Cribado cáncer de cuello de útero
Cataluña apuesta por automuestras para mujeres de 30 a 65 años para detectar el virus del papiloma humano
Con la progresiva implementación de esta prueba, que en esta franja de edad sustituirá a la clásica citología, se espera conseguir que al menos el 70% de las mujeres estén cribadas. El objetivo es reducir la incidencia del cáncer de cuello de útero en un 60% o 70%
El Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña ha anunciado el despliegue progresivo durante este año y el siguiente de una nueva estrategia de cribaje del cáncer de cuello uterino a partir de la prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH), con la que se espera reducir la incidencia de este tipo de cáncer en un 60%-70%
De esta manera, Cataluña avanza hacia la completa implementación del plan de eliminación del cáncer de cuello uterino liderado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece tres estrategias para alcanzar este fin: la vacunación contra el VPH antes de los 15 años, con una cobertura del 90%; el cribaje con la prueba de VPH a, al menos, el 70% de las mujeres y garantizar el tratamiento de las lesiones precancerígienas y de la enfermedad en aquellos casos que sea necesario. Así pues, con esta nueva medida, Cataluña se equipara al resto de países europeos y da un paso más hacia la erradicación de esta enfermedad, algo que se considera cumplido cuando la incidencia es de 4 casos cada 100 mil habitantes y a día de hoy ésta se sitúa en los 5 casos cada 100 mil.
Al respecto, cabe señalar que la infección por el virus del papiloma humano es muy frecuente. De hecho, se estima que el 80% de las personas sexualmente activas se infectarán a lo largo de su vida. Si bien, lo más habitual es que ésta se elimine de forma espontánea, algo que sucede en 9 de cada diez casos, hay un pequeño porcentaje de personas en las que esto no sucede y se acaba convirtiendo en una infección persistente, que puede provocar un cambio en las células, dando lugar a unas lesiones precancerosas que, si progresan, pueden evolucionar a un cáncer de cuello uterino, una enfermedad que en el 99,9% casos se produce por una infección del VPH.
El cáncer de cuello uterino es el segundo mas frecuente en mujeres de 25 y 64 años y , en el caso concreto de Cataluña, donde las tasas de incidencias son de las más bajas a nivel europeo, pese a que desde 2008, se administra la vacuna en el entorno escolar a las chicas de 6º de Primaria y, desde el curso pasado, también a los chicos, según datos de 2022, cada año se registran 350 nuevos casos, lo que supone un incremento del 25% en la última década debido a un aumento de las infecciones. Sin embargo, en lo que se refiere al número de defunciones, éste se mantiene estable en torno a las 90 muertes.
El foco en las mujeres de 30 a 65 años
En este contexto, parece adecuado adoptar un sistema de cribaje y prevención del cáncer de cuello uterino más efectivo y masivo, razón por la cual, siguiendo las indicaciones de la OMS, Cataluña ya está sustituyendo el tradicional cribado por citología oportunista, con una periodicidad trianual, por la nueva estrategia basada en una prueba de detección del virus del papiloma humano en las mujeres de entre 30 y 65 años. La razón por la que se ha establecido esta franja de edad como la adecuada para la inmunización es porque permite adelantarse al desarrollo de la enfermedad y detectar la presencia de infección en lugar de la presencia de lesiones. En este sentido cabe recordar que el pico de infecciones se sitúa en la década de los 20 años, de manera que a los 30 años muchas de ellas han remitido de forma espontánea y persisten aquellas que pueden evolucionar hacia una lesión precancerosa que puede desembocar en cáncer.
"Esta prueba es más sensible y ofrece unos resultados más fiables, de manera que no es necesario repetirla cada tres años, como la citología, sino que pueden transcurrir cinco años hasta el momento de volver a hacerla", explicó Laia Bruni, responsable del Programa de detección precoz del cáncer de cuello de útero del Instituto Catalán de Oncología durante la presentación del mismo, mientras que David Frigola jefe de la División de Despliegue Territorial del Servei Català de Saut, insistió en que "su valor predictivo negativo es muy alto, de manera que ofrece mucha certeza sobre la inexistencia del riesgo de tener cáncer".
Así pues, la gran novedad de esta plan es la introducción del cribado de cáncer de cuello de útero a las mujeres de 30 a 65 con una prueba primaria del virus del papiloma humano, que no solo permite conocer si se trata de un caso positivo, sino que además identifica de qué genotipo del virus se trata y eso establece de una forma más precisa el riesgo de desarrollar cáncer, lo que abre la posibilidad de personalizar la atención. En cuanto a las mujeres de entre 25 y 29 años, se mantiene el cribado tradicional, basado en una citología cada tres años, puesto que en esta franja de edad es la prueba más eficaz.
Despliegue en dos fases
En este contexto, la nueva estrategia de cribado se implementará en una primera fase oportunista entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024, durante la cual serán las propias mujeres quienes deberán acudir a un centro de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (ASSIR) para solicitar a una profesional sanitaria que recoja muestras del cuello uterino para, posteriormente, enviar al laboratorio con el fin de detectar el presencia del VPH. En el contexto de esta primera fase, en noviembre de 2023 ya se puso en marcha el despliegue de esta estrategia en la Región Sanitaria de Barcelona y en febrero, en la de Lleida para ir extendiéndola de forma progresiva en el resto del territorio
A partir de 2025, está prevista la puesta en marcha de la segunda fase de implementación del nuevo protocolo, que será de carácter poblacional. Será el sistema sanitario el que, a partir de un SMS, convoque a las mujeres de 30 a 65 años a recoger el dispositivo de automuestra en un farmacia y serán ellas mismas quienes depositen la muestra en una farmacia, desde donde se enviarán al laboratorio para su análisis. "Este sistema nos ha de permitir aumentar la participación, ya que llegará a quienes no van al centro sanitario y, por lo tanto, no están en el radar del sistema sanitario, que son entre quienes el cáncer uterino tiene más incidencia", aseguró Frigola, quien al respecto comenta que "el 70%-80% de los casos de cáncer de cuello de útero no estaban cribados o estaban subcridados". Esta fase, durante la que se espera alcanzar una participación de la población del 70%, mientras que en la primera el porcentaje ronda el 30% o 40%, arrancó en enero con una prueba piloto en el Prat del Llobregat y para el mes de mayo está prevista otra en el Baix Llobregat-Litorial (Castelldefels, Gavà, Begues, Viladecans Sant Climent de Llobregat), mientras que a lo largo de 2025 se desplegará de forma progresiva en todas las regiones sanitarias.
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