Los camellos de QR para la App de Tsunami Democràtic

Tsunami Democratic utiliza la tecnología como una potente herramienta para planificar sus movilizaciones. De hecho, ha desarrollado una app dirigida a coordinar movilivaciones y “acciones pacíficas de desobediencia civil”, tal y como explican sus propios creadores. Una vez se accede a la aplicación se debe seleccionar "los recursos disponibles" para las movilizaciones e insta a que "cuando abandonen la acción también lo notifiquen". También se pide señalar si se dispone de "una moto, furgoneta, bicicleta, tractor, patinete, coche o camión"e indicar la disponibilidad de acción, desde los días hasta la horas. Además, la aplicación solicita el permiso de cámara para funcionar, pero también requiere del permiso de almacenamiento, micrófono y ubicación.

L’aplicació de Tsunami funciona com s’esperava en aquesta jornada de proves. L’APP ja ha rebut els primers atacs informàtics per part de l’Estat. No han aconseguit tombar-la. #TsunamiDemocràtic 🌊

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— Tsunami Democràtic (@tsunami_dem) November 9, 2019

Pero esta plataforma no es para cualquiera, esto es debido a que la app requiere de un código QR para activarse. En caso de no disponer de uno de estos códigos, la aplicación no deja realizar ninguna acción. El hecho de exigir un código para comenzar a usar la aplicación asegura que solo puedan acceder a la plataforma las personas implicadas en las movilizaciones y así evitar posibles infiltrados. Para conseguir esta exclusividad el código QR tiene varias limitaciones no se pueda enviar por WhatsApp o por correo, ya que las personas deben estar una cerca de la otra para transmitir el código. Para conseguir uno deberemos solicitarlo a alguien de "nuestro círculo", señalan los creadores de la app.

De esta forma estamos ante una especie de contrabando de QR y aparece la figura del “camello”, una persona de dentro del colectivo de la aplicación que decide a quién pasarle y a quien no el código. De hecho los propios creadores de la aplicación avisaron de habría camellos pasando QR de calidad, en la gran manifestación del sábado 27 de octubre en la calle Marina. Ese día la gente preguntaba en la calle y por Twitter quién había con QR y se facilitaban direcciones para quedar y pasárselo como si de drogra se tratase. Los códigos se van pasando de un móvil a otro entre los manifestantes, siempre y cuando la plataforma confirme mediante el servicio de ubicación que los dos usuarios están cerca realmente y admitir así el código QR.

Por el momento la Guardia Civil no ha podido acceder, controlar ni cerrar esta aplicación tan “exclusiva”. Esto implica que por el momento puede seguir organizando las movilicaciones e informando de qué acciones están ocurriendo y cuáles están planificadas.