Fiasco de Colau: el veto al coche no consigue reducir la contaminación en Barcelona

Nuevo fiasco en una de las medidas estrella del gobierno de Colau en la actual legislatura. La Zona de Bajas Emisiones -ZBE- de las rondas, con la que se pretendía rebajar los niveles de contaminación aplicando restricciones a ciertos vehículos solamente consiguió de forma «modesta» el efecto esperado. Así lo definió el informe elaborado por un grupo de trabajo de evaluación de la ZBE en el que los resultados no han sido los esperados según las promesas del Ayuntamiento. Barcelona y su área metropolitana tienen una alta densidad de contaminación, tanto de partículas suspendidas en el aire como de dióxido de nitrógeno y, aunque el consistorio pensó en la ZBE como solución, parece que tras los primeros meses esto no es así.

Desde el 1 de enero de 2020 entró en vigor la nueva normativa circulatoria en las rondas de Barcelona con grandes restricciones en vehículos más contaminante. Aun así, en el primer año de funcionamiento, con confinamiento de por medio, la zona no ha conseguido reducir de forma considerable los niveles. Durante la primavera del pasado año si que se llegaron a registrar bajadas de más de un 30% en NO2, datos que volvieron a niveles normales tras la desescalada. Algunos expertos han expuesto que las restricciones deberían ser mayores para notar los efectos por lo que parece que las medidas impulsadas por el gobierno municipal y que aspiraban a mucho han quedado en meras promesas.

Aunque Colau haya querido que sus apuestas personales y más importantes de su equipo salieran adelante lo antes posible, la ZBE ha comportado en los últimos años tensas discusiones entre los grupos municipales y ciudadanos. La medida tuvo grandes críticas por parte de asociaciones de ciudadanos, como los propietarios de vehículos históricos que quedaron fuera en un principio. Otros como los comerciantes y trabajadores que dependen de furgonetas que ya no se encontraban entre las permitidas también llevaron a cabo acciones contra el gobierno municipal y se vieron obligados a comprar, hecho que supone un gran desembolso, nuevos vehículos para poder trabajar.

Con todas las polémicas que existieron, al final fue la pandemia la que consiguió, con las restricciones en la movilidad, reducir considerablemente los niveles de contaminación en la ciudad y no la ZBE. Con el revés de este informe a la medida, el Ayuntamiento se encuentra elaborando otro durante todo el 2021 que analizará más puntos con controles activos y pasivos de contaminación para poder trabajar en nuevas restricciones. El consistorio espera así pode sacar pecho de su medida tras este fiasco y reforzar nuevas políticas estrella.

Los malos datos del informe llegan días después de saber que los presupuestos participativos, otra de las medidas estrella de Colau durante las campañas electorales no avanzan como el consistorio querría. Hasta el momento y a falta de días para clausurar la elecciones populares solamente 20.000 personas han votado lo que supone una muy baja participación. En estos presupuestos los barceloneses podían elegir proyectos que en total no llegaban a ser el 1% de las cuentas del consistorio lo que puede haber provocado una falta de interés. Ni los muchos días para votar ni la posibilidad de hacerlo a los mayores de 14 años han conseguido lograr una participación considerable de otra de las grandes apuestas de la alcaldesa.

Aún con los malos datos demostrados por el informe acerca de la ZBE, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) y la Dirección General de Tráfico (DGT) presentaron el pasado jueves en Madrid la primera «Guía técnica para la implementación de zonas de bajas emisiones» para toda España. El objetivo de esta guía es promover y ayudar a las autoridades municipales a implantar estas zonas en sus localidades a partir del ejemplo de la ZBE Rondas BCN y también para que sirva de modelo a los municipios del área de Barcelona para cuando lo vayan a implementar, según explicaron las administraciones.