidos en acto de servicio en los 199 años de vida del cuerpo, que puso fin a la programación de actos organizados por la festividad de los Santos Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional.

A lo largo de estos días, la capital salmantina acogió la exposición «Medios y Museo de la Policía», una exhibición operativa de las diferentes unidades policiales en la plaza de toros, un ciclo de conferencias y la gala de los premios de la Fundación Policía Española, que se entregaron el pasado martes en el Teatro Liceo.

El ministro Grande-Marlaska, durante su intervención, ha aplaudido el trabajo de cada uno de los 74.000 miembros de la Policía Nacional, y resaltaba que «España se ha convertido en uno de los países más seguros del mundo».

Por su parte, el director general de la Policía Nacional felicitó a los más 3.000 agentes que ejercen su labor en Castilla y León, casi 350 en Salamanca. «Celebramos con orgullo que somos parte de una institución moderna, bien formada, eficaz, comprometida con los principios y valores democráticos y para mostrar su utilidad a la búsqueda del bien común», apuntó.

«Ser policía no es solo una profesión, es una manera generosa de servir a la sociedad desde el espíritu de sacrificio. Por eso, lo más valioso de la Policía son sus profesionales. En estos tiempos tan cambiantes, en los que a veces cuenta más lo insignificante que lo importante, la apariencia que lo verdad, la notoriedad de los hechos que su propio valor», finalizó su discurso.