
Gastronomía
Siete platos únicos y suculentos para esta Semana Santa con sello castellano y leonés
Algunos de ellos son muy arraigados en el tiempo y que son de obligado cumplimiento para los devotos

Estamos en tiempo de Semana Santa. Tiempo de vacaciones y de muchas procesiones. Pero también tiempo para hacer hueco y llevarnos a la boca algunos de los platos típicos en estas fechas en muchos lugares de la geografía castellano y leonesa. Al encanto de las procesiones, que son muchas, abundantes y espectaculares, se suman unas recetas únicas, que han ido perdurando a lo largo del tiempo.
Viejas tradiciones que han ido perdurando con el pasar de los años, y también de los siglos, y que a día de hoy siguen siendo de obligado cumplimiento para cientos de devotos. Aquí les proponemos siete platos típicos que hay que degustar si se deja caer por tierras castellano y leonesas:
- Sopas de ajo
Son indispensables en estos tiempos. Una receta fácil con unos ingredientes básicos como son pan, ajos, agua, aceite, pimentón, huevos y sal. Todo ello servida en un cuenco de barro tradicional: es el plato típico que desayunan los cofrades zamoranos en la madrugada del Viernes Santo en la parada de la procesión de Jesús Nazareno. Ideal si hace frío.
En esta Semana Santa, la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid junto con la Diputación han puesto en marcha una promoción para degustar 6.900 sopas de ajo entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección en Medina de Rioseco, Medina del Campo, Peñafiel, Tordesillas y Valladolid.
- Dos y pingada
Se trata de un plato muy típico en la provincia zamorana y con calorías por las nubes. Es el típico almuerzo para el Domingo de Resurrección y que sirve para reunir a decenas de amigos y familiares. Se trata de dos huevos fritos, con dos lonchas de jamón pasadas por la sartén, que hay que tomar recién hecho. Son cientos las raciones que se sirven ese día. El plato nació en el barrio de La Horta. En la actualidad se le añaden otros productos, también de carne, como chorizo o panceta.
- Potaje de Vigilia
El Viernes Santo nunca puede faltar en las casas castellano y leonesas un buen potaje. Los ingredientes pueden ser variados, dependiendo de la zona, pero no pueden faltar el bacalao desmigado, garbanzos, espinacas. alubias blancas o huevo.
- Hornazo

Otro clásico de la Semana Santa. Aunque más bien de todo el año en tierras salmantinas, pero muy arraigado a orillas del Tormes en el denominado "Lunes de Aguas", como requisito indispensable para romper la penitencia. Estamos hablando de una masa de hojaldre que cuenta en su interior con unos contundentes ingredientes como son el lomo, chorizo, tocino, panceta y huevo. Un auténtica bomba para recargar energías. Pero que está de rechupete.
- Bacalao
Aunque en Castilla y León los platos de pescado no abundan, al ser una tierra de interior. El bacalao, no obstante es otro de los platos protagonistas en Viernes Santo. Eso sí, especialmente en la provincia de Zamora y concretamente en Benavente. Si se acompaña por pimientos puede ser un plato que hace las delicias de los comensales.
- Patatas viudas
Otra receta típica para estos días. Se llaman viudas por que se toman tal cual, es decir sin ningún acompañamiento. Solo se cuecen, aderezan con pimentón dulce, aceite de oliva y sal y a comer.
- Torrijas

Y finalizamos nuestro repaso con un postre o dulce como son las torrijas. Una auténtica delicattessen y un lujo. Hace falta para ello pan duro, leche, huevos. limón, aceite, canela y azúcar. Alguno le ponen hasta miel. Entran solas.
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