Calor

¿Por qué la temperatura no baja en Barcelona por la noche?

Septiembre no da tregua: el termómetro no baja de los 25 grados en pleno centro de la capital catalana

Un avión en dirección al aeropuerto del Prat pasa por delante de la luna llena
Un avión en dirección al aeropuerto del Prat pasa por delante de la luna llenaMarta PérezAgencia EFE

Superadas las fuertes olas de calor que han dejado temperaturas récord en junio, julio y agosto, septiembre ha empezado sin apenas conceder ni un día de alivio. Los últimos coletazos del verano están siendo especialmente severos en la capital catalana, con mínimas que no descienden de los 25 grados pese a los sucesivos frentes y temporales que azotan el resto de la península.

Las lluvias torrenciales de finales de agosto, con espectaculares tormentas de granizo en la zona del Empordà, tuvieron su réplica a pequeña escala en Barcelona, con solo una noche de bajada generalizada de las temperaturas. A partir del fin de semana, el mercurio apenas ha descendido de los 23 grados y el 3 de septiembre la capital catalana sumó ya 100 noches tropicales a lo largo de 2022, otro dato para la Historia.

¿Por qué la temperatura no baja en Barcelona por la noche? En la capital catalana se produce el fenómeno de la “isla de calor”, el calentamiento de los centros urbanos en comparación con la periferia. Por tanto, son los barrios del centro de la ciudad -el Eixample, el Raval, el Gótico y Gracia, especialmente- los que registran valores nocturnos más elevados.

No obstante, la diferencia de esta primera semana de septiembre es la gran humedad registrada, con valores que van del 60% al 80% y que disparan la sensación de calor. Por ejemplo, este 5 de septiembre a mediodía la temperatura era de 29 grados con una humedad del 80% que acentuaba el bochorno hasta los 39 de sensación térmica.

Por su orografía, Barcelona destaca por ser siempre una especie de desierto encajonado entre el mar y Collserola, con temperaturas muy elevadas en el centro de la ciudad por la mencionada humedad que se registra y la ausencia de viento. La noche del domingo al lunes, por ejemplo, en el Raval -en pleno corazón de la capital catalana- la mínima ha sido de 25 grados, un valor impropio para la primera semana de septiembre y que dificulta enormemente el sueño de los vecinos.

Y es que el calor no da tregua pese al fin de las vacacione: respecto a las temperaturas de día, esta semana se prevé, en general, a orillas del Mediterráneo y bajarán en el norte, sin experimentar grandes cambios en el resto. En Cataluña habrá máximas de entre 34 y 35 grados.