Elecciones

Desbandada de concejales en Barcelona, Colau pierde a dos de sus personas de confianza

Laura Pérez y Eloi Badia renuncian a solicitar al partido postularse para un tercer mandato

Ada Colau y Janet Sanz
Ada Colau y Janet SanzKike RincónEuropa Press

Las próximas elecciones municipales en Barcelona llegan con una alineación extraña. Una alcaldesa, Ada Colau, que ha tenido que forzar el reglamento interno del partido para poder presentarse, dos candidatos con más treinta años a sus espaldas como políticos, Ernest Maragall y Xavier Trias, o un ex presidente del partido, Daniel Sirera, que vuelve a la primera línea política. Al margen de formaciones, como la CUP, que han colocado a una candidata que ni siquiera está empadronada en Barcelona. Por si eso fuera poco, Colau tendrá que hacer frente a las elecciones sin dos de sus concejales de confianza.

La teniente de alcaldía de Derechos Sociales y Feminismos, Laura Pérez, y el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, han anunciado en las redes sociales que no se presentarán en las listas de Barcelona en Comú para las elecciones municipales 2023. Ambos han explicado la decisión a la alcaldesa, Ada Colau, que les ha trasladado su respeto por esta decisión personal, y también lo han notificado a la ejecutiva del partido y al grupo municipal.

Si bien es cierto que el reglamento interno de los comunes, a priori, limita a dos legislaturas la vida sentaba un precedente. Es decir, podían repetir en el cargo siempre que el partido lo creyese necesario. Pero ni con esas. Los dos concejales prefieren dejarlo. En un escrito publicado ayer en Twitter e Instagram, Laura Pérez explicó que renuncia a formar de las listas electorales “contenta y orgullosa” por el trabajo realizado. Pérez acompaña el escrito de una fotografía de hace ocho años y relata que justamente éste es el límite que decidió ponerse para asumir responsabilidades políticas en el Ayuntamiento de Barcelona. Aseguró que lo hace con “profundo agradecimiento” por la confianza que le han dado y “orgullosa” del trabajo realizado con las entidades de la ciudad, y del “privilegio” que ha supuesto estar en el gobierno de Ada Colau. La teniente de alcaldía dice que deja “a un lado la institución” pero que seguirá trabajando desde los espacios vecinales, la lucha feminista, de la justicia social y por los derechos LGTBI. “De aquí no me voy”, sentenció.

Laura Pérez ha sido la primera concejal de Feminismos de la historia de Barcelona y se ha caracterizado por la lucha contra el machismo y la homofobia. Destaca la apertura de centros pioneros como el especializado en el colectivo LGTBI o Masculinidades Plural, así como el refuerzo de la atención a las víctimas de violencia machista. También ha puesto el foco en la prevención de los abusos sexuales a menores y ha hecho frente al aumento personas que duermen en la calle a pesar de haber destinado más presupuesto y crear más plazas de alojamiento.

Eloi Badia, que también es concejal de Gràcia, anunció la decisión de no acudir a las listas de las elecciones municipales a través de Twitter y Facebook. Aseguró que se marcha “contento por los proyectos llevados a cabo” y también agradecido por la confianza depositada en él. El actual concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica se despide con el convencimiento de que “¡Barcelona tiene mucha vida delante con los comunes!”.

Como concejal de Gràcia, Eloi Badia ha impulsado medidas para reducir la masificación turística en el Park Güell. La eléctrica pública, Barcelona Energia, también lleva su sello, así como el despliegue de la Zona de Bajas Emisiones -que tuvo que rehacerse por un revés judicial-. Además, lideró un plan para ganar espacios verdes, fue la cara visible de la polémica recogida de basuras puerta a puerta en Sant Andreu y se encargó de hacer efectivo el nuevo contrato de limpieza y responder a las críticas por suciedad.

Tanto Laura Pérez como Eloi Badia llevan ya ocho años en el Ayuntamiento con BComú, el límite de dos mandatos que fija el Código de ética de la formación. En caso de haber querido continuar deberían haberse sometido a una votación de la militancia, como hizo Ada Colau antes de presentarse como candidata por tercera vez. Ahora sólo queda una concejala en la misma situación, Janet Sanz. La teniente de alcaldía también entró en el gobierno proveniente de ICV en 2015, cuando Colau ganó las elecciones.