Entrevista
José Luis Martín: «La nueva inquisición ha venido de la izquierda»
El humorista gráfico publica su autobiografía bajo el título «Desmemorias de una revista satírica»
José Luis Martín es uno de los grandes nombres del humor gráfico. Él fue uno de los padres fundadores de la revista «El Jueves» y fue uno de sus responsables en su etapa dorada, cuando fue una de las publicaciones más leídas en nuestro país. Todo sus recuerdos los ha recogido en un estupendo libro publicado por Temas de Hoy y titulado «Desmemorias de una revista satírica».
Su libro son unas memorias, aunque usted las titula como desmemorias.
He querido que hubiera humor desde el título. En realidad, soy una persona muy desmemoriada, así que he tenido que recurrir a Maite Quílez mientras escribía el libro para que me ayudara con los datos que necesitaba. Lo que he querido explicar es un «making of» sobre «El Jueves», es una historia en la que cuento cómo nos reuníamos, cómo era la cocina de la revista... Es la historia inédita de una publicación que llegó a vender más que otros semanarios más influyentes como «Tiempo» o «Cambio 16» y que realizaba tres mindundis.
Leyendo el libro me ha dado la sensación de que es una historia con un final algo triste.
Es triste como también lo es la vida. Nosotros éramos jóvenes entusiastas y ahora somos viejos en decadencia. El tono puede parecer triste porque hablamos de una época que acaba. Nosotros somos los que hemos visto los kioscos llenos de publicaciones. Tuvimos la suerte de vivir la edad de oro del humor gráfico, el momento en el que también estaban «Barrabás», «Hermano Lobo»... Nos retiramos cuando se estaba derrumbando ese mundo.
Ahora es la época de lo políticamente correcto. En el libro habla de la preparación de un especial y cómo comprueba que hoy no podrían publicarse muchos de los dibujos de «El Jueves».
Eso es terrible. Era por el extra dedicado al 35 aniversario. Empecé a revisar dibujos y me di cuenta que no podíamos volverlos a publicar. Podíamos hundir la reputación de varios dibujos porque muchas de esas viñetas eran ahora incorrectas.
¿Es un mal momento para el humor gráfico?
Ha habido una vuelta a la intolerancia, a eso de «usted no puede hacer esto». Solo es un dibujo. Ahora lo que tenemos es mucha autocensura. Esa hipersensibilidad está perjudicando a los profesionales. Éramos mucho más libres en los ochenta que ahora.
Es curioso porque afirma lo mismo que han dicho nombres como Pedro Almodóvar al comparar este tiempo con los años ochenta.
Almodóvar es que tiene la mili hecha, así que puede decirlo. Yo también puedo mientras que alguien que tiene cuarenta años en un medio de difusión no puede decir eso porque lo tiene difícil. Lo más sorprendente de todo esto es que la nueva inquisición viene de la izquierda. Es mucho más intolerable ahora la izquierda que coarta cuando queremos tocar temas como el clima, el feminismo... Hay tabúes que coartan la libertad de expresión.
Antes me decía que no eran una revista influyente, como «Tiempo» o «Cambio 16», pero me da la sensación que sí, con muchísimos lectores detrás.
Es que no éramos conscientes de eso. El dibujante vive en la soledad de su estudio o la redacción. No había redes sociales. Estamos en una arcadia feliz, sin contacto con el mundo. Solamente sabíamos cuando íbamos a la Feria del Libro de Madrid o el Salón del Cómic. Piense que llegábamos a tener 750.000 lectores.
Uno de ellos era Juan Carlos I.
Sí. A finales de los ochenta nos damos cuenta que todos leen «El Jueves». Hay una explosión y vivíamos en una nube. Es anecdótico, pero él nos leía. Eso es algo que me ha dicho a mí. Le he oído decir que su hermana le pasaba la revista.
Quiero preguntarle por algunos nombres de la revista como Gin.
Un seductor elegante.
Óscar Nebreda.
Alguien que te enseña lo que tienes delante y nos ves.
Kim.
Un artista plácido. Nunca le oí gritar.
El Perich.
Un hombre de genio y mal genio de una gran agudeza e inteligencia.
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