Salud

Cataluña quiere prorrogar 15 días todas las restricciones: “No podemos correr, la presión hospitalaria es alta”

Las cifras de los contagios caen, pero esta semana los hospitales catalanes llegarán al pico asistencial, hay 578 personas en la UCI

Una bailarina de flamenco protesta contra las restricciones. (AP Photo/Emilio Morenatti)
Una bailarina de flamenco protesta contra las restricciones. (AP Photo/Emilio Morenatti)Emilio MorenattiAgencia AP

El viernes hará un mes que Cataluña sobrevive con bares y restaurantes cerrados. Y dos semanas sin teatros, cines, gimnasios y con los municipios confinados los fines de semana. La propuesta inicial del departamento de Salut es prorrogar las medidas actuales quince días más. Ya lo ha hecho con el toque de queda, que se alargará hasta el 23 de noviembre. Pero alargar el cierre de la restauración o el cese de las actividades culturales no es una decisión que Alba Vergés y los suyos tomen de manera unilateral. La propuesta se debatirá con expertos los próximos días y entre el jueves y el viernes se decidirá en el marco del Procicat con otros departamentos, el organismo que gestiona la pandemia. Tanto la consellera de Salut, Alba Vergés, como el doctor Jacobo Mendioroz, coordinador de la unidad de seguimiento de la Covid-19 en Cataluña, son partidarios de consolidar la tendencia a la baja de la curva epidemiológica antes de iniciar una desescalada. Tienen miedo de que si las restricciones actuales se relajan demasiado rápido, la segunda ola de la pandemia coincida en el tiempo con una tercera ola. “Sería muy peligroso”, ha coincidido Mendioroz y Vergés.

Según Mendioroz el pico de los contagios se superó hace apenas una semana. El 21 de octubre se registro el número máximo de contagios en un día, 6.028 positivos. La semana pasada esta cifra se movió entre 4.000 y 5.000. Y hoy lunes, el número de diagnósticos ha bajado a 1.919. La velocidad de transmisión consolida su tendencia a la baja y se sitúa en 0,92, esto quiere decir que por cada 100 infectados se contagian 92. También baja el riesgo de rebrote de 697 a 670, aunque sigue siendo una cifra preocupante, teniendo en cuenta que se considera riesgo elevado a partir de 100. Otro dato que baja pero no lo suficiente es la incidencia acumulada en los últimos 14 días: en estos momentos, es de 762 casos por cada 100.000 habitantes y la Organización Mundial de la Salud (OMS) da por controlada la pandemia con 50 casos por cada 100.000.

Aunque la curva epidemiológica baja lentamente, lo más difícil es consolidar esta tendencia. “Necesitamos mas tiempo. No podemos correr. Necesitamos mantener las medidas, entre otras cosas porque a finales de esta semana llegaremos al pico asistencial”, ha alertado Vergés. Superado el pico de los contagios, esta semana llegará el pico asistencial. La cifra de ingresos sigue subiendo, ya hay 2.793 pacientes ingresados por covid en los hospitales, 578 están en la UCI. En las últimas horas, el virus se ha cobrado la vida de 35 personas.

Por ahora, en las estadísticas se ve reflejado el impacto de las primeras medidas: el cierre de bares, restaurante, centros de estética y el toque de queda nocturno. Pero en los próximos días empezará a verse el efecto del cierre de teatros, cines y gimnasios, la reducción del aforo comercial y el cierre perimetral y por municipios el fin de semana. Sin estas medidas, Mendioroz recordó que las proyecciones alertaban de que esta semana hubiera habido una media de entre 12.000 y 14.000 casos diarios diagnosticados, una cifra del todo inasumible para el sistema sanitario. En estos momentos, la atención primaria esta sobrecargada y ya no puede hacer el seguimiento habitual de otras patologías crónicas. “Una cosa es el descenso de los contagios y otra de la presión asistencial. Esta semana será importante analizar la tasa de reproducción que nos dará pistas sobre cuál será la velocidad de descenso", ha comentado el doctor Mendioroz antes de advertir que "aún queda bastante tiempo de ser rigurosos con las medidas”.

Mientras, los centros de atención primaria y los hospitales hacen frente a la segunda ola de la pandemia, en la calle se suceden las protestas. Esta mañana, el colectivo de bailarines y escuelas de danza defendía que son un espacio seguro ante la fachada de un Palau de la Generalitat manchada de restos de sangre animal, firma de otra protesta de algunos restauradores. Para proteger el edificio, el conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha avanzado que desplegará una brigada de Mossos d’Esquadra.

Desde el 16 de octubre, la policía catalana ha impuesto más de 22.000 sanciones por incumplir las restricciones. Este fin de semana, se han cerrado 11 locales y se han intervenido fiestas: una fiesta de 20 personas en un piso de Sarrià (Barcelona); otra en un local de L’Hospitalet de Llobregat, con 26 personas, o en una asociación cannabica, con 20 personas más, además de encuentros en hoteles.