Escapadas
Los tres pueblos medievales a poco más de una hora de Barcelona
El podio inapelable lo conforman tres municipios de la provincia de Girona, uno en plena Costa Brava y dos en el interior
En plena operación regreso de las vacaciones de verano, las escapadas de fin de semana toman el relevo de cara a septiembre y octubre y se imponen a la fórmula del “sol y playa”. Una opción para seguir disfrutando del buen tiempo a un centenar de kilómetros de Barcelona, con varios escenarios que descubrir tanto en la costa gerundense como en el interior de Cataluña a poco más de una hora en carretera.
Dejando de lado el turismo gastronómico, una de las rutas que ofrece más posibilidades es la de los pueblos medievales. Lugares amurallados, con estrechas calles de piedra y coronados por espectaculares castillos que se conservan en perfecto estado y que esconden historias y leyendas la mayoría desconocidas. Tres son las opciones de referencia en Cataluña, un podio gerundense inapelable a visitar etapa por etapa, incluso en un mismo día o fin de semana.
Tossa de Mar: Es por excelencia una de las principales villas medievales catalanas, a 85 kilómetros de la capital catalana y en pleno balcón de la Costa Brava. Está catalogada como monumento histórico-artístico nacional. Se conserva casi todo el perímetro amurallado, construido entre los siglos XII y XIV para defender a la población de las incursiones piratas. Cuenta con cuatro torreones y tres torres cilíndricas, y se puede recorrer a pie bajo unas espléndidas vistas a la bahía del Mediterráneo.
Besalú: Municipio por excelencia, en el interior de la provincia de Girona y en lo alto del lago de Banyoles. A 70 kilómetros de la anterior parada, Tossa de Mar, y a una hora y media si el recorrido se efectúa desde Barcelona. Su espectacular puente medieval, construido en el siglo XII, atraviesa el río Fluvià y es de visita obligada. Es una de las imágenes más icónicas del municipio, un escenario de película en el que se rodaron, por ejemplo, escenas de la serie “Westworld” de HBO, una estampa que dio la vuelta al planeta. De hecho, se trata de un destino turístico catalogado como uno de los Conjuntos Histórico Artísticos mejor conservados de Cataluña.
Castellfollit de la Roca: La última estación está a apenas un puñado de kilómetros de la anterior, a poco más de 13 en concreto. Se trata de una peculiar y minúsculo pueblo encima de un espectacular acantilado de 50 metros bajo los pies del río Fluvià, el mismo que recorre Besalú. Destaca la iglesia de San Salvador, las estrechas callejuelas que recorren una de las localidades más pequeñas de Cataluña y especialmente los distintos miradores que ofrece este municipio, ubicado justo en plena zona volcánica de la Garrotxa.
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