Pandemia

La mitad de los sanitarios que lucha contra la Covid-19, en riesgo de sufrir un trastorno mental

Uno de cada cuatro profesionales tiene depresión según una investigación del Hospital del Mar en la que han participado 9.000 trabajadores. El 3,5% ha tenido algún pensamiento suicida

Un profesional sanitario traslada a un paciente en el hospital de Bellvitge de Barcelona. EFE/Alejandro García
Un profesional sanitario traslada a un paciente en el hospital de Bellvitge de Barcelona. EFE/Alejandro GarcíaAlejandro GarcíaEFE

“Frustración, rabia, cansancio, miedo”. Son las palabras con las que la enfermera Elvira García, que asiste a los vecinos de Barcelona desde el Centro de Atención Primaria Maragall, retrata el sentir de los profesionales sanitarios. “En la primera ola, acabamos agotados, volcados en atender a enfermos con covid y preocupados porque no nos daba la vida para asistir al resto de patologías. Nos centramos en cuidar a la sociedad y nos olvidamos de cuidarnos a nosotros”, admite. Son las conclusiones a las que llegó tras hacer una encuesta a sus compañeros para medir cómo les estaba afectando la pandemia y a partir de la cual ha desarrollado un plan para ayudarles a “equilibrarse”. El doctor Antoni Trilla, jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, describe el cansancio físico y emocional que sufren sus compañeros como “si estuviéramos en un partido de fútbol en el que en marzo corríamos todos detrás de la pelota y ahora, casi sin fuerzas, nos toca jugar la prórroga”. Los resultados de dos estudios liderados por investigadores del Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM) y médicos del Hospital del Mar de Barcelona, que se han publicado en la ‘Revista de Psiquiatría y Salud Mental’ y en ‘Depression & Anxiety’ corroboran las conclusiones de la enfermera y el doctor.

Casi la mitad de los profesionales sanitarios españoles corre un alto riesgo de sufrir un trastorno mental después de la primera ola de la pandemia, esto quiere decir que necesita una evaluación profesional para confirmar o descartar un problema. Uno de cada cuatro tiene depresión. Y un 3,5% ha tenido una idea suicida, es decir, ha tenido presencia de deseos de muerte o pensamientos persistentes de querer matarse. Estas conclusiones salen de estos dos trabajos basados en encuestas anónimas a 9.138 sanitarios de 18 centros hospitalarios de seis Comunidades Autónomas: Andalucía, País Vasco, Castilla y León, Cataluña, Madrid y la Comunitat Valenciana.

Depresión

Tras la primera ola, el 45,7% de los sanitarios presentan un riesgo alto de desarrollar algún tipo de trastorno mental. Y uno de cada siete, el 14,5%, presentan un trastorno mental discapacitante, con repercusiones negativas claras en su vida profesional y social. Por patologías, el 28,1% presentan depresión, el 22,5% trastorno por ansiedad, casi 1 de cada 4, pánico, el 22,2% estrés postraumático y un poco más del 6%, abuso de substancias.

Los resultados del estudio no nos sorprenden, pero nos preocupan. Son muy consistentes con nuestra experiencia clínica. Atendimos a muchos sanitarios con estrés agudo, agotamiento y ansiedad. Especialmente, aquellos que ya habían experimentado anteriormente problemas de salud mental. Como en otras instituciones, en nuestro centro pusimos en marcha un programa de apoyo emocional, el programa One2One, que facilitaba un acercamiento multicanal a los profesionales”, explica el doctor Víctor Pérez, último firmante del trabajo, director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar (INAD), coordinador del Grupo de Investigación en Salud Mental del IMIM-Hospital del Mar e investigador del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM).

El doctor Jordi Alonso, autor principal del estudio, director del Programa de Epidemiología del IMIM-Hospital del Mar y codirector científico del CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), advierte de que “los datos de la primera ola de la pandemia, indican una prevalencia de problemas de salud mentales discapacitantes en los sanitarios españoles mucho más alta que la esperada. Habrá que monitorizar el riesgo que estos problemas persistan y a la vez, tener en cuenta los factores identificados en nuestro estudio para tratar de minimizarlo”.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores preguntaron a los trabajadores sanitarios por sus relaciones familiares, el impacto personal, social, laboral y familiar de la Covid-19, y una serie de medidas para detectar posibles trastornos.

El 80% de los encuestados estuvo involucrado directamente en el cuidado de pacientes COVID-19, a pesar de que solo el 43% estuvo en contacto durante casi todo el tiempo. El 17,4% contrajo la enfermedad y 112 necesitaron ingreso hospitalario. En el 13,4% de los casos algún miembro de la familia directa resultó infectado y en 1 de cada 4, el profesional tuvo que confinarse o quedar en cuarentena. 4 de cada 10 reportaron haber sufrido algún tipo de desorden mental antes de la pandemia.

Las auxiliares de enfermería, las que más sufren

Las auxiliares de enfermería son el colectivo que sufre un mayor impacto. Sobre todo, en el caso de mujeres jóvenes, solteras y que han nacido en el extranjero. Dos de cada tres auxiliares sufren riesgo alto por trastornos mentales, mientras que en el caso de las enfermeras, la mitad corre riesgo de desarrollar un trastorno. También hay más prevalencia entre los profesionales que han estado más cerca de los pacientes COVID-19, y entre aquellos que han sufrido la enfermedad o que han tenido familiares infectados.

Los investigadores recomiendan una monitorización a los profesionales sanitarios con trastornos mentales previos porque haber presentado un trastorno mental antes de la pandemia dobla el riesgo de volverlo a sufrir a consecuencia de la COVID-19. También inciden en una mayor atención a los que están en primera línea expuestos a pacientes con COVID-19, a los que hayan sufrido la infección o hayan estado en confinamiento. Los datos ponen de manifiesto la necesidad de esfuerzos sociales para evitar contagios y evitar que los sistemas sanitarios se vean desbordado.

Terapia a través del arte

Lo que más preocupa a los autores del estudio es que los sanitarios son un colectivo a los que les cuesta pedir ayuda. Para ayudar de manera anónima a los profesionales sanitarios -médicos, enfermeras celadores, personal de la limpieza y el resto de trabajadores-, a rehacerse del impacto de la COVID-19, el Institut Català de la Salut y el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) pusieron en marcha en verano el programa “Recuperart”. Se trata de una propuesta terapéutica a través del arte. Uno de los dramas de esta pandemia ha sido la muerte en soledad. Ha sido muy duro no recibir a las familias en el proceso final de la vida y soportar un estrés sostenido, reflexiona el doctor Philippe Mortier, investigador postdoctoral del IMIM-Hospital del Mar, del CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y firmante de los dos trabajos.