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El vicepresidente catalán avisa que la estabilidad del Govern “está en riesgo”
Junts sigue con la estrategia de presionar a ERC tras la ruptura con la CUP por los presupuestos
El pacto entre el Govern de Pere Aragonès y los comunes de Ada Colau para los presupuestos catalanes de 2022 ha abierto un nuevo capítulo en la lucha entre ERC y Junts. Los posconvergentes afean y achacan a los republicanos la ruptura de la mayoría del 52%, una estrategia para minar al máximo rival y erigirse en garante del independentismo. En este sentido, el máximo cargo del partido de Carles Puigdemont, el vicepresidente del Ejecutivo Jordi Puigneró, ha dado un paso más y ha avisado que la estabilidad del Govern “está en riesgo” a raíz de la ruptura del bloque tras el “no” de la CUP a las primeras cuentas de Pere Aragonès.
Así lo ha dicho en una entrevista publicada en el diario ‘El Punt Avui’, en la que ha asegurado estar preocupado por si se ha agrietado la mayoría del 52% en el Parlament: “Si esto se rompe, el independentismo tendrá que hacer una reflexión”.
Siguiendo la línea del partido, que lleva días responsabilizando directamente a Aragonès de la ruptura con los antisistema para los presupuestos, Puigneró ha avisado de que el presidente de la Generalitat “se tiene que preguntar cómo queda la legislatura desde la perspectiva de la estabilidad” después de la enmienda a la totalidad a los Presupuestos de la Generalitat para 2022 de la CUP.
También ha advertido de que las mayorías independentistas con las que arrancó la legislatura ahora ya “no están”, y ha asegurado que su formación quiere saber si el acuerdo de gobierno entre Junts y ERC está garantizado.
Los posconvergentes remarcan que los pactos entre republicanos y antisistema no les competen pero piden explicaciones a Aragonès sobre la vigencia de sus acuerdos.
Y es que aquí radica una de las claves de la legislatura, que ha empezado a trompicones y con severos problemas entre socios: Esquerra pactó con la CUP una cuestión de confianza en el Parlament a medio mandato, en 2023, para asegurarse la puesta en marcha de la legislatura. Ahora, con el portazo de los antisistema a las cuentas, los republicanos se replantean su acuerdo y dejan la moción en el aire argumentando que aprobar los presupuestos era condición “sine qua non” para someterse luego al veredicto de la cámara. Y los posconvergentes presionan a Aragonès para que desvele el camino a tomar.
De hecho, la propia presidenta del Parlament, Laura Borràs (Junts) ha emplazado esta semana al president a someterse a la cuestión de confianza de los antisistema, un gesto inaudito y contrario a los postulados de ERC.
Sobre la hoja de ruta del “procés”, Puigneró ha defendido el “embate democrático” y garantizar la unidad estratégica del movimiento pese a las continuas batallas entre partidos y a las enormes diferencias estratégicas existentes.
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