Entrevista

Carles Campuzano: «Falta información sobre las personas con discapacidad intelectual»

«Hay sobremedicación. El 16% de las personas que integran este colectivo están tomando siete o más fármacos a diario»

Carles Campuzano
Carles Campuzanolarazon

Dincat, representante del sector de la discapacidad intelectual y del desarrollo de Cataluña, alerta acerca de la sobremedicación que sufren las personas con discapacidad intelectual sin un diagnóstico que la justifique a raíz de los datos que arroja el proyecto POMONA-ESP, un estudio que analiza el estado de salud de este colectivo. .

¿Las personas con discapacidad intelectual son más propensas a necesitar medicación?. En general, ¿es un colectivo que suele requerir el uso de varios fármacos diarios?

Entre las personas con discapacidad intelectual hay una mayor prevalencia de los problemas de salud mental y física respecto a la población general. Por otro lado, en los últimos años ha aumentado la esperanza de vida de estas personas, pero al mismo tiempo constatamos que , en relación a la media de la población, hay un deterioro físico y cognitivo prematuro. Son personas que ya de por sí toman una serie de fármacos de forma regular y pese a que es cierto que pueden tener problemas de salud mental y que quizá necesitan medicación, lo estudios ahora apuntan a que puede existir una sobremedicación de este colectivo.

¿Son comunes las patologías o afectaciones relacionadas con la salud mental entre este colectivo?

Es evidente que puede haber personas con discapacidad intelectual que tengan problemas de salud mental para las que esté indicado proporcionar medicamentos, pero estudios que se han hecho a nivel europeo y español apuntan que el problema es ese riesgo de sobremedicación.

El proyecto POMONA-ESP pone de manifiesto que existe una excesiva prescripción de fármacos a personas con discapacidad intelectual. ¿Esto es algo que les preocupa? ¿Cómo es de significativa esa excesiva prescripción?

En ese estudio, que se ha hecho a escala europea, se establece que el 83,8 % de las personas con discapacidad intelectual están tomando algún fármaco, con una media de 3,5 fármacos al día, y el 46% toma más de 4 fármacos al día, y el 16%, siete o más fármacos. Eso nos preocupa por las consecuencias que tiene y las contraindicaciones.

¿Cómo lo explica? ¿Por qué cree que existe esa sobremedicación?

Nuestra impresión, que durante la pandemia se ha acentuado, es que a los profesionales del sistema de salud frecuentemente les falta mayor información y formación sobre las personas con discapacidad intelectual. Y pese a que Cataluña, a diferencia del resto de España, tiene desarrollada una red, tanto en la Atención Primaria como en los hospitales, especializada en salud mental y discapacidad intelectual, consideramos que hay falta de información y de políticas específicas para analizar a aquella persona que está tomando siete fármacos al día por si eso hay que revisarlo, Por lo tanto, debería haber protocolos de salud que periódicamente revisen esta situación.

¿Qué pasó durante la pandemia en relación a las personas con discapacidad intelectual?

Durante la pandemia, hemos vivido situaciones de mal trato y mala voluntad de los profesionales de la salud desde el desconocimiento de las dificultades, por ejemplo, de comunicación de personas con COVID con discapacidad intelectual que, debido a las decisiones que han tomado esos profesionales, han visto perjudicada de manera grave su salud física. Tenemos que continuar haciendo un trabajo muy intenso para que todos aquellos profesionales de la salud, cuando atiendan a personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, asuman que son unas personas que necesitan unos apoyos determinados para poder explicarse, para poder entender... y, si no se está preparado para eso, se puede generar a esa persona graves consecuencias para su salud. Hay que tener en cuenta que hay casos en los que se está administrando a estas personas fármacos psicotrópicos sin haber pasado por la consulta de un psiquiatra y en ocasiones, incluso, se produce una mezcla de diversos fármacos sin haber habido antes un análisis sobre la interacción entre todos ellos y las consecuencias que ello puede conllevar para la salud.

¿Qué alternativas hay a la medicación excesiva para tratar esas afectaciones que se espera corregir con fármacos?

Hay alternativas y son los profesionales del sistema de salud quienes tienen la responsabilidad de elaborarlas. Hay metodologías adecuadas para tratar ciertas patologías sin tener que recurrir a la medicación, pero es necesario hacer un esfuerzo para buscarlas. No solo podemos reducir los problemas de salud mental a tratamientos con fármacos. quizá con estas terapias alternativas, los resultados a corto plazo no son tan evidentes, pero, por contra, ayudan a mejorar la calidad de vida de estos pacientes con discapacidad intelectual, así como su esperanza de vida, estado de salud físico, relación con la familia y el entorno...

Dincat ha presentado una proposición de no ley al Gobierno de la Generalitat y los miembros de la comisión de Salud del Parlamento. ¿Con qué fin?

Queremos situar este tema en la agenda de las políticas de salud del país y que en las políticas de la Generalitat de Cataluña en este ámbito existan actuaciones, protocolos e indicaciones orientadas a disminuir la sobremedicación entre este colectivo de personas. Lo que faltaría es activar protocolos que establezcan las pautas y medidas a incorporar para disminuir esa sobremedicación. En cualquier caso, la sensaciones es que todo el mundo es consciente ya de que el problema existe y que hay que darle respuesta.