Procesada

Junts dedica su congreso a intentar salvar a la desesperada la carrera política de Borràs

Quiere blindar su cargo en el Parlament y evitar su suspensión con una cambio en la ponencia organizativa del partido. La presidenta se enfrenta a seis años de cárcel por corrupción

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, durante la rueda de prensa del jueves
La presidenta del Parlament, Laura Borràs, durante la rueda de prensa del juevesQuique GarcíaAgencia EFE

Junts celebra este fin de semana la segunda parte del congreso de renovación de un partido que apenas acumula dos años de vida (julio de 2020) y ya suma varios liderazgos, numerosas peleas internas entre familias y un rumbo estratégico todavía por definir. A este incierto horizonte hay que sumarle el futuro político de Laura Borràs, nueva presidenta de la formación y cuya carrera está en el aire después de ser procesada por corrupción y encontrarse a la espera de la apertura de juicio oral del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

De hecho, el cónclave posconvergente llega apenas unas horas después de conocerse que la también presidenta del Parlament se enfrenta a seis años de cárcel y 21 de inhabilitación tras el escrito de acusación de la Fiscalía, que le imputa los presuntos delitos continuados de prevaricación y falsedad documental. A partir de ahora, el Alto Tribunal ya puede decretar la apertura de juicio oral, lo que sitúa a la nueva presidenta del partido de Carles Puigdemont a un suspiro de sentarse en el banquillo de los acusados y ser juzgada por corrupción.

Un paso que deja su carrera política en el Parlament en el abismo teniendo en cuenta que el artículo 25.4 de la cámara indica que la Mesa debe «acordar la suspensión de los derechos y deberes de los parlamentarios de forma inmediata» cuando se decrete apertura de juicio oral y en caso los delitos asociados a la corrupción como los que se le imputan a Borràs, una aplicación que dependerá en gran medida de los republicanos.

La dirigente y presidenta de la cámara se ha atricherado en el cargo y ya ha avisado que no dimitirá pese a las presiones de los republicanos, que amenazan con dejarla caer cuando llegue el momento. Y Junts dedicará gran parte de la cumbre de este fin de semana en L’Hospitalet a cerrar filas con Borràs y blindar su puesto para añadir presión a Esquerra.

Así, el partido quiere modificar, en la ponencia organizativa, el procedimiento disciplinario de suspensión de militancia para aquellos a los que se les abra juicio oral por un delito relacionado con la corrupción, y hacer una excepción para los casos de «lawfare», lo que el independentismo llama «persecución judicial» hacia su movimiento.

En el apartado de faltas muy graves, el documento también incluye que las condenas con sentencia firme por algún delito relacionado con la corrupción, la malversación de fondos u otros delitos que atenten contra principios fundamentales del partido «no se entenderán en casos de lawfare».

Sin embargo, desde la agrupación del partido en el Berguedà (Barcelona) se ha presentado una enmienda en que piden suprimir la parte que excluye los casos de «lawfare», y no hacer ninguna excepción en caso de que Borràs sea condenada en sentencia firme. El resultado se conocerá a última hora de este sábado tras el debate de la cúpula de Junts con su militancia.

Otro de los debates que sobrevolarán en el congreso es el de la continuidad o no de Junts en el Govern, porque en la ponencia política los posconvergentes proponen valorar en qué grado se está cumpliendo el acuerdo de gobierno con ERC y evaluar qué medidas hay que tomar, sin descartar ninguna: «En este escenario, Junts planteará a sus bases la posibilidad de seguir o no en el Govern o tomar otro tipo de iniciativas adecuadas a la situación», reza el texto recogido por Europa Press.

Sobre este aspecto se prevé debate, con propuestas que van desde plantearse y votar una hipotética salida del Govern en septiembre hasta iniciativas más templadas que piden no fijar límites temporales ni cuestionar su participación en el Ejecutivo.

Segunda parte del 1-O

En la ponencia política también se considera que el recorrido de la mesa de diálogo con el Estado ha llegado a su final y propone el 1 de octubre de este año –quinto aniversario del referéndum ilegal del 1-O– como «punto de inflexión» para retomar el proceso de independencia.

«Después de cinco años en que se ha dado una oportunidad sincera al diálogo, es hora de retomar el hilo del 1 de octubre y de la culminación de la independencia», recogen en el documento, donde destacan también la importancia de constituir el espacio de coordinación estratégica que prevé el acuerdo de gobierno firmado con ERC. Un órdago que llega coincidiendo con la reanudación del diálogo entre el Govern y la Moncloa.