Sentencia

La Justicia ordena desmantelar el gran eje verde de Colau en el centro de Barcelona

La asociación de comerciantes Barcelona Oberta llevó el proyecto a los tribunales. El Ayuntamiento puede recurrir

E gran eje verde en el centro de Barcelona
E gran eje verde en el centro de BarcelonaAYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Varapalo judicial a la peatonalización que proyectó el anterior Ayuntamiento de Barcelona comandado por Ada Colau en la capital catalana. La titular del juzgado contencioso administrativo número 5 ha ordenado al Consistorio revertir las obras de la calle de Consell de Cent, prácticamente acabadas en este momento.

La conversión de esta céntrica vía barcelonesa -cruza gran parte del Eixample, por paseo de Gràcia o Rambla Catalunya- en un "eje verde" sin coches fue el proyecto bandera de Colau durante el pasado mandato, una actuación enmarcada en la iniciativa Superilla Barcelona.

El fallo, al que ha tenido acceso Europa Press, "condena a la administración a retornar las actuaciones al estado en que se encontraban con anterioridad a su aprobación". El Ayuntamiento puede presentar recurso ante el TSJC. Las obras costaron 53 millones de euros en total y obtuvieron fondos Next Generation de la UE.

Barcelona Oberta había alegado que el acuerdo era "una modificación encubierta del Plan General Metropolitano (PGM)", mientras que el Ayuntamiento argumentó que la transformación era un proyecto de obras ordinario para convertir Consell de Cent en una vía urbana de prioridad invertida con plataforma única, y ampara en sus competencia en materia de medio ambiente y movilidad.

El Consistorio alegó que era innecesaria la modificación del planteamiento porque las obras no modifican el régimen jurídico del suelo, ni la funcionalidad de la calle.

"Manifestación totalmente errónea ya que pasamos de una calle que cumplía la función que le venía atribuida de red viaria local a una calle, como los mismos informes sostienen y el documento que la sustenta, pensado principalmente para peatones", dice la resolución judicial, que pide revocar las obras. Es decir, que Consell de Cent sea de nuevo una calle con su calzada para coches, carril bici y sus aceras de casi cinco metros en los costados, nada que ver con la zona peatonal que hay en la actualidad.

En concreto, la juez recuerda que el artículo 196.3 del PGM establece que la red viaria local tiene como misión principal "dar acceso a las edificaciones y enlazar con las vías básicas".

En este sentido, subraya que la calle Consell de Cent es una red viaria local, por lo que la función principal que le atribuye el PGM "es de imposible cumplimiento" con las obras que se han ejecutado en las calles afectadas, ya que el proyecto "limita el tráfico de vehículos", extremo que "evita que se haga realidad el enlace con las vías básicas, ya que sólo se permite el acceso a los vehículos que tienen origen o destino en esta calle, y no el paso, ya que los expulsa del mismo".

"La nueva concepción que se pretende con las reformas realizadas es que el vial pase a ser una vía cívica, dejando de ser una red de vía local, y este cambio no se puede materializar en un proyecto de obras ordinario", argumenta la sentencia.

Según la juez, la pretensión del Eje Verde encajaría en la "definición de vía cívica", por lo que "no se puede admitir que en un vial que debe garantizar la conexión entre vías básicas tenga prioridad el peatón y la circulación de vehículos se encuentre restringida a los que tienen origen y destino en la misma vía".

Para la magistrada, la funcionalidad de las cuatro vías afectadas por la "supermanzana" de Consell de Cent no se puede variar en un proyecto de obras sin seguir el procedimiento legalmente establecido de modificar el PGM. Y, por tanto, debería haberse llevado al pleno del Ayuntamiento de Barcelona. El proyecto de los Comunes fue aprobado en una Comisión de Gobierno de la que también formaba parte el PSC.