Coronavirus

La Generalitat responde a Simón: “Quien sabe lo que pasa en Cataluña somos nosotros”

“No espero ningún consenso con el Estado”, asegura la consellera de Salud

El enfrentamiento entre la Generalitat y el Gobierno en torno a los datos parece lejos de remitir. La consellera de Salud, Alba Vergés, ha elevado de nuevo el tono hoy y ha advertido a Fernando Simón que su prioridad es dar la información a los ciudadanos. “Nosotros no trabajamos para el Ministerio, trabajamos para la ciudadanía”, ha afirmado al hacer referencia al tipo de datos que publican diariamente sobre el coronavirus en una rueda de prensa telemática. “Con todo el respeto al señor Simón, que es muy buen profesional y lo valoro mucho, quien sabe lo que pasa en Cataluña somos nosotros”, ha agregado, en alusión al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

Vergés ha reclamado las competencias en materia de salud porque la Generalitat es quien tiene datos suficientes para valorar cómo evoluciona la epidemia y, en este sentido, ha dicho que el Ministerio de Sanidad no podría identificar si hay algún rebrote. “Los datos los tenemos nosotros y somos nosotros quienes tenemos capacidad para tomar decisiones sobre el desconfinamiento”, ha dicho la consellera de Salud, que ha advertido de que no espera “ningún consenso con el Estado” para aquello que creen que es de su responsabilidad.

Pero, ¿cuál es el motivo de que ayer afloraran repentinamente 635 muertos en Cataluña? Según ha explicado Vergés, se debe a una cuestión de tiempos y los requisitos que exige el Ministerio de Sanidad y ha dicho que un territorio -sin especificar cuál es aunque una buena parte pertenecen a la Agencia de Salud Pública de Barcelona- ha volcado todos los datos de golpe en las últimas horas por un retraso en la validación -es decir, que se ajustaran a las condiciones que pide el Ministerio-. “El Ministerio de Sanidad tiene algunos datos, los que les hemos dado nosotros, que nos han pedido de una determinada manera y que les hemos proporcionado”, ha precisado.

En este sentido, la Generalitat -desde el 15 de abril- reporta los datos diarios de fallecimientos en base a las cifras de las funerarias -que no es el sistema recomendado por la OMS ni se ajusta al del Estado-, residencias y centros sociosanitarios, mientras que el Ministerio exige que sean en base a las fichas epidemiológicas (casos comprobados por pruebas PCR) de cada una de las personas -algo que lleva más tiempo en notificarse porque tienen que pasar la supervisión de Salud Pública (Generalitat)-. La Generalitat hizo ese cambio de criterio en nombre de la transparencia -cuando crecían las sospechas de que la estadística de mortalidad por coronavirus era mucho mayor de lo que señalaban los registros oficiales- y con la intención de reflejar con inmediatez a la ciudadanía el estado de la epidemia.

“Nosotros premiamos poder dar diariamente los datos porque son mucho más reales”, ha destacado la consellera, que, en todo caso, ha negado que haya un rebrote en Cataluña y ha precisado que todos los fallecimientos aflorados ya estaban reportados en los balances diarios que ofrece la Generalitat cada noche -ahora han pasado a ser cada mañana-.

La consellera ha puntualizado que todavía sigue habiendo un descuadre entre los datos que aparecen en el cómputo del Ministerio y en Cataluña: hasta ahora, en Cataluña han muerto 7.023 personas diagnosticadas con prueba PCR, mientras en el registro del Ministerio aparecen 6.663.

Las explicaciones de Vergés no han sido suficientes para la oposición. La diputada del PSC, Assumpta Escarp, ha pedido su comparecencia para que aclare por qué han aparecido los 635 fallecidos porque, asegura, representan el 10 por ciento del total de muertes en Cataluña. El PP también reclama la comparecencia urgente de Vergés en el Parlament.

Balance

En Cataluña se han registrado 757 positivos en las últimas 24 horas -la cifra total asciende a 64.794- y se han contabilizado 34 fallecidos -11.800 en total-. En las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) hay 213 pacientes, una cifra que está muy lejos de los más de 1.300 que había hace poco más de un mes y de la capacidad habitual -hay 600 camas de UCI-.