Cisma

Puigdemont entra en campaña y apuesta por romper el Govern con ERC

Junts deja en manos de sus militantes la decisión de abandonar la Generalitat y la cúpula del partido se divide

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante la manifestación para conmemorar el quinto aniversario del 1-O
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante la manifestación para conmemorar el quinto aniversario del 1-OLorena SopênaEuropa Press

A pocas horas de que empiece la consulta interna de Junts para decidir si sigue en el Govern o bien si pasa a la oposición, Carles Puigdemont ha entrado en campaña y ha dado a entender que apuesta por romper con Esquerra. El ex president de la Generalitat ha compartido un tuit del portavoz osconvegente, Josep Rius, en el que defiende salir del Ejecutivo que preside Pere Aragonès: “Sí a Junts. Sí a la independencia. No en este Govern”.

“Ante la negativa de ERC a cumplir el acuerdo de legislatura, votaré NO a continuar parte de este Govern. Por Junts per Catalunya y por la independencia. Y porque es la única manera de acabar la carrera que empezamos el 1-O”, ha afirmado Rius en un artículo en El Punt Avui, compartido en su cuenta de Twitter.

Retuit de Puigdemont a favor de salir del Govern
Retuit de Puigdemont a favor de salir del GovernTWITTER

Posteriormente, Puigdemont ha compartido un hilo en su cuenta de Twitter en el que asegura que “el debate en el interior de un partido refuerza la democracia en general”: “Los debates y los disensos son garantía de pluralidad y de mayor libertad individual”.

Sea como fuere, lo cierto es que Rius -muy cercano al propio ex president- se suma así a otros miembros de la ejecutiva de Junts, como Aurora Madaula o Cristina Casol, ambas consideradas afines a la presidenta, Laura Borràs, que también se han mostrado públicamente partidarias de salir del Govern.

Por contra, los consejeros de Junts en el Govern tratan de cerrar filas y defienden con fuerza la opción de seguir en el Ejecutivo, con Jaume Giró (Economía) y Victòria Alsina (Exteriores) a la cabeza.

Mientras, Pere Aragonès, el presidente de la Generalitat, ya perfila un hipotético gobierno en solitario frente a la posibilidad de que los posconvergentes terminen en la oposición. “Es una obligación y una responsabilidad de la administración del Govern tener presentes todos los escenarios”, avisó ayer la portavoz del Ejecutivo, Patricia Plaja.

La toma de decisiones del presidente no se dilatará y actuará de forma “ágil y en el menor tiempo posible”, avisan desde el Palau de la Generalitat sobre el vodevil que se avecina del cara al fin de semana, con la publicación de los resultados de la consulta de Junts prevista para el viernes por la tarde.

“No se puede improvisar, hay que contemplar todos los escenarios”, remarcó la portavoz. Un mensaje inequívoco después de confirmar que en ningún caso se prevén comicios anticipados, escenario que Aragonès y la plana mayor de Esquerra –con Oriol Junqueras a la cabeza– ya han rechazado de plano. «En caso de que se rompa el Govern, no está sobre la mesa la convocatoria de elecciones. El gobierno continuará», aseguran desde el Govern.

Pese a que públicamente se insiste en no querer avanzar pantallas ni resultados ante la consulta a la militancia de Junts, el equipo del president ya contempla la posibilidad de un gobierno de Esquerra con 33 diputados, los que logró en las urnas en 2021. Aquí son varias las incógnitas en las que trabaja el círculo del president: primero, en quién sustituiría a los consejeros posconvergentes y cargos asociados a sus carteras, siete en una partición milimétrica de un ejecutivo con 14 consejerías. El partido de Jordi Turull y Laura Borràs suma más de 200 altos cargos en la Generalitat, con una bolsa de sueldos de 20 millones de euros en total, al margen de acumular poder en carteras tan importantes como la de Economía.

Y segundo, en qué apoyos podrían apuntalar un Ejecutivo en clara minoría y con la obligación de sostenerse en geometría variable en el Parlament, con un ojo puesto especialmente en los Comunes de Ada Colau. El partido que cobija a Podemos en Cataluña lleva días exigiendo al president y a los republicanos una solución ante la crisis desatada con Junts para retomar la negociación de los presupuestos catalanes después de haber facilitado ya la aprobación de los del año pasado.