Pedro Baños
“Rusia no se va a involucrar en Cataluña con el independentismo. Eso es otro montaje”
Entrevista con el coronel Pedro Baños, que apuesta por replantear la política exterior española
Coronel en la reserva del Ejército de Tierra y diplomado de Estado Mayor, Pedro Baños se ha convertido también en un referente mediático por la divulgación que hace sobre cuestiones de ámbitos internacional, geoestrategia, seguridad y defensa, campos en los que es uno de los mayores especialistas. Recientemente ha publicado “El dominio mental” (Ariel), libro en el que desgrana las técnicas del poder para dominar nuestra mente.
Ha publicado recientemente un libro que desgrana cómo estamos controlados. ¿Hasta qué punto somos dueños de nuestras decisiones?
Cada vez menos. Hay muchas formas de influir en las personas y en la sociedad. Más hoy en día, en la era digital y con ese quinto poder que son las redes sociales. Es muy fácil condicionar la opinión de las personas y las decisiones a través, principalmente, de las emociones, que son la clave de todo. Lo vemos constantemente: por un lado, nos intentan tener distraídos con cosas accesorias, pero que consiguen tener a la sociedad adormecida; por otro lado, las personas que intentan estar un poco más informadas están sometidas a un alto grado de manipulación porque lo permite la tecnología.
Con todo esto que describe, ¿cree que los gobiernos han tenido más facilidad para encajar determinadas medidas durante la pandemia?
También. Todavía lo seguimos viviendo: cómo se recurre al miedo de las personas constantemente. Esto incide de manera acusada en los problemas psicológicos y mentales que está sufriendo la población. Se están disparando el consumo de ansiolíticos y antidepresivos.
En este sentido, en España, ¿cree que hemos sido demasiado obedientes a las diferentes restricciones que se han ido imponiendo?
A pesar de que en España característicamente somos bastante anárquicos comparado con otros países europeos o países asiáticos, aquí creo que hemos respondido de forma ejemplar. Hay que decirlo y subrayarlo.
Pero al hilo de la reflexión que hace en su libro sobre cómo nos manipulan y adormecen como sociedad, ¿no cree que esta obediencia ejemplar a las restricciones de libertades puede ser un síntoma preocupante pese a que el bien superior sea la salud?
Son normas sanitarias que dictan los políticos y recomendadas por los expertos sanitarios. Creo que es más preocupante que, aprovechando esta situación de necesidad y de crisis planetaria, muchos gobiernos estén tomando decisiones claramente abusivas y que, en otro momento, los ciudadanos no hubieran permitido.
¿Cree que se aclarará todo sobre el origen de la pandemia?
Lo tenemos muy complicado. Ya se ha visto con el viaje reciente a China de la OMS para desvelar el origen del virus. No han aclarado nada y probablemente allí estuvieron limitados. Seguimos sin saber nada.
¿Qué efectos sobre la geopolítica está teniendo esta pandemia?
China ha jugado muy bien sus cartas. A pesar de que el origen de la pandemia puede estar allí, ha consolidado la tendencia para superar a Estados Unidos en muchos aspectos. Nos queda por ver todavía la respuesta de Estados Unidos y del mundo anglosajón, que creo que va a ser muy dura, como estamos viviendo con Biden. Está llevando una política cada vez más agresiva con sus dos grandes contendientes, que son Rusia y China. Creo que nos quedan muchos episodios y muy duros por vivir.
Hace referencia a “episodios duros”, ¿qué conflictos bélicos atisba en el horizonte?
Desde hace tiempo alerto de cómo se está tensando la situación en Ucrania. No sería descartable que en un breve plazo en Ucrania se reavivara el conflicto. Estados Unidos estaría encantado de arrastrar a la Unión Europea a un conflicto porque evidentemente le beneficia. Ojalá tengamos políticos nacionales y europeos sensatos para no caer en esa trampa. Mi percepción es que Estados Unidos va a intentar reabrir o abrir otros conflictos nuevos con todo aquello que pueda perjudicar a sus grandes adversarios, que pueden ser en sus periferias o lejanos (como Siria).
¿Cómo interpreta que países pequeños como Bahréin, Israel o Emiratos Árabes, pero aliados de Estados Unidos estén tan avanzados en la vacunación?
Europa ha dado una vez más una lección negativa en cuanto a un exceso de carga burocrática y también de ineficacia. En cambio, vemos cómo Reino Unido y estos países pequeños, que también es verdad que son ricos y con influencia internacional, han sabido hacerlo mucho mejor. Aquí la UE no lo ha hecho bien. Vemos, además, cómo algunos países están yendo ya por libre, como Hungría, que ha comprado la vacuna rusa y china.
La vacuna rusa empezó generando recelos en Occidente, pero poco a poco va entrando en juego. ¿Rusia, como China, también puede salir reforzada geopolíticamente de la pandemia?
Aquí entramos en la disputa geopolítica: se muestra desprecio por cada cosa que venga del adversario. Aquí se han ignorado las vacunas chinas o las rusas. Por otro lado, Rusia está haciendo su diplomacia de la vacuna, pero la UE, presionada por Estados Unidos, no quiere adquirirla aunque la prestigiosa revista “The Lancet” dijo que los grados de eficacia son altísimos y es totalmente segura.
¿Qué opina del choque entre Josep Borrell (responsable de Asuntos Exteriores de la Unión Europeo) y Serguéi Lavrov (ministro de Asuntos Exteriores de Rusia) por los presos independentistas y Navalny?
Yo creo que no tiene mayores consecuencias porque al final fue una fricción propia de este tipo de situaciones. Lavrov es uno de los diplomáticos con más experiencia del mundo que tiene que defender la posición de su país y no puede permitir, en público, ese tipo de recriminaciones. Otra cosa es que haya recriminación en privado.
¿Cree que realmente puede tener impacto sobre el “procés” esa recriminación a Borrell?
Rusia no se va a involucrar en Cataluña con el independentismo. Eso es otro montaje de algunos medios y es parte del juego que estamos viviendo: hay que acusar a Rusia de todos los males para tapar la incompetencia de Europa o lo que nos está sucediendo. No se ha podido demostrar absolutamente nada.
¿Usted no ve a Rusia apoyando al independentismo?
Primero hay que pensar que Rusia tiene sus propios problemas separatistas dentro de su territorio. ¿Y cómo va a enviar Rusia 10.000 soldados a Cataluña? ¿Los iba a teletransportar? No tiene sentido ninguno y se han dicho muchas barbaridades que hay que entender dentro de este juego geopolítico. Hay muchos intereses en contra de Rusia. A pesar de los intereses, no se ha podido demostrar nada.
Recientemente se han celebrado los 25 años de la llegada al Gobierno de José María Aznar y ha dicho que “España es una gran nación, pero no un gran poder”. ¿Como está España en la geopolítica mundial?
Creo que la frase es acertada. Como militar, tengo una fe inquebrantable en España y en el pueblo español. Somos un gran pueblo y lamentablemente no estamos todo lo unido que deberíamos estar para hacer frente a las situaciones actuales y futuras. Seguimos teniendo un peso importante en el mundo, pero podría ser muchísimo mayor, en muchos planos: empezando por el contexto hispanoamericano, pero también hemos ido perdiendo fuelle porque no nos hemos sabido plantar. En diplomacia, a veces, hay que saberse plantar y saber decir no y ser un poco más firme y, por exceso de tolerancia o quijotismo, no sabemos jugar nuestras cartas. Nos llevan a la irrelevancia internacional, cuando deberíamos tener un peso muchísimo mayor.
Es decir, ¿está apuntando a que al estar en el espacio europeo, España queda más desdibujada y no ejerce el papel que podría tener en Hispanoamérica?
En Hispanoamérica y en todo África, que somos vecinos. En el contexto hispanoamericano tendríamos que tener una presencia mucho mayor. Nos une todo, son nuestros verdaderos hermanos. Cualquier español que va a Hispanoamérica se siente en casa porque compartimos cultura, tradición, historia, religión y la lengua, que es esencial. Y, en cambio, no sabemos explotarlo y otros países que no tienen ningún lazo lo hacen mejor. España tiene que prestar atención en África, Hispanoamérica y Europa y no desdeñar a ningún país del mundo. Hay otros países europeos que al margen de lo que diga Europa, hacen su propia política exterior y económica internacional.
Aznar, en este sentido, hizo su propia política exterior dejando de lado en ocasiones a Europa, ¿no?
Es que eso es muy importante. No me canso de repetir que en España tenemos que pensar cuáles son nuestros verdaderos intereses, más allá de los intereses de la UE y Estados Unidos. En todo, en economía, política y defensa, y eso seguimos sin entenderlo bien y seguimos arrastrándonos demasiado por condicionantes externos. Creo que deberíamos abrir un poco más la vista y saber cuál es el futuro que queremos para nuestro país y tener una política exterior propia.
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