
Economía
Este sector de la economía catalana se verá beneficiado por la guerra comercial y arancelaria de Trump
La reducción del flujo comercial entre China y Estados Unidos beneficiará, indirectamente, a otros países

Una guerra comercial se produce cuando dos o más países imponen barreras comerciales entre sí, como aranceles, cuotas o restricciones a la importación y exportación de bienes, con el objetivo de proteger sus industrias nacionales o presionar políticamente al país contrario. Los aranceles son impuestos que se aplican a los productos importados, lo que encarece su precio y, en teoría, incentiva que el consumidor de un país opte por el producto local frente al extranjero.
El pasado 2 de abril, Donald Trump anunció la imposición de aranceles a todo el mundo. Los aranceles afectan a todos, desde históricos aliados de EE.UU., como la UE (20%), Corea del Sur (26%) y Japón (24%), hasta las naciones más pobres y vulnerables del mundo como Camboya (49%) y Laos (48%). Canadá y México, dos de los principales socios comerciales de Estados Unidos, quedaron exentos de los aranceles “recíprocos” más altos anunciados. Sin embargo, todavía están sujetos a un arancel del 25%, previamente anunciado, sobre los bienes no cubiertos por el tratado de libre comercio con Estados Unidos.
Sin embargo, quien se lleva la palma es China. El gigante asiático, que ya protagonizó una guerra comercial con Trump durante su primer mandato, ha visto como el flujo comercial con Estados Unidos se verá gravado con un arancel del 34%. Aunque los aranceles a la UE han sido pausados durante 90 días, los mercados financieros han caído, en especial porque con China no ha habido prórroga.
Sin embargo, hay un sector de la economía catalana que se puede ver beneficiada. Se trata del porcino catalán. La reducción de las exportaciones de carne de cerdo estadounidense hacia China, como consecuencia de los aranceles, ha abierto una brecha que las empresas catalanas del sector podrán aprovechar. Desde hace años, el gigante asiático es el principal destino de las exportaciones porcinas catalanas, y en 2024 el volumen superó los 1.000 millones de euros. De hecho, el 23% de todas las importaciones de carne porcina que realizó China el año pasado tuvieron como origen Cataluña.
Este contexto internacional ha reforzado la posición estratégica del sector cárnico catalán en los mercados globales. Con una producción altamente tecnificada, estándares sanitarios exigentes y una capacidad exportadora consolidada, las empresas del sector porcino han convertido la coyuntura global en una ventaja competitiva. En un entorno geopolítico volátil, Cataluña se consolida como uno de los principales proveedores de carne de cerdo para el mercado chino, demostrando que, en ocasiones, las tensiones comerciales internacionales pueden traducirse en oportunidades para economías regionales bien posicionadas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar