Economía
La solemne villa que tiene el mercado de abastos más antiguo de España
Además la localidad cuenta con la Plaza Mayor más grande de nuestro país
La situación estratégica de España le ha permitido tener un especial protagonismo en el intercambio comercial. La llegada de numerosos pueblos a nuestras fronteras y que impulsaran las ventas de todo tipo de productos. Podríamos hablar de de las diferentes situaciones del comercio, pero en esta ocasión lo vamos a hacer de los mercados de abastos. Unos establecimientos muy vigentes en la actualidad. Pues el primero de ellos está en una emblemática villa, que también ostenta la Plaza Mayor más grande de toda España.
Se denomina plaza de abastos, mercado de abastos o también central de abastos a las instalaciones y dependencias municipales comerciales cerradas y normalmente cubiertas, situadas en las aglomeraciones urbanas, en donde diversos comerciantes mayoristas suministran a los compradores con todo tipo de mercancía.
En los mercados de abastos, la oferta para el abastecimiento contempla perecederos como carnes, pescados, frutas y hortalizas. También pueden existir otros comercios en el que venden pan, lácteos, flores, alimentos en conserva, productos de limpieza en general, así como otros diversos artículos relacionados con el consumo general y artículos de primera necesidad definidos por cada nación. Las plazas de abastos modernas también disponen de cámaras frigoríficas para conservar los alimentos de origen animal.
Los grandes mercados se desarrollaron a partir de los pequeños mercados medievales europeos. A medida que las ciudades crecían, era necesario establecer mercados mayoristas para poder abastecer de alimentos a sectores más amplios de la población.
El origen del primer mercado mayorista es difícil de definir, ya que la superficie del mercado como criterio de clasificación tenía que alcanzar un tamaño que superara con creces los mercados semanales normales. Los mercados centrales de las grandes ciudades fueron los que más cerca estuvieron de alcanzar el estatus de mercado mayorista.
El mercado mayorista más antiguo de este tipo se fundó en Francia en el siglo V en la Île de la Cité y se llamó Marché-Palu(d), luego de que París se convirtiera en un rico y concurrido centro para el comercio.
Algunas de las plazas de abastos más turísticas de Europa, como lo es el mercado de La Boquería en Barcelona, también data de la Edad Media. En sus orígenes estaba al aire libre, donde vendedores ambulantes y labradores de los pueblos y masías próximas se instalaban con el fin de vender sus productos. La cubierta metálica actual de dicho mercado se inauguró en 1914.
El mercado de abastos más grande del mundo es la Central de Abasto de la Ciudad de México y opera para abastecer a 20 millones de habitantes en sus 327 hectáreas, según señala wikipedia.
Medina del Campo
Pues el primer mercado de abastos de España se situó en la localidad vallisoletana de Medina del Campo. La “Villa de las Ferias” como también se la denomina tiene sus orígenes en la prehistoria, aunque fue durante la Edad Media cuando comenzó a destacar como una villa clave en la historia de Castilla. A lo largo de los siglos XIII y XIV, la localidad comenzó a convertirse en un centro comercial de gran importancia. En 1258, el rey Alfonso X concedió a Medina del Campo el fuero de villa, lo que marcó el inicio de su auge económico. Esta villa se consolidó como un importante punto de encuentro para comerciantes y feriantes, especialmente gracias a las grandes ferias que se celebraban allí desde el siglo XIII.
Uno de los momentos más relevantes de la historia de Medina del Campo ocurrió en 1504, cuando la reina Isabel la Católica falleció en el Palacio Testamentario de la villa. Su muerte marcó el fin de una era para Castilla y dejó un legado en la historia del país. Medina del Campo fue testigo de la última voluntad de Isabel la Católica, quien dictó su testamento en este palacio, un lugar emblemático que hoy en día alberga un centro de interpretación dedicado a su vida y su legado.
Durante los siglos XV y XVI, la villa prosperó y se convirtió en un centro de comercio internacional, principalmente gracias a las famosas ferias de Medina, que llegaron a ser las más importantes de Europa. Fue en estos mercados donde se negociaban productos de todo tipo, desde lanas hasta metales preciosos, y donde se hicieron populares las primeras letras de cambio. Medina del Campo fue un pionero en el comercio medieval, influyendo en el desarrollo del sistema financiero europeo.
A partir del siglo XVII, Medina experimentó una lenta decadencia, aunque su importancia histórica siguió siendo relevante hasta la llegada del ferrocarril en el siglo XIX. En la actualidad es uno de los municipios más importantes de la provincia de Valladolid, y se ha convertido en un referente comercial y turístico de toda Castilla y León.
Mercado de Abastos
Medina del Campo inauguró en1562 el primer mercado de abastos de España, las Reales Carnicerías, que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1995. Este singular edificio, construido para abastecer de carne a la populosa población medinense del Siglo de Oro, es uno de los pocos ejemplos de su tipología que aún se mantienen en pie y, con seguridad, el único de su género y cronología que conserva -aunque transformada por el tiempo- la primitiva función para el que fue construido.
Su traza se ha atribuido a Rodrigo Gil de Hontañón (otros apuestan por el arquitecto real Gaspar de Vega), sin embargo la realización efectiva de buena parte de las obras corre a cargo de los maestros medinenses Juan del Pozo y Agustín Gallego. En mayo de 1500, los Reyes Católicos autorizan su construcción pero las obras tardan en comenzar más de cincuenta años y no se terminan hasta 1562, ya bajo el reinado de Felipe II, cuyas armas se dispusieron, junto con las de la villa, en tres monumentales portadas de acceso.
Dichas puertas presentan una similar composición: arcos de entrada de medio punto, amplia rosca y flanqueados uno por columnas, otro por medias columnas sobre ménsulas y el restante por pilastras, en todo caso estriadas y de orden jónico; los cuerpos de remate son frontis triangulares.
La planta es rectangular y consta de tres naves separadas por dos hileras de ocho columnas toscanas que sostienen arquerías de medio punto, sobre las que descansan sendos muros horadados por vanos cuya función es aligerar el peso. También en el interior y sobre las dos entradas actuales se encuentran dos frescos muy deteriorados en los que parecen estar representada, en un caso, la Imposición de la casulla a San Ildefonso y, en el otro, San Miguel clavando una lanza al demonio que tiene a sus pies.
Sufrió reformas de acondicionamiento en 1595, 1621 y 1783; en el siglo XX y tras anularse la orden de su demolición -adoptada en 1931 con el lamentable objeto de aprovechar sus materiales-, fue rehabilitado como mercado de abastos, función que desde 1935 y hasta la fecha viene cumpliendo.
Otros atractivos de Medina del Campo
Además de contar con el primer mercado de abastos, la “Villa de Ferias” cuenta con numerosos atractivos, entre los que destacan:
Plaza Mayor
Plaza Mayor de la Hispanidad cuenta con más de 14.000 metros cuadrados, lo que hace que sea la más grande de España. La plaza es un espacio para actividades culturales, mercados y eventos festivos, y ha sido un importante centro comercial y político desde su origen, que data del siglo XV. En aquel tiempo, Medina del Campo se convirtió en un núcleo de ferias internacionales de gran renombre en Europa. Ahora, es una plaza rectangular rodeada por edificios de diferentes estilos arquitectónicos, lo que refleja las transformaciones a lo largo de los siglos, y en ella están representados los tres poderes que ostentaron el poder y la influencia sobre el municipio vallisoletano.
Castillo de la Mota
El castillo destaca como uno de los lugares más interesantes de Medina: su construcción fue encargada a mediados del siglo XV por los reyes Juan II y Enrique IV de Castilla, y los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón) culminaron la gran obra de la barrera artillera en 1483.
La función principal del castillo desde su creación fue la defensiva, pero además de ser un lugar militarmente estratégico acogió entre sus salas las funciones de archivo (donde se guardaron parte de los documentos de la corona) y de cárcel para presos tan ilustres como Hernando Pizarro o César Borgia. Fue uno de los objetivos de las tropas imperiales de Carlos V durante la revuelta de los Comuneros en 1520.
La planta de la fortaleza tiene forma trapezoidal don dos fuertes murallas (la interior y la barrera o barbacana exterior). El acceso principal se efectúa a través de dos puentes (tan sólo el segundo era levadizo) por un gran arco coronado con el escudo de los Reyes Católicos de año 1483, fecha en la que se finaliza la construcción del castillo.
Alrededor de la barrera se sitúa el profundo foso y en un nivel subterráneo las galerías de tiro para la artillería con casamatas. El recinto interior de la fortaleza está compuesto por cinco torres y el patio de armas. La mayor de ellas es la torre del homenaje con 40 metros de altura y cinco plantas (los dos niveles superiores se conservan del siglo XV).
Después de la Guerra Civil Española, en la década de 1940, el edificio interior fue reconstruido para albergar en él la Escuela de Mandos de la Sección Femenina, un centro para realizar el servicio social femenino. En la planta baja son visitables la sala de Juan de la Cosa y la capilla de Santa María del Castillo, donde destacan un crucifijo de marfil filipino del siglo XVII y un tríptico flamenco de finales del siglo XV. Hoy en día el castillo pertenece a la Junta de Castilla y León, conviviendo los dos usos actuales: uso turístico y centro formativo para cursos y congresos.
Colegiata de San Antolín
Este templo es de estilo gótico que forma parte del paisaje histórico de la plaza. Se utilizaba para que el Cabildo Colegial presenciara las actividades que se desarrollaban en la plaza, y su balconada amplia refleja la importancia del lugar como epicentro de la vida social y política de Medina del Campo. Se puede destacar el Balcón de la Virgen del Pópulo, figura venerada en la zona y considerada como un símbolo de protección para la ciudad y sus habitantes.
Palacio Real Testamentario
El acontecimiento más importante que ha ocurrido en este lugar es el dictado del Testamento de la Reina Isabel la Católica (12 de octubre de 1504) y su posterior muerte (26 de noviembre del mismo año).