14-F

Puigdemont mete presión a ERC: pide reactivar el “procés” y desplegar la independencia de Cataluña

Los republicanos y la CUP plantan al expresident en un acto del Consell per la República en el que ha presentado su hoja de ruta para volver a la ofensiva

Carles Puigdemont, durante su intervención hoy, en el acto del Consell per la República
Carles Puigdemont, durante su intervención hoy, en el acto del Consell per la RepúblicaLa Razón

Carles Puigdemont, lejos de resignarse ante la imposibilidad de liderar al independentismo como presidente de la Generalitat y ante la amenaza de perder protagonismo por la irrupción de Laura Borràs como candidata de JxCat, está fraguando un nuevo espacio de poder desde el que dirigir el “procés”: el Consell per la República. Ideado en 2018, este ente ha tenido un perfil bajo de momento, aunque el expresidente de la Generalitat ha optado ahora por acelerar su puesta en marcha y lo ha dotado de una hoja de ruta para convertirlo en “autoridad nacional” de Cataluña y culminar el “procés”. Puigdemont se ha encargado hoy de presentar el plan de gobierno del Consell per la República, que pivota sobre las elecciones catalanas del 14 de febrero y añade más presión sobre Esquerra: ha pedido al independentismo vencer en votos y escaños en la cita electoral; configurar un gobierno separatista; y, retomar la iniciativa haciendo “efectiva” la República Catalana proclamada el 27 de octubre de 2017.

El Consell per la República no ha terminado de despegar hasta el momento. De hecho, el acto de hoy ha sido diseñado para darle un impulso, pero tampoco lo ha conseguido desde el punto de la transversalidad: estaban convocados los 70 diputados independentistas del Parlament, pero ni Esquerra ni la CUP han participado -por parte de los cuperos ha estado Carles Riera a título de “observador”-. Los republicanos llevan tiempo mostrando sus recelos hacia este proyecto y han interpretado el acto de “partidista”. Y, lo cierto es que ha tenido un marcado tono preelectoral, ya que el plan desgranado por Puigdemont va en línea con el programa estratégico de JxCat y se aleja de los planteamientos de Esquerra.

Y es que, precisamente, la interpretación que se dé a los resultados de las elecciones del próximo 14 de febrero se ha convertido en una nueva fuente de divergencias entre JxCat y Esquerra: mientras el partido de Puigdemont apuesta por poner rumbo a la independencia si el bloque separatista supera el 50% de votos, la formación de Oriol Junqueras prefiere contemporizar para ampliar la base -no cree suficiente superar el 50% de los votos para hacer efectiva la ruptura con España-. Además, Puigdemont también exige con antelación un gobierno separatista ante el temor a que los republicanos puedan mirar hacia otras opciones -como Podemos o el PSC-.

Con este ente, Puigdemont trata de dibujar una doble institucionalidad en Cataluña para escapar a los límites de la legalidad española y avanzar en el “procés”: así, además del Consell per la República (que sería el Govern paralelo), hoy se ha lanzado la Asamblea de Representantes (Parlament paralelo), que tiene también como objetivo promover la independencia, además de controlar al Consell y está formada por miembros elegidos por los 91.000 inscritos (militantes). El objetivo y la voluntad que tienen es guiar al independentismo hacia la ruptura con España e internacionalizar el “procés”. El Consell per la República está presidido por Carles Puigdemont, pero tiene una dirección compuesta por otros once miembros: entre ellos, los exconsellers Clara Ponsatí, Toni Comín y Lluís Puig; Elisenda Paluzie (ANC) o Antoni Castellà (Demòcrates). Esquerra, pese a sus recelos, está representada por el dirigente del partido Isaac Peraire. La CUP y Òmnium han rechazado formar parte.

Si bien, esta estructura institucional paralela que diseña Puigdemont, hasta el momento, ha conseguido poco eco y poca fuerza: de hecho, no ha conseguido el objetivo que se marcó de lograr dos millones de inscritos -ahora está en algo más de 91.000, que pagan cuota- ni tampoco ha logrado el reto de unir a todo el independentismo como pretendía. Para revertir esta situación y dar un golpe de fuerza, el Consell per la República ha usado el Palau de la Generalitat para desarrollar el acto.

Puigdemont ha desgranado una guía titulada “Preparémonos” que tiene como objetivo “descongelar” y continuar adelante con el “procés” y cerrar “el largo paréntesis que abrió la represión” para “vencer al poderoso Estado español”. “Solo con la lucha antirrepresiva, no venceremos”, ha dicho. Así, ha propuesto que las “instituciones activen la declaración de independencia y que la sociedad se movilice para defender esta posición el tiempo que haga falta”. “Que el Govern, el Parlament y los ayuntamientos desplieguen los efectos de la declaración de independencia y se acaben constituyendo en instituciones provisionales de la republica”, ha afirmado. “El objetivo final no es otro que el reconocimiento internacional de la republica catalana y su incorporación como Estado soberano a la comunidad internacional”, ha añadido.

Así, entre los siete “deberes” que ha propuesto se hallan, además de ganar en votos y escaños el 14-F, configurar un gobierno independentista y hacer “efectiva” la República, poner en marcha “iniciativas publicas y privadas orientadas a la conquista de espacios de soberanía”; la puesta en marcha de “la estructura digital de la República y de los servicios esenciales que deben garantizar el funcionamiento del país en transición”; una respuesta “explícita” del Estado sobre su predisposición a negociar el referéndum; la acción internacional “orientada al establecimiento de relaciones política regulares con estados y naciones sin estado y orientada al reconocimiento ulterior de la república”.

El expresident ha asegurado que la independencia “se votó y se proclamó”, pero no se hizo “efectiva” y, ahora, “se trata de preparar cada una de las condiciones necesarias” y ha puesto el acento en una estrategia de “desbordamiento democrático”, que pivota sobre las instituciones catalanas y la sociedad civil.

Puigdemont ha concluido su intervención llamando a corregir la desunión en el independentismo. “Habrá que establecer una alianza entre todos los actores del movimiento. Es una alianza irrenunciable e inaplazable”, ha dicho, y ha reivindicado el Consell per la República como ente desde el que asignar responsabilidades y roles.