Supremacismo

El desprecio de ERC a Andalucía situando a Cataluña por encima

Jové, líder de ERC en el Parlament, vuelve a exhibir el supremacismo del independentismo catalán para exigir privilegios fiscales

Josep Maria Jové i Lladó
Josep Maria Jové i LladóERC

El independentismo vuelve a retratarse. El líder de ERC en el Parlament, Josep Maria Jové, ha despreciado abiertamente a Andalucía durante la sesión de control al Govern en el Parlament de Cataluña. En un discurso plagado de exigencias de un cupo catalán para Cataluña, Jové ha cargado contra el presidente Salvador Illa por, según él, no defender con suficiente firmeza el modelo pactado entre ERC y el PSC para su investidura como presidente de la Generalitat.

“Usted no es el candidato de una comunidad autónoma como por ejemplo Andalucía. Es el presidente de un país: Cataluña. Y esta tendría que ser su única preocupación, su única prioridad”, ha afirmado sin pudor el dirigente republicano. El contexto de estas palabras es el descontento que ha generado entre el independentismo el acuerdo de financiación "singular pero generalizable" que anunciaron la Generalitat y el Gobierno de España el pasado lunes, que prometía ser una cesión para Cataluña pero ha acabado siendo una decepción para todos, y algo a lo que podrá acogerse cualquier comunidad autónoma.

Unas palabras que suponen un nuevo episodio del supremacismo con el que el independentismo catalán ha despreciado históricamente a otras comunidades autónomas, especialmente aquellas como Andalucía.

Un viejo tic

La declaración no es anecdótica ni improvisada. Forma parte de un patrón bien conocido en el discurso de los partidos separatistas, que consideran a Cataluña por encima del resto de territorios de España, como si se tratara de una nación con derechos exclusivos, incompatible con formar parte de un mismo sujeto político llamado España.

El menosprecio a Andalucía por parte de ERC revela una vez más la mentalidad excluyente algunos nacionalistas catalanes, que no aceptan compartir marcos de negociación ni modelos comunes con otras regiones. Para Jové, “quedar bien con todos”, como acusó a Illa, es motivo de crítica. Porque, según su visión, solo Cataluña debe ser la prioridad. Las demás comunidades, como Andalucía, no merecen siquiera comparación.

Aunque la mayoría del electorado independentista no piensa de esta manera, muchos dirigentes separatistas llevan años encadenando desprecios al resto de España. Quim Torra, por ejemplo, ya en 2012, en un artículo publicado en medios digitales, se refería a quienes hablan en castellano como “bestias con forma humana” y los describía como “víboras”, “hienas” o “carroñeros”. Nunca se ha retractado de esas palabras, que siguen circulando cada vez que se reabre el debate sobre la lengua y la representación política en Cataluña.

Sin embargo, el pueblo catalán, tanto los independentistas como los no independentistas, siente un vínculo muy especial con Andalucía, pues es lo más común del mundo que un catalán tenga un abuelo, mínimo, que viene del sur de España. Un vínculo que el separatismo nunca podrá borrar.