Ocurrió el mediodía del lunes. Los trabajadores de una empresa de Barcelona, en el distrito del Eixample, encontraron el cuerpo sin vida de un hombre de 29 años, que había entrado a robar. El joven era de nacionalidad marroquí.
Según las primeras investigaciones, el ladrón había accedido al tejado de la empresa presuntamente para entrar a robar pero se hundió una parte de la uralita, e impactó contra un piso inferior.
Trepó con varias herramientas, y se precipitó desde la altura de unos 7 metros. Junto al hombre, que tenía antecedentes por robos y hurtos, encontraron un cuchillo y unas tenazas.