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El origen de todos los árboles y plantas de Barcelona
La capital catalana cuenta con 310.000 árboles de 437 especies distintas
La capital catalana cuenta en su haber con 1,4 millones de árboles, contando Collserola. Si cerramos el foco a la ciudad, hablamos de 310.000 árboles divididos en 437 especies, de los que apenas 35.700 están en parques y jardines. Es decir, la inmensa mayoría se distribuyen por la trama urbana. En las afueras de la ciudad destacan el pino y el plátano, mientras que en los barrios más céntricos reina el plátano acompañado del ciprés, el aligustre y el almez. A causa del cambio climático, sin embargo, cada vez son más frecuentes árboles de otras latitudes como naranjos, limoneros y cerezos.
Todos estos árboles, curiosamente, comparten un mismo origen y no es otro que el vivero dels Tres Pins, otra de las innumerables sorpresas que alberga Monjuïc. A principios del siglo XX, este lugar era un merendero llamado la Font dels Tres Pins –fuente que todavía mana dentro del vivero–, donde se reunían las familias para pasar un día al aire libre o celebrar fiestas populares, como el entierro de la sardina. En los años 20 se creó un espacio destinado a abastecer a Barcelona de plantas para la Exposición Universal de 1929. Posteriormente, y hasta nuestros días, se convirtió en el primer vivero municipal dedicado a la producción de planta destinada a las zonas verdes de la ciudad.
El vivero es, por lo tanto, un vergel de flores, plantas arbustivas y diferentes especies de árboles, distribuidos en diferentes terrazas. En la parte inferior, una gran plaza alberga flores y pequeñas plantas que pasan pocas horas, antes de distribuirse en muchos de los parques de la ciudad. También hay un invernadero (en desuso desde los destrozos del Gloria) y un umbráculo, donde se deja reposar la planta que se está reproduciendo .Una de las mejores panorámicas del vivero se ve desde la zona de estacionamiento, donde están las plantas y arbustos de ornamentación con los que se adornan eventos públicos y privados, además de los múltiples actos que se celebran durante las fiestas de la ciudad .
La variedad de especies de plantas que se pueden encontrar en este sitio es muy grande, teniendo en cuenta que se almacenan las destinadas a los espacios verdes de Barcelona. Sin embargo, hay otra vegetación a destacar, y es la que “ajardina” el Viver Tres Pins.
Especies
En la parte más antigua del vivero hay grandes ejemplares de palmera de Canarias (Phoenix canariensis), de ailant (Ailanthus altissima), de morera (Morus alba), de laurel (Laurus nobilis), de acacia (Robinia pseudoacacia), de ciprés (Cupressus sempervirens) y de olmo (Ulmus pumila). Destacan, por su rareza, dos árboles: un Ulmus sieboldii y un sumaco americano (Rhus typhina) y, por sus dimensiones, un pitospor (Pittosporum tobira) francamente gigantesco.
Los árboles que ornamentan los parterres ataludados de la parte nueva del vivero son una buena muestra de los que hay en las calles y parques de Barcelona. Encontramos pinos piñoneros y blancos (Pinus pinea y Pinus halepensis), encinas (Quercus ilex), tipuanas (Tipuana tipu), sóforas (Sophora japonica), plátanos (Platanus x hispanica), ciruelos rojos (Prunus cerasifera a tropo ), almeces (Celtis australis), acacias (Robinia pseudoacacia) y ginkgo (Ginkgo biloba), entre otros.
Si la parte más antigua del Vivero Tres Pins todavía conserva el encanto de los viveros apretados de planta con lavaderos para el riego de la primera mitad del siglo XX, la parte nueva, mucho más extensa, tiene una estructura regular y ordenada que se va subiendo montaña arriba. Parece un jardín.
Una carretera ancha va haciendo zigzags entre las sucesivas terrazas de almacenamiento de planta, muy grandes y remates con taludes cubiertos de césped, donde crecen árboles de especies muy variadas. Hacia la mitad de la parte nueva está el Jardín de Petra Kelly (ecologista alemana fundadora del partido de los Verdes). Subiendo, a la derecha, hay una pequeña bola de terracota con una figura femenina abrazándola. Fue colocada en este lugar el Día de la Tierra de 1993, y detrás se plantó el árbol preferido de Kelly: un cerezo.
Justo enfrente hay un pequeño monolito de piedra dedicado al escultor Joseph Beuys, un alemán que incorporó los principios de la ecología en su obra. Detrás del monolito hay una encina junto a uno de los árboles más valiosos, por edad y rareza, del vivero dels Tres Pins: una Melaleuca nesophila de unos 500 años aproximadamente.
Los árboles de los taludes y macetas con plantas que llenan las terrazas −sobre todo si se trata de especies de flor− ofrecen al visitante un espectáculo colorido y muy vivo, realmente vistoso.
En el vivero dels Tres Pins, los sistemas tradicionales de riego han dado paso a otros más sostenibles. El agua de la red se ha cambiado por agua del nivel freático de Barcelona. Las aguas del subsuelo se bombean hasta el Viver Tres Pins desde la captación que hay en la Rambla. Tres Pins también es el punto de almacenamiento y distribución del agua del subsuelo para el riego de otros parques y jardines de la montaña de Montjuïc.
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