Cataluña
Esquerra blinda el diálogo con el Gobierno: “Seguro que va a acabar habiendo negociación”
Junqueras apela a no tener “ningún miedo” de negociar en el cónclave del partido republicano, que sirve para reafirmar la estrategia dialogada
Esquerra ha renovado su hoja de ruta para los próximos cuatro años durante este fin de semana. En un cónclave celebrado en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), las bases han dado el visto bueno y han reforzado la apuesta por lavía dialogada con el Estado para lograr la independencia, aunque con fiscalización: las bases han enmendado el texto de la ponencia (donde queda plasmada la estrategia) y han pedido una metodología clara para la mesa; un calendario acordado de reuniones que se pueda cumplir; y, una rendición de cuentas ante la ciudadanía y la militancia sobre los acuerdos alcanzados. La ponencia ha sido aprobada rotundamente, con un apoyo del 97% de los militantes presentes en la Conferencia Nacional.
El texto da completa prioridad a la negociación política para resolver el conflicto y deja constancia de las dos exigencias de los republicanos: amnistía y autodeterminación. En este sentido, también queda recogido, de forma implícita, el porqué renuncia a la unilateralidad que tanto defienden sus socios independentistas (JxCat y CUP): “Ha quedado demostrada la dificultad de ejercer el derecho de autodeterminación contra la voluntad de un Estado de la Unión Europea por parte de una Cataluña que siempre ha apostado por el diálogo, las vías democráticas y el mantenimiento de la cohesión social”. No obstante, sí hay algún guiño a vías alternativas a la negociación, como la desobediencia civil o el “desbordamiento democrático”.
Oriol Junqueras, que ha intervenido para clausurar el acto, ha hecho una reivindicación cerrada de la negociación con el Estado, igual que el resto de dirigentes que le han precedido en todo este fin de semana (Pere Aragonès, Marta Rovira o Marta Vilalta). “Negociación seguro que va a acabar habiendo. Ya sea para negociar lo activos y pasivos entre la República catalana y el Reino de España o para incorporarnos a la comunidad internacional de naciones libres”, ha subrayado el presidente de Esquerra, ovacionado por las bases. Junqueras ha intervenido con muletas porque el miércoles fue operado de la rodilla para extraerle un tumor.
En cualquier caso, en línea con todos los dirigentes, han pedido a las bases no tener “ningún miedo” a la negociación y ha tratado de darle una perspectiva histórica a la crisis política catalana. En este sentido, ha dicho que Cataluña, igual que Ucrania, “ha sido víctima en diversos momentos de agresiones militares extranjeras terribles”, recordando las agresiones “del ejército franquista y sus aliados fascistas y nazis”. “Nuestro país también ha sufrido, y por eso, no es bueno que olvidemos este sufrimiento y la conciencia de que, por difíciles que nos parezcan los momentos presentes, el reto al que nos enfrentamos ahora es infinitamente más fácil que al reto que se han enfrentado muchos de los que nos han precedido”, ha señalado.
“Si el reto que tenemos es infinitamente más fácil que los que nos han precedido, no tenemos derecho a no culminar el camino de la libertad de nuestro país hacia la independencia”, ha agregado Junqueras.
Lo cierto es que este cónclave concluye con la ausencia de Pere Aragonès, que se encuentra en La Palma en la Conferencia de Presidentes autonómicos: una imagen que plasma prácticamente la línea que ha tomado el partido, de escapar al ruido, centrarse en la gestión en los ámbitos económico y social y apostar por el diálogo y negociación con el Estado, evitando una confrontación y crispación dura.
El cónclave se ha desarrollado prácticamente sin oposición, una señal que muestra que el partido mantiene bastante cohesión (cabe recordar que siempre ha sido muy propenso a las luchas fratricidas). La única oposición ha provenido de un grupo minoritario denominado Colectiu Primer d’Octubre, que impulsó una enmienda a la totalidad de la ponencia para apostar por la unilateralidad, pero quedó tumbada por una amplia mayoría (un 94%).
Si bien, también es cierto que la vía dialogada ha quedado reforzada en un momento en que los avances en la mesa están más en entredicho que nunca, porque apenas se ha reunido dos veces y no se ha suscrito ningún acuerdo. Además, tendría que haberse reunido en enero, pero ha quedado aplazada “sine die”.
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