Educación
Cataluña es la segunda comunidad autónoma con menor tasa de escolarización a los 17 años
Según un informe de la Fundación Bofill, el 12,5% del alumnado abandona después de haber acabado 4º de la ESO y el 50% se concentra en el 25% de los centros catalanes, siendo los de Máxima Complejidad donde existe una mayor tasa de abandono
El momento en el que los alumnos acaban 4º de la ESO, cuando se plantea la transición hacia la educación postobligatoria, es cuando se produce el mayor número de abandonos escolares en Cataluña. Es decir que la mayoría de jóvenes que deja los estudios sin haber completado el bachillerato o los Ciclos Formativos de Grado Medio (CFGM) abandona a la conclusión de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y no durante la educación postobligatoria.
De hecho, tal y como pone de manifiesto el Informe “El abandono en 4º de la ESO: las desigualdades en la transición de la educación postobligatoria”, elaborado por la Adrián Zancajo y Carlos Buenos y promovido por la Fundación Bofill, en 2020, el 12,5% del alumnado abandonó después de haber acabado 4º de la ESO, de manera que 9.905 estudiantes no llegaron si quiera a matricularse en la educación postobligatoria. Por lo que respecta al resto de cursos de la Educación Secundaria Obligatoria, en 1º y 2º dejaron los estudios un 2,2% del alumnado y en 3ª solo el 4,6%.
Es más, este trabajo, que ha podido llevarse a cabo gracias a la capacidad de monitorización y medición que ofrece el Registro de Alumnos de Cataluña (TALC), que está disponible desde 2015 y permite la trazabilidad de los itinerarios de los jóvenes en el sistema educativo, señala que el hecho de haber logrado graduarse en la ESO no es garantía de la transición del alumnado a la educación obligatoria. Y es que en el curso 2019-2020, el 55% de los jóvenes que no se matricularon en la educación postobligatoria habían obtenido el graduado de la ESO.
Así pues, el trabajar para mejorar la tasa de graduación del alumnado no es una medida suficiente para reducir el abandono después de la ESO y prueba de ello es que, pese a que desde el curso 2010-2011, cuando ésta se situaba en el 82,3%, al curso 2019-20, ha mejorado casi en 10 puntos, la reducción de la no continuidad educativa al acabar la ESO no ha sido significativa.
En este contexto, cabe señalar que Cataluña, donde en 2020 el 61% de los jóvenes de 19 años que no habían alcanzado los estudios postobligatorios y no estaban estudiando había abandonado los estudios durante la ESO, sobre todo al concluir el 4º curso, es la segunda comunidad autónoma, por detrás de las Islas Baleares, con una menor tasa de escolarización a los17 años.
Así pues, el informe pone de evidencia que es necesario emprender medidas específicas de prevención del abandono escolar en la ESO, las cuales deben ir de la mano de políticas que garanticen una buen transición y acompañamiento hasta la finalización de los estudios postobligatorios, así como subraya la importancia de poner el foco en las desigualdades sociales y económicas para tratar de reducir el abandono escolar. Y es que el alumnado vulnerable tiene una mayor probabilidad de dejar los estudios después de 4º de la ESO.
Luchar contra la desigualdad
En este sentido, el documento indica que en torno al 30% del alumnado social y educativamente vulnerable no continúa con sus estudios tras la ESO, mientras que entre el resto del alumnado, ese porcentaje es del 10%. En concreto, los estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo (NESE) por razones socioeconómicas o de origen alcanzan tres veces menos la educación postobligatoria que el resto de alumnos, mientras que entre el alumnado con necesidades educativas especiales, esa diferencia es de hasta cuatro veces.
En cuanto a las diferencias por género, el informe pone de manifiesto que mientras la tasa media de abandono de los chicos al acabar 4º de la ESO es del 14,6%, ésta cae hasta el 10,5% entre las chicas, sin embargo, cuando se trata de chicas de nacionalidad extrajera o bien en situación de vulnerabilidad, los niveles de abandono se acercan a los de los chicos. Así, en el curso 2019-20, las estudiantes extranjeras registraron una tasa de abandono en la transición hacia la educación postobligatoria del 21,1%. Y algo similar sucede también con las alumnas con condición NASE por razones socioeconómicas o de origen,
Abordar la segregación
En esta línea, el informe alerta que el 50% del alumnado que no accede al bachillerato o CFGM se concentra en el 25% de los centros catalanes, lo cual se explicaría por lo que se conoce como “efecto compañero” y que se refiere al hecho de que los estudiantes carecen de referentes de continuidad educativa. Ello pone de manifiesto la necesidad de emprender acciones focalizadas en estos centros para prevenir el abandono, las cuales permitirían afrontar casi la mitad de la no continuidad en la educación postobligatoria tras la ESO.
Además, es en los Centros de Máxima Complejidad donde existe una mayor tasa de abandono, puesto que casi uno de cada cuatro estudiantes deja los estudios después de 4º de la ESO, lo que es más del doble que en el resto de centros e indica que es clave trabajar para poner fin a la segregación escolar.
En cualquier caso, los datos que arroja el estudio y la situación que éste refleja alertan de la necesidad de la puesta en marcha urgente de medidas dirigidas a combatir el abandono escolar en la transición educativa de los estudiantes de 4º de la ESO a la educación postobligatoria, ya que así se lograría reducir sustancialmente el abandono prematuro, y siempre teniendo en cuenta todos los factores que pone de manifiesto el informe.