Salud

Vall d’Hebron inaugura una Unidad de Semicríticos para afrontar una segunda oleada

El hospital reiventa un equipamiento abandonado en un espacio capaz de transformarse en UCI

UCI pediátrica del Hospital Valle Hebrón
El bebé se encuentra ingresado en la UCI pediátrica del Hospital La Fe de ValenciaMarta PerezAgencia EFE

El Hospital Vall d’Hebron de Barcelona acaba de estrenar su nueva Unidad de Semicríticos, un equipamiento que, desde hace años, forma parte del plan funcional del centro pero que hasta el pasado 1 de julio no se ha podido poner en marcha.

«Para el hospital era una prioridad porque tenía esa carencia. Vall d’Hebron no disponía de un espacio destinado a ofrecer la mejor asistencia especializada a pacientes en un estado intermedio entre el apoyo de planta y el que requiere un paciente en intensivos” explica el doctor Oriol Roca, coordinador de la unidad, quien especifica que es un equipamiento pensado para «aquellos enfermos semicríticos que aún están graves pero no necesitan ya de una terapia activa de soporte vital y sin embargo requieren una vigilancia continua monitorizada y una evaluación médica frecuente, por lo que no están tan bien como para poder ir a planta».

Hasta la puesta en marcha de esta unidad, «los pacientes semicríticos eran tratados en zonas hospitalarias en las que se destinaban más recursos para atenderles de forma más intensiva o bien se prolongaba su estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos antes de subirles a planta, lo cual retrasa la recuperación», comenta el doctor Roca para a continuación señalar que ahora, este nuevo equipamiento «nos permite hacer este traspaso de la UCI a planta de forma más progresiva».

Así pues, la nueva unidad mejora la calidad asistencial al paciente, ya que permite tener a los enfermos frágiles concentrados en una misma área y, por lo tanto, centralizarlo todo en ella, y además ésta cuenta con personal especializado, concretamente con un equipo multidisciplinar formado por intensivistas, profesionales del Servicio del Aparato Digestivo y del de Neumología.

La unidad, que ocupa el espacio en el que hasta el mes de septiembre pasado se ubicaba el servicio de medicina intensiva y que durante el momento crítico de la pandemia alojó una UCI COVID, «cuenta con 24 camas -16 de ellas para el Servicio de Medicina Intensiva, 4 para los pacientes del Servicio de Pneumología y otras tantas para los del Servicio de Aparato Digestivo- y está totalmente equipada para poder reconvertirse en cuestión de segundos en una unidad de críticos», señala Roca. Y es que, tal y como pone de relieve el doctor, «el concepto de la unidad de semicríticos no es nuevo, pero ésta cuenta con algunas cosas novedosas, como son su multidisciplinariedad y su facilidad de transformación a una UCI de manera muy rápida porque cuenta con los profesionales y la tecnología necesarios para ello».

Transformable en UCI

Esa tecnología médica es la misma que la de una UCI, ya que dispone, por ejemplo, de respiradores, monitores de presión arterial, frecuencia cardíaca o saturación de oxígeno, y en caso de ser necesaria su transformación a una unidad de críticos solo habría que aumentar la ratio de médicos y profesionales de enfermería.

Así pues, esta versatilidad de la unidad resulta un valor añadido en el contexto sanitario actual, ya que permite ganar agilidad y flexibilidad a la hora de dar respuesta a un incremento importante de los casos de pacientes críticos en el contexto de la pandemia por la COVID 19, ya que como apunta Roca, «ofrece la posibilidad de liberar camas de UCI más rápidamente y atender a más enfermos graves».

No hay que olvidar que Vall d’Hebron es el hospital de Cataluña que más pacientes ha atendido por COVID-19 durante la pandemia, concretamente 3300, de los cuales 350 han sido críticos. De hecho, en el pico de la crisis sanitaria, había más de 770 pacientes ingresado y 180 de ellos en la UCI.