Marruecos

Casi 100 profesores financiados por el Gobierno de Marruecos promueven "el islamismo" en escuelas catalanas

Se trata de un programa fruto de un acuerdo de colaboración entre el gobierno español y el marroquí

Mujeres con velo transitan hoy por una calle de Tarragona
Mujeres con velo transitan por una calle de Tarragona JAUME SELLARTAgencia EFE

En Cataluña hay 73 profesores que impartieron el Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí (PLACM) durante el curso 2024-2025, tal y como se desprende de una respuesta parlamentaria del Govern al grupo de Vox en Cataluña. Todos ellos son funcionarios del Ministerio de Educación Nacional de Marruecos destinados a Cataluña por un periodo máximo de cinco años y financiados directamente por el Gobierno marroquí.

Según el documento remitido por el Departament d’Educació i Formació Professional, el programa cuenta además con 874 alumnos repartidos en una treintena de municipios catalanes, siendo Tarragona (135), Reus (69) y Sant Feliu de Guíxols (68) los que concentran un mayor número de participantes. Las clases no se han podido llevar a cabo en los municipios de Ulldecona y La Sénia, según precisa la Generalitat.

Profesores marroquíes, fuera del control de la administración catalana

La respuesta parlamentaria detalla que estos docentes “son funcionarios del Ministerio de Educación Nacional del Marruecos destinados a Cataluña y al resto de comunidades autónomas por un periodo máximo de cinco años”, y que todos ellos disponen de NIE, al ser personal extranjero acreditado. No existe, sin embargo, supervisión directa por parte de la administración catalana sobre su selección o sus métodos de enseñanza.

La selección y envío de este profesorado corre a cargo del Gobierno de Marruecos, a través de la Fundación Hassan II, una institución estatal marroquí encargada de coordinar tanto programas educativos como la presencia de imanes y formadores religiosos en el extranjero. Los docentes reciben una Credencial de Misión y Destino emitida por la embajada marroquí en España, lo que acredita su misión oficial, pero no implica evaluación ni control por parte del Estado español ni de la Generalitat.

El Govern catalán evitó ofrecer información sobre la nacionalidad administrativa del alumnado, si disponen de DNI o NIE, argumentando que “todo el mundo tiene derecho a acceder en condiciones de igualdad al sistema educativo”, según el artículo 4.1 de la Ley de Educación de Cataluña. En este sentido, el Departament afirma que no proporcionará datos que distingan entre alumnos españoles y extranjeros.

Desde Vox apuntan que estas clases funcionan como "caballo de Troya" del islamismo en España y en Cataluña, siendo una oportunidad para los funcionarios marroquíes de promover el islamismo y dificultar la integración real.

Un programa impulsado por Rabat y amparado por acuerdos bilaterales

El Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí no es exclusivo de Cataluña. En toda España, 394 centros educativos, de primaria y secundaria, imparten estas clases, en virtud de un acuerdo bilateral firmado entre los gobiernos de España y Marruecos. Cataluña, no obstante, es la comunidad donde el plan tiene mayor presencia, con 125 centros adscritos en 2025, seguida de Andalucía (96) y la Comunidad de Madrid (70).

El programa fue concebido en 1985, pero su marco jurídico se apoya en el Convenio de Cooperación Cultural entre ambos países, firmado en Rabat el 14 de octubre de 1980, y en el Convenio de Asociación Estratégica en materia de Desarrollo y Cooperación Cultural, Educativa y Deportiva, suscrito también en Rabat el 3 de octubre de 2012. A partir de 2013, el PLACM quedó oficialmente integrado en el sistema educativo español mediante una guía anual de funcionamiento.

El plan se inscribe en una política de “colaboración cultural y educativa” que busca, según sus promotores, fomentar la enseñanza del árabe clásico y difundir la cultura marroquí entre los alumnos escolarizados en España, especialmente entre los hijos de inmigrantes procedentes del Magreb.

Objetivos: preservar la identidad y fomentar la convivencia

Entre los objetivos principales del programa se encuentran la enseñanza de la lengua árabe y la cultura marroquí, así como la preservación de la identidad cultural del alumnado de origen marroquí, al tiempo que se promueve “la inclusión escolar y sociocultural” de los inmigrantes en el país de acogida.

El Gobierno de Marruecos defiende que este programa “permite salvaguardar la identidad y vivir la propia cultura respetando la del país de acogida”, impulsando valores de tolerancia, solidaridad y educación intercultural.

El programa está dirigido tanto a alumnos marroquíes como a escolares españoles, y su participación es voluntaria. La mayoría de los centros optan por la modalidad A, que se imparte fuera del horario lectivo obligatorio como actividad extraescolar. Existe también una modalidad B, dentro del horario lectivo, aunque su aplicación es minoritaria. La carga horaria semanal oscila entre 18 y 25 horas, incluyendo tanto docencia directa como actividades de refuerzo.

Desde la formación de Ignacio Garriga han iniciado una campaña contra estos programas, reuniéndose con padres que están en contra, han iniciado una recogida de firmas y han pegado carteles contra el programa en todos los municipios donde se imparte.