
Local
Las tres fuentes medievales que todavía puedes visitar en Barcelona
Cómo el agua marcó la evolución de la capital catalana en la Edad Media

Barcelona cuenta con testimonios, a menudo silenciosos, de sus 2.000 años de historia. Como sus fuente que, discretamente, han dado cuenta de la evolución urbana. Entre las muchas que adornan la capital catalana, algunas destacan por su antigüedad y valor patrimonial. En este artículo, exploramos tres fuentes medievales que todavía puedes visitar en Barcelona y su importancia histórica.
1. Font de Santa Anna
Ubicada en la calle de la Cucurulla, la Font de Santa Anna es una de las más antiguas de la ciudad. Se remonta al siglo XIV y formaba parte del sistema medieval de abastecimiento de agua de Barcelona. Su construcción estuvo vinculada al Rec Comtal, un canal que distribuía agua desde el río Besòs hasta el centro de la ciudad. La fuente ha sido restaurada en varias ocasiones, pero aún conserva su encanto original con su estructura gótica.
Esta fuente es una de las pocas que mantiene su vinculación con la historia medieval de la ciudad. En su época, la Font de Santa Anna servía como punto de encuentro para los vecinos y comerciantes que se desplazaban por el casco antiguo. Hoy en día, aunque ha perdido su función original, sigue siendo un punto de interés para los amantes de la historia y la arquitectura.
2. Font de Sant Just
Situada en la plaza de Sant Just, esta fuente es considerada la más antigua de Barcelona. Data del siglo XIV y se cree que fue construida para proporcionar agua potable a los habitantes del barrio Gòtic. Presenta un estilo gótico y una inscripción en latín que hace referencia a su historia. Su importancia radica en que durante siglos fue una de las principales fuentes de agua para los barceloneses antes de la llegada de un sistema moderno de abastecimiento.

La Font de Sant Just no solo es un vestigio del pasado, sino también un símbolo de la evolución de los sistemas de agua en la ciudad. Durante la Edad Media, era común que las fuentes públicas fueran los principales puntos de acceso al agua potable. A lo largo de los siglos, la fuente ha sido restaurada y mantenida, y su presencia en la plaza de Sant Just le otorga un aire de nostalgia y tradición. Además, en sus alrededores se pueden encontrar edificios históricos y calles estrechas que evocan la Barcelona medieval.
3. Font del Bisbe
Ubicada en el Carrer del Bisbe, cerca de la Catedral de Barcelona, la Font del Bisbe es otra de las fuentes medievales que todavía se pueden visitar en la ciudad. Se cree que su origen se remonta al siglo XIV o XV y que fue construida para abastecer de agua a la zona eclesiástica. Su diseño gótico y su integración en la pared de un edificio la convierten en una de las fuentes más pintorescas del barrio Gòtic.
A lo largo d

e los siglos, esta fuente ha sido testigo del devenir histórico de la ciudad y ha sobrevivido a numerosas reformas urbanísticas. Hoy en día, sigue siendo un lugar emblemático, apreciado tanto por turistas como por locales que recorren el casco antiguo de Barcelona.
Las fuentes medievales de Barcelona no solo son elementos decorativos, sino que también cuentan la historia de una ciudad en constante evolución. Desde la época medieval hasta la actualidad, estas estructuras han sido esenciales para el suministro de agua y han dejado una huella en la identidad de Barcelona. Si visitas la ciudad, no dudes en descubrir estas fuentes históricas y su legado en la capital catalana. Además de su importancia funcional en el pasado, hoy son testigos de la transformación urbana y cultural de Barcelona. Su presencia en plazas y calles emblemáticas nos recuerda que el agua siempre ha sido un recurso vital en la historia de la humanidad y un símbolo de progreso para las ciudades.
✕
Accede a tu cuenta para comentar