Barcelona pone en marcha un programa escolar para prevenir las adicciones al juego y las pantallas

El consumo de alcohol y de cannabis sigue una tendencia a la baja entre los menores barceloneses, sin embargo, preocupa especialmente la relación de lo jóvenes con las pantallas y el juego. En este sentido, cabe recordar que un 7,9% del alumnado entre los 13 y los 19 años ha jugado con dinero de forma presencial en el último año, mientras que un 7,4% lo ha hecho de forma online y un 3,4% realiza un posible juego patológico, entre los que los chicos representan el 5,9% y las chicas el 1%.

Es en este contexto en el que se enmarca el nuevo Plan de Acción sobre Drogas y Adicciones de Barcelona 2021-24, que, tal y como puso de relieve la regidora de Salud, Gemma Tarafa, durante su presentación, “pone el acento en tres cosas: las pantallas y los juegos, el consumo de cannabis y el de alcohol” y todo ello desde dos miradas, “una que pone el acento en los jóvenes de entre 13 y 19 años y la otra que busca revertir la desigualdad de género”.

Así pues, en lo que se refiere al consumo de alcohol, si bien se ha registrado una tendencia a la baja en los últimos cinco años, lo cierto es que a día de hoy aún un 40% de los alumnos de Segundo de la ESO dice haber consumido alguna vez en la vida, mientras que en mujeres ese porcentaje se sitúa en torno al 38%. Es por ello que el plan prevé la puesta en marcha de programas de prevención en los centros educativos y de una campaña dirigida a los turistas para promover un consumo responsable. Asimismo, plantea un plan de acción para reducir el impacto del consumo de alcohol y otras drogas en la vía pública y apuesta por garantizar el cumplimiento de la normativa en lo relativo a la prohibición de venta de alcohol a menores y los horarios de venta.

También se ha evidenciado esa tendencia a la baja en cuanto al consumo de cannabis, de manera que si bien en 2016 un 57% de los chicos estudiantes de Segundo de la ESO admitía haber consumido alguna vez en la vida y un 53% de las chicas, en la actualidad esos porcentajes se sitúan en torno al 26%. En cualquier caso, no hay que bajar la guardia porque ésta sigue siendo la tercera sustancia más consumida por los jóvenes, después del alcohol y el tabaco, de manera que el plan prevé la puesta en marcha de un Observatorio del consumo de cannabis y sus efectos en la salud, de un programa de reducción de daños de consumo de esta droga y del Servicio de Orientación sobre drogas.

Y si bien se ha retrasado la edad de inicio del consumo de alcohol y sigue cayendo las cifras relativas al consumo de cannabis, preocupa especialmente la relación de los menores con el juego. Es por ello que el Plan de Acción sobre Drogas y Adicciones de Barcelona plantea la implementación de un programa escolar de prevención de daños asociados a los juegos de apuestas y videojuegos, la creación de una guía de prevención para familias y la puesta en marcha de una campaña de sensibilización a la población.

“El programa escolar se plantea como un trabajo a nivel del aula, con intervenciones y actividades a lo largo de todo el curso orientadas a trabajar en la decisión de jugar en apuestas y videojuegos”, explicaba durante la presentación la directora de Promoción de la Salud de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), Maribel Pasarín, quien al respecto señalaba que “para ello, hay una formación para los docentes”. Por su parte, Tarafa indicaba que “son los directores de los centros de secundaria e institutos quienes decidirán si quieren implementar el programa en sus centros”.

El Plan de Acción sobre Drogas y Adicciones de Barcelona 2021-24 no solo se centra en los jóvenes, sino que también incluye una mirada de género. Y es que las mujeres lideran el consumo de ansiolíticos y de hipnóticos. De hecho, el 51,8% consume ansiolíticos con prescripción médica por el 27,6% de los hombres, mientras que el 29,7% de las mujeres hace lo propio con los hipnóticos, por el 14% de los hombres. Así pues, el plan prevé la puesta en marcha de un programa piloto de prevención familiar selectiva para personas usuarias de los centros de tratamiento con hijos de entre 7 y 12 años, de espacios no mixtos y programas con perspectiva de género en los servicios de reducción de daños o la creación de plazas residenciales para mujeres consumidoras de drogas.